Marcos Llorente, un pulm¨®n para el ¡®cholismo¡¯

Entre el viernes y el s¨¢bado, cuando el Atl¨¦tico de Madrid cerr¨® el acuerdo con Marcos Llorente (Madrid, 24 a?os) por cinco temporadas anunciado este jueves, Diego Pablo Simeone a¨²n albergaba esperanzas de que la nueva adquisici¨®n pudiera formar en el doble pivote con Rodrigo. El plan tambi¨¦n contemplaba la salida que tanto desea Thomas. La intenci¨®n era concretar la operaci¨®n m¨¢s all¨¢ de la decisi¨®n que tomara Rodrigo. Los cerca de 40 millones de euros que ha abonado el Atl¨¦tico y la insistencia de Diego Pablo Simeone por un jugador que ya quiso contratar en el verano de 2017 han marcado el destino de Llorente.

Su marcha del Madrid forma parte de la criba emprendida por Zinedine Zidane desde sus gustos futbol¨ªsticos. Que Llorente no llena el ojo del entrenador franc¨¦s se vislumbr¨® cuando coincidieron en el Castilla, en el primer equipo tras su brillante cesi¨®n en el Alav¨¦s, y cuando Zidane regres¨® a finales del pasado curso. En las dos temporadas que ha militado en el Madrid desde su regreso de Vitoria, solo Santiago Solari le ha dado plena confianza. Julen Lopetegui tambi¨¦n le dio poco vuelo.

El destino escogido por el jugador no agrada a Florentino P¨¦rez, que ha exprimido econ¨®micamente al Atl¨¦tico todo lo que ha podido. Que Zidane certificara que para este curso no contaba con ¨¦l ha sido el principal argumento que, junto a la oferta econ¨®mica rojiblanca por el traspaso, ha utilizado su t¨ªo y representante, Julio Llorente, para salvar la oposici¨®n de la dirigencia madridista. ¡°Yo era un ni?o que, como tantos otros, so?aba con jugar al f¨²tbol. Me esforc¨¦, sacrifiqu¨¦ muchas cosas y me acerqu¨¦ a hacerlo realidad. Crec¨ª y empec¨¦ a so?ar con jugar en el Real Madrid. Aprend¨ª, dej¨¦ casi todo de lado... y se cumpli¨®. Pero uno no debe dejar nunca de trabajar, por mucho que crezca. Hoy me voy del Real Madrid, de la que ha sido mi casa durante 10 a?os. Me voy sin nada que reprocharme y sin nada que reprochar¡±, escribi¨® Llorente en las redes sociales.

Con la certeza de la marcha de Rodrigo, existe en el club rojiblanco, y as¨ª lo deslizan, un consenso generalizado de que las condiciones de Marcos Llorente se ajustan m¨¢s al modelo vertical y menos poseedor del bal¨®n que propone Simeone. Si por perfil posicional y de toque Rodrigo es un mediocentro para hacer jugar a un equipo desde atr¨¢s, Llorente es un pivote para hacerlo llegar desde el robo y la conducci¨®n. Un siete pulmones que quita desde la intensidad con la que se desplaza para atacar al contrario que tiene el bal¨®n. Uno de esos futbolistas turbina que tan bien encajan con los ritmos del Cholo, que tendr¨¢ enfrente a un jugador que supera su propia obsesi¨®n personal por la preparaci¨®n f¨ªsica y la alimentaci¨®n.

La desbandada generalizada que sacude al Atl¨¦tico ha obligado a Simeone a reconstruir gran parte los dos pilares b¨¢sicos del juego defensivo sobre los que ha cimentado sus ¨¦xitos. Dos centrales pragm¨¢ticos contundentes y dos mediocentros gran¨ªticos y muy t¨¢cticos. Llorente ser¨¢ uno de estos dos ¨²ltimos. El mexicano Herrera, con el que el club tiene un acuerdo cerrado, Koke, Thomas, si no se marcha, y Sa¨²l son los candidatos a escoltarle. Sea quien sea su acompa?ante, tendr¨¢ que adaptarse a un equipo que juega menos en campo contrario que el Madrid y con centrocampistas de pie menos fino.

La contrataci¨®n de Llorente, tambi¨¦n ofrece lecturas desde lo familiar. Sobrino-nieto de Gento, su padre, Paco Llorente, y su abuelo, Ram¨®n Grosso, tambi¨¦n jugaron en el Atl¨¦tico. El primero, tras salir de la cantera del Madrid y deambular por la prefrente (Urbis) y la Tercera madrile?a (M¨®stoles), fue reclutado por los rojiblancos de 1985 a 1987. Su regreso al club de Bernab¨¦u se dio mediante el pago de la cl¨¢usula de rescisi¨®n, siendo el primer jugador en acogerse al Real Decreto 1006 que las regula. Su abuelo fue cedido por el Madrid para que contribuyera con sus goles a que los rojiblancos no descendieran a Segunda Divisi¨®n en la temporada 63-64.

El morbo de un trasvase con la eterna rivalidad de fondo y el apellido Gento de por medio tambi¨¦n es una de las aristas afiladas del traspaso. Con un jugador por explotar definitivamente, para el Madrid es un riesgo y para el Atl¨¦tico tambi¨¦n.