Pol¨¦micas y dilemas de la derrota del Real Madrid en la Final Four

En los 33 a?os que pasaron entre la conquista de la s¨¦ptima Copa de Europa en 1980 y la primera final de la Euroliga con Laso, en 2013, el Real Madrid solo pele¨® dos veces por el t¨ªtulo continental, cayendo ante la Cibona de Petrovic y Novosel en 1985 y venciendo al Olympiacos de Eddie Johnson y Fassoulas, en 1995, subidos a hombros de Sabonis. En Vitoria, los blancos buscaban la que hubiera sido su quinta final en las siete ¨²ltimas ediciones pero, tras caer ante el CSKA (que ¡®solo¡¯ ha ganado tres t¨ªtulos en sus 15 apariciones este siglo en la Final Four), la decepci¨®n en el vestuario madridista del Buesa Arena no dejaba resquicio a la perspectiva hist¨®rica.

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El episodio del bocinazo y la toalla lanzada por Laso

Quedaban 14 minutos de partido y ten¨ªan 14 puntos de ventaja (51-65). Pero llegaron casi a la vez el primer triple de De Colo y la tercera falta de Campazzo y el viento cambio de rumbo. El Facu se fue al banquillo con un +12 para su equipo y regres¨® con un +5, justo cuando la pol¨¦mica y la angustia se cruzaron para condenar al Madrid al partido de consolaci¨®n. A 6m 15s para el final De Colo fue a la l¨ªnea de tiros libres, anot¨® el primero y, cuando lanzaba el segundo, que se estrell¨® en el aro, se dispar¨® un bocinazo desde la mesa de anotadores. Los ¨¢rbitros mandaron repetir el lanzamiento, que esta vez entr¨®. Laso se gir¨® hacia su banquillo y lanz¨® una toalla al suelo. Los ¨¢rbitros fiscalizaron el gesto y le se?alaron una t¨¦cnica.

¡°Tengo mi opini¨®n sobre el arbitraje, pero ser¨ªa absurdo que la dijera sin repasar de nuevo el partido. No entiendo mi t¨¦cnica. No ha habido ninguna acci¨®n de protesta. He tirado una toalla y s¨®lo he preguntado que por qu¨¦ sacaba Edy [Tavares], nada m¨¢s. De verdad, no entiendo esa t¨¦cnica ni otras cosas que han pasado, sobre todo al final¡±, se?al¨® Laso en su comparecencia. ?Y lo del bocinazo?, le preguntaron. ¡°No s¨¦. ?Lo he pegado yo? No, ?verdad? ?Entonces por qu¨¦ me castigan a m¨ª? Es otra cosa que no he entendido. Pero no voy a protestar. ?Para qu¨¦? ?Para qu¨¦ me echen? No tiene sentido. Tengo una sensaci¨®n de pena por haber dejado pasar esta ocasi¨®n, pero no creo que se nos haya escapado. El partido lo han ganado ellos. S¨¦ que nos levantaremos como ya ocurri¨® tras la Copa¡±, analiz¨® el entrenador madridista. En aquella ocasi¨®n, en febrero ante el Bar?a, el Madrid desperdici¨® un +17 de renta (58-41, m. 29). Se repiti¨® la historia.

Los 42 tiros libres para el CSKA

De la secuencia del bocinazo y la toalla, el CSKA sali¨® a dos puntos del Madrid. Pero le sobr¨® tiempo para completar la remontada, manteniendo el pulso, fundamentalmente desde el tiro libre. Hasta 10 veces fueron a la l¨ªnea los de Itoudis en los ¨²ltimos 5 minutos. 42 lanzamientos en total frente a los 24 del Madrid, con 10 faltas m¨¢s pitadas contra los de Laso (22-32). Aunque ocho de esos 42 tiros llegaron en el ag¨®nico intento de los blancos de recuperar una victoria que se les hab¨ªa ido de las manos. ¡°Decir que no pasa nada ser¨ªa absurdo. Est¨¢bamos muy cerca y estamos jodidos¡±, continu¨® el lamento lac¨®nico de Laso. ¡°Est¨¢bamos bien, con problemas de faltas pero bien¡±, reiter¨®. ¡°Pero han vuelto a entrar en el partido con varios triples clave que pod¨ªamos haber defendido mejor. Tambi¨¦n se han sentido muy c¨®modos desde el tiro libre¡±, apunt¨® el t¨¦cnico poniendo de nuevo el foco en la terna arbitral.

Cr¨ªtica y autocr¨ªtica

La pol¨¦mica abri¨® el debate en el vestuario madridista, con seguimiento desigual a la hora de buscar causas a la derrota y amortiguar la autocr¨ªtica. ¡°Nos ha perjudicado que haya habido tantas faltas y tantos tiros libres. Eso nos ha sacado un poco del partido¡±, sum¨® Rudy en la l¨ªnea de Laso. ¡°Han pasado cosas inesperadas como ese tiro libre de De Colo que han mandado repetir por un bocinazo. Ha sido algo raro, pero ah¨ª no depende de nosotros. No podemos hacer nada¡±, a?adi¨® Causeur. Sin embargo, Llull, segundo capit¨¢n de la plantilla rompi¨® de ra¨ªz con esa l¨ªnea argumental. ¡°Hablar de los ¨¢rbitros ser¨ªa buscar excusas y en el Real Madrid no buscamos excusas, lo que queremos es ganar t¨ªtulos¡±, terci¨® el segundo capit¨¢n. "Ellos jugaron mejor en la recta final. Si perdonas ante este tipo de equipos, al final suceden cosas como esta. Tenemos que aprender de nuestros errores", remat¨®.

El base menorqu¨ªn termin¨® la semifinal con un pobre 5 de 16 en tiros de campo (incluido un horripilante 1 de 10 en triples) y fue uno de los m¨¢s se?alados en la derrota junto a Ay¨®n (dos puntos y dos rebotes en 18 minutos en pista), Deck y Thompkins (-21 con ¨¦l en pista). Sali¨® en defensa de Llull el MVP de la D¨¦cima. ¡°Veo a mucha gente criticar a Llull... El que ha dado todo por este club trabando como un animal para volver. Hay que recordar todo lo que ha tra¨ªdo al Madrid. ?l deb¨ªa de ser el ejemplo de cada jugador que juega a este bonito deporte. Sergi te quiero y te queremos¡±, dej¨® escrito Luka Doncic en sus redes sociales. Para completar el tormento a los blancos les queda disputar el tercer y cuarto puesto contra el CSKA ma?ana domingo a las 17.30.

Los efectos de la derrota en el final de Liga

Se abre el dilema ante el rearme moral del cuadro madridista para el mes que resta de competici¨®n. Tras un efervescente arranque de curso (18 victorias en los 19 primeros partidos), con la conquista de la Supercopa incluida, los de Laso pasaron tres meses destemplados (entre finales de noviembre y finales de febrero) en los que solo fueron capaces de enlazar cuatro victorias seguidas en una ocasi¨®n. A Vitoria llegaron con una racha de 19 victorias y cuatro derrotas desde la final de Copa y 10 triunfos seguidos. No lleg¨® la Und¨¦cima. En la era Laso, las sensaciones con las que el Madrid sali¨® de la competici¨®n europea, gan¨¢ndola o perdi¨¦ndola, siempre marcaron el devenir de los blancos en el desenlace de la Liga. En 2013, 2015, 2016 y 2018 el refuerzo positivo desemboc¨® en alir¨®n. En 2014 y 2017 el palo tuvo un efecto multiplicador que les cost¨® tambi¨¦n el campeonato dom¨¦stico.