El embrollo Griezmann

Y lleg¨® un d¨ªa en que Messi se hart¨® tambi¨¦n del tema Griezmann. El vaso no se rebas¨® por el documental La decisi¨®n ni por los rumores, coqueteos o desplantes del internacional por Francia. ¡°?Pero t¨² no has llamado a Griezmann por tel¨¦fono?¡±, le cuestionaron, medio en broma, al capit¨¢n en el vestuario del Bar?a. Messi no estaba para chistes y menos con el tema Griezmann. ¡°No lo llam¨¦ el a?o pasado. No lo llam¨¦ este a?o. Y no llam¨¦ nunca a nadie. Que les quede claro¡±, solt¨®. No se habl¨® m¨¢s del tema. Estaba irritado el rosarino, un poco fastidiado con la situaci¨®n, muy cansado de que desde dentro y fuera del club se invoque su nombre para resolver o enquistar embrollos. Sospechan en el vestuario que el entorno del franc¨¦s utiliz¨® la supuesta llamada de Messi para acercarse de nuevo al Camp Nou.

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¡°No opino de Griezmann¡±, resolvi¨® Messi un d¨ªa antes de caer en la final de la Copa. Seco, sin rodeos, cort¨® el tema en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva, de la misma manera que lo fren¨® en el vestuario. Fue, en cualquier caso, un cambio de actitud radical cuando se lo compara con su discurso de la temporada pasada.

¡°Me gusta, es uno de los mejores¡±, subray¨® el 10 en mayo de 2018. Messi no se quej¨® con la llegada de Neymar (2013) ni con la de Luis Su¨¢rez (2014), tampoco lo iba a hacer con la de 7. Al contrario, la celebr¨®. No fue el ¨²nico azulgrana que le abri¨® las puertas del Camp Nou. ¡°Lidera al Atl¨¦tico en el ataque y eso es fundamental¡±, hab¨ªa asegurado Luis Su¨¢rez. De la misma manera, lo hab¨ªa destacado Busquets: ¡°Es un jugadorazo¡±. En 12 meses, los pesos pesados del Bar?a han pasado de elogiar al franc¨¦s a evitar hablar de ¨¦l ante los micr¨®fonos. En el club no quieren saber nada.

Pero ?qu¨¦ ha cambiado en el grupo azulgrana? El documental, por supuesto. A Piqu¨¦ no lo manch¨®; a Griezmann, s¨ª. De hecho, ya en Rusia, d¨ªas despu¨¦s del estreno de La Decisi¨®n, Luis Su¨¢rez ense?¨® su malestar: ¡°Griezmann ni es medio uruguayo ni conoce el sentimiento uruguayo¡±. No fue casual el alegato de Su¨¢rez. El n¨²cleo duro del vestuario entiende que Griezmann es tan populista con el mate en la mano como anunciando su voluntad de continuar en el Atl¨¦tico por televisi¨®n. Hay, en cualquier caso, m¨¢s argumentos. ¡°?Qu¨¦ ejemplo le damos a los chicos de La Masia? ?Qu¨¦ puede pensar Ale?¨¢ o Riqui Puig? Toda la vida deseando llegar al primer equipo y despu¨¦s llega un jugador que hizo lo que hizo Griezmann y cobra 17 millones¡±, se quej¨® uno de los pesos pesados. Tambi¨¦n hay un rechazo futbol¨ªstico. ¡°?De qu¨¦ juega?¡±, pregunta la misma fuente; ¡°?de extremo derecho? ?De izquierdo? ?De 9? ?No est¨¢ Leo para hacer eso?¡±.

En el vestuario hay unanimidad. La directiva, sin embargo, est¨¢ dividida, como en todo. Hay quienes no olvidan la actitud de Griezmann el verano pasado. Y est¨¢n los que piensan que la oportunidad de mercado est¨¢ por encima de cualquier otro valor, incluso del ninguneo. ¡°Es Griezmann o nada¡±, se le escuch¨® decir a Pep Segura, m¨¢nager deportivo. Segura cuenta con el respaldo del presidente, Josep Maria Bartomeu. El l¨ªder de la junta lo fich¨® en 2015 como director deportivo del f¨²tbol formativo. Curtido en el Bar?a, pero desarrollado en el Liverpool con Rafa Ben¨ªtez, los m¨¦todos de Segura no fueron bien recibidos por los t¨¦cnicos de la cantera. ¡°Quiere cambiar nuestro ADN. Le gustan los jugadores f¨ªsicos, quiere que ensayemos mucho bal¨®n parado¡±, se quejaban en el f¨²tbol base. Desde que Segura asumi¨® la direcci¨®n deportiva en 2017, el Bar?a fich¨® a 13 jugadores. Invirti¨® 491 millones de euros. Solo funcion¨® Lenglet, a la espera de que Arthur madure y que Demb¨¦l¨¦ decida en qu¨¦ se quiere convertir. Mientras que las incorporaciones de emergencia de Mina, Boateng y Murillo apenas ayudaron con la disputa de 377, 303 y 292 minutos, respectivamente.

Segura nunca pudo borrar la salida de Neymar. Entonces, el fichaje de Griezmann se antoja estrat¨¦gico. En el Atl¨¦tico ya lo contemplaban desde la temporada pasada cuando en su ¨²ltimo contrato estaba pactado que la cl¨¢usula pasar¨ªa de 200 millones a 120 a partir del 1 de julio. Mientras Diego Simeone insinu¨® que jugar¨¢ en el Bar?a la pr¨®xima campa?a, en el Camp Nou se hacen los distra¨ªdos, confiados en que hay un pacto cerrado. El acuerdo ha sido corroborado por exjugadores de uno y otro equipo. El problema es que no se sabe qui¨¦n decidir¨¢ ahora que en el Bar?a se duda del entrenador, del secretario t¨¦cnico y de la plantilla. Nadie en el Bar?a es capaz ahora de resolver el caso Griezmann.