El hasta luego de Sergio Garc¨ªa al Espanyol
El delantero deja el club, que pretend¨ªa incorporarlo en el ¨¢rea deportiva, con la promesa de regresar cuando cuelgue las botas
Pocos jugadores han casado tanto con el Espanyol, m¨¢s a¨²n si se tiene en cuenta sus ra¨ªces azulgranas, pichichi como pocos de las inferiores del Bar?a. Pero Sergio Garc¨ªa ha sido un parte del escudo del Espanyol en las ¨²ltimas ¨¦pocas como tambi¨¦n una parte del coraz¨®n del aficionado, que entendi¨® su f¨²tbol pillo y de calle como una bendici¨®n, una continuidad a lo que en su d¨ªa regal¨® Ra¨²l Tamudo. Ahora, sin embargo, se rompe por segunda vez la relaci¨®n entre el jugador y el club, incapaces de llegar a un acuerdo. Aunque solo por el momento.
Resulta que Sergio, con 36 a?os, quiere seguir jugando y marcando goles como siempre ha hecho. Una variable que el Espanyol no contemplaba al considerar que su f¨²tbol ya no le alcanza para competir en Primera, argumento que tambi¨¦n sustentan con su asfixia econ¨®mica, toda vez que su sueldo rondaba el 1,5 millones. Tampoco parece ser del agrado de David Gallego, el t¨¦cnico que ha cogido el relevo de Rubi. ¡°Pens¨¦ que este d¨ªa no llegar¨ªa nunca¡±, resuelve Sergio en su carta de despedida que public¨® en las redes sociales; ¡°pero nuestros caminos se separan despu¨¦s de siete a?os maravillosos¡¡±. Aunque en dos etapas distintas.
Hace tres veranos, el discurso del Espanyol era bien distinto porque perd¨ªa a su delantero referencia, al futbolista que hac¨ªa jugar a todo el equipo de tres cuartos de campo hacia arriba. ¡°Es una baja realmente importante¡±, se?alaban desde las oficinas del club; ¡°seguramente no pod¨ªamos competir en lo econ¨®mico¡±. Pero tras un par de cursos en el Al-Rayyan catar¨ª, decidi¨® volver a la que p¨²blicamente considera su casa. ¡°Siempre tendr¨¦ el coraz¨®n perico all¨¢ donde vaya¡±, cuenta Sergio en su carta. As¨ª, Falete ¨Ccomo se le conoce cari?osamente desde la grada blanquiazul- volvi¨® para ponerse de nuevo el brazalete hace dos cursos para atornillarse en las ¨¢reas rivales. Aunque ya no ten¨ªa la misma punter¨ªa ni el mismo brillo en las botas, pero s¨ª el talento para actuar unos metros m¨¢s retrasado que, por ejemplo, Borja Iglesias. Los n¨²meros, en cualquier caso, no han sido lo esperado, con seis goles en la temporada anterior y unos raqu¨ªticos dos tantos y una asistencia en esta campa?a, donde ha participado en 31 encuentros.
Pero la capitalidad de Sergio no se quedaba solo en el c¨¦sped, voz del vestuario y de la experiencia. Valores que el director general ?scar Perarnau observ¨®, pues le ofreci¨® seguir en el club dentro del organigrama deportivo. ¡°Pero quiero seguir jugando unos a?os m¨¢s¡±, replica el delantero. Posiblemente lo haga en el Valladolid, ya en Segunda, con su ext¨¦cnico y amigo Sergio Gonz¨¢lez en el banquillo. Aunque eso est¨¢ por ver. Y, cuando acabe, sabe que tiene abiertas las puertas del Espanyol. ¡°Le tomo la palabra al club y espero volver en un futuro para inculcar espa?olismo desde la humildad, el trabajo y el compromiso¡±, remacha Sergio en su carta. Es, pues, un hasta luego.
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