Venezuela, blindada contra la crisis en la Copa Am¨¦rica
La Vinotinto intenta aislarse de los problemas de su pa¨ªs y plasmar el crecimiento de su f¨²tbol en la Copa Am¨¦rica
Salieron de Puerto La Cruz, en el norte de Venezuela, cruzaron Brasil y se establecieron en S?o Leopoldo, en el sur, para driblar la convulsi¨®n pol¨ªtico-econ¨®mica que azota su pa¨ªs desde hace por lo menos cinco a?os. Desde la peque?a ciudad brasile?a partieron rumbo a Porto Alegre para ver el s¨¢bado pasado el estreno de la selecci¨®n venezolana en la Copa Am¨¦rica. ¡°Es un orgullo poder venir al estadio a apoyar a nuestra selecci¨®n¡±, dice el t¨¦cnico de ascensores venezolano Jos¨¦ Jaramillo, de 31 a?os. ¡°No pod¨ªamos perdernos esta oportunidad¡±, comenta su amigo Daniel Pino, de 30. ¡°Somos un pueblo apasionado por el f¨²tbol¡±.
Pero la pasi¨®n exaltada por Pino nunca antes hab¨ªa sido una fiebre nacional. Venezuela siempre se ha destacado como ¡°el pa¨ªs del b¨¦isbol¡± en Sudam¨¦rica. El f¨²tbol solo se convirti¨® en un deporte destacado a finales de los cincuenta, pero sin levantar gran devoci¨®n. Durante d¨¦cadas, la selecci¨®n conocida como la Vinotinto se acostumbr¨® a recibir todos los golpes en las competiciones continentales. Sin embargo, a principios de los 2000, la cosa cambi¨®.
En 2002 por primera vez no fue el colista de las eliminatorias del Mundial y gan¨® cuatro partidos en la recta final. El dinero que el Gobierno invirti¨® en el f¨²tbol aument¨® considerablemente durante los mandatos de Hugo Ch¨¢vez. En 2007 el pa¨ªs se gast¨® m¨¢s de 700 millones de d¨®lares para ser la sede de la Copa Am¨¦rica. Vio c¨®mo su selecci¨®n llegaba a cuartos de final y los estadios superaron la media de 40.000 hinchas por partido. El ¨¦xito no sirvi¨® para propulsar la liga local, que todav¨ªa sufre con una infraestructura precaria y equipos semiaficionados, pero ayud¨® a popularizar la modalidad.
El hincha Jos¨¦ Jaramillo cree que el paso del entrenador Richard P¨¢ez por la Vinotinto fue un punto de inflexi¨®n para el f¨²tbol venezolano. Dirigi¨® la selecci¨®n entre 2001 y 2007. Su legado, m¨¢s all¨¢ de los resultados, fue sistematizar las categor¨ªas de base en el pa¨ªs y promover una renovaci¨®n con varios jugadores j¨®venes. ¡°La semilla plantada¡±, seg¨²n el tambi¨¦n aficionado Pino, sigui¨® dando frutos. El equipo alcanz¨® sus mejores resultados en las eliminatorias de los Mundiales de 2010 y 2014, adem¨¢s de conseguir un cuarto lugar en la Copa Am¨¦rica de 2011. Sin embargo, la fuente de los petrod¨®lares, que ya no era tan generosa como al inicio del chavismo, se ha secado. Los clubes locales son todav¨ªa m¨¢s d¨¦biles y los jugadores han empezado a buscar destinos internacionales como refugio a la crisis en el pa¨ªs.
?C¨®mo no contaminarse con la megacrisis pol¨ªtica, econ¨®mica y social que domina las noticias? La selecci¨®n venezolana ha adquirido una especie de ¡°blindaje anticrisis¡±, como explica el central Seijas, que jug¨® dos temporadas en Brasil ¡ªcon el Internacional de Porto Alegre y el Chapecoense¡ª y hoy juega en el Independiente Santa Fe, de Colombia. ¡°Dejamos nuestras diferencias a un lado y trabajamos unidos por un objetivo. Eso es lo que queremos transmitir a nuestro pa¨ªs¡±. Seijas es uno de los jugadores m¨¢s cr¨ªticos con el r¨¦gimen de Nicol¨¢s Maduro. Ya ha manifestado su oposici¨®n al Gobierno bolivariano, que califica de ¡°dictadura criminal¡±, y no duda en reivindicar la renuncia inmediata de Maduro y sus partidarios. ¡°Siempre he demostrado lo que pienso¡±, dijo tras el empate con Per¨² en el estadio del Gr¨ºmio, en Porto Alegre. ¡°Jugamos para la gente, no para el Gobierno. No se puede esconder lo que sucede en el pa¨ªs. El cambio es necesario¡±.
El mejor delantero de la historia de la selecci¨®n, Salom¨®n Rond¨®n, tambi¨¦n forma parte del grupo de jugadores opositores, pero adopta un discurso m¨¢s comedido. ¡°Antes que jugador, soy un ser humano que siente mucho la situaci¨®n de nuestro pa¨ªs. Todo lo que queremos es que la gente se distraiga por unas horas de lo que est¨¢n viviendo¡±, afirma el jugador del West Bromwich, de Inglaterra. ¡°Jugar para los venezolanos¡± y ¡°darle alegr¨ªa al pueblo¡± son las respuestas m¨¢s comunes entre los integrantes de la Vinotinto al hablar de la crisis en el pa¨ªs, especialmente el seleccionador, Rafael Dudamel.
Exportero de la selecci¨®n, se puso al frente del equipo en 2016 y ha tenido que apagar varios incendios internos, como la relaci¨®n entre los jugadores insatisfechos con el Gobierno y la federaci¨®n, dirigida por partidarios de Maduro. Tambi¨¦n coordina las selecciones de base. En el Mundial sub-20, en 2017, condujo a los venezolanos a una final in¨¦dita, en la que fueron derrotados por Inglaterra. Despu¨¦s de que su equipo superara a Uruguay en la semifinal, Dudamel se desahog¨® contra el presidente, exigiendo un alto el fuego en la represi¨®n de las protestas, que dej¨® m¨¢s de un centenar de muertos.
Tras la repercusi¨®n que tuvieron sus declaraciones, el entrenador evita criticar p¨²blicamente al Gobierno. En marzo de este a?o, cuando Venezuela derrot¨® a la Argentina de Leonel Messi, en Madrid, Dudamel critic¨® el intento de utilizar pol¨ªticamente la visita de un embajador vinculado a Juan Guaid¨®, reconocido como presidente por decenas de pa¨ªses, recriminando a la oposici¨®n por aprovecharse de una victoria de la selecci¨®n para promocionarse. Durante la Copa Am¨¦rica, ajeno a las disputas por el poder, el exportero se esfuerza para convencer a sus jugadores de que es la Vinotinto quien tiene que ser la protagonista.
Los ¨²ltimos resultados invitan al optimismo. Ha conquistado cuatro victorias y tres empates en los ¨²ltimos ocho amistosos. En el estreno, contra Per¨², a pesar de la expulsi¨®n de un jugador, consigui¨® mantener el empate. Confiada, la Vinotinto sue?a ahora con desbancar a la selecci¨®n brasile?a en su terreno en una competici¨®n oficial. ¡°Entendemos que Brasil sea favorita, pero creemos que podemos ganarle¡±, afirma Seijas, destacando la experiencia de un equipo en el que solo dos jugadores ejercen en Venezuela. ¡°No tenemos miedo de jugar. Nos han preparado desde la base para los grandes enfrentamientos. Tener a muchos jugadores que est¨¢n en equipos extranjeros nos da confianza y, tambi¨¦n, tranquilidad, ya que no vivimos tan de cerca los mismos problemas cotidianos que nuestros compatriotas¡±.
A pesar de la distancia, los venezolanos dicen que se sienten muy bien representados por los jugadores de la Vinotinto. Eran una minor¨ªa el s¨¢bado en el estadio de Porto Alegre, pero era clara su emoci¨®n por estar cerca de sus ¨ªdolos. ¡°Es un equipo que se identifica con el pueblo¡±, dice Jos¨¦ Jaramillo, poni¨¦ndose la mano en el escudo de la camiseta. Para el defensa Mikel Villanueva, que juega en la Liga espa?ola desde hace cuatro temporadas, el sentimiento de representatividad tiene que ver con el hecho de que la selecci¨®n no asume ninguna bandera pol¨ªtica. Y de que se entrega en campo como si fuera no hubiera tantos problemas. ¡°Es un honor todav¨ªa mayor representar a nuestro pa¨ªs en este momento de dificultades para todos los venezolanos. Queremos dejarnos el alma por ellos¡±.
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