Muere Conchi Paredes, 17 veces campeona de Espa?a de triple salto

Cuando la campeona de Europa Ana Peleteiro comenz¨® a saltar triple, su ambici¨®n primera era batir el r¨¦cord de Espa?a de Carlota Castrejana, lo que consigui¨® este invierno (14,73m); Castrejana, por su parte, no par¨® hasta conseguir superar el r¨¦cord de Conchi Paredes, y lo logr¨® hace 12 a?os (14,64m); Paredes, cuando empez¨®, no ten¨ªa a nadie delante ni detr¨¢s. El triple era entonces, en la d¨¦cada de los 90, una disciplina nueva para la mujer y ella era una pionera, una mujer decidida a ocupar su puesto sin pedir permiso a nadie, una jovencita de Palencia que a los 19 a?os mand¨® una carta al triplista Santiago Moreno, el plusmarquista nacional (16,93m): quiero ser saltadora de triple, quiero ir a ?vila para que me entrenes t¨².

Cuatro a?os despu¨¦s, una tarde de verano en Segovia, un 28 de junio del que dentro de seis d¨ªas har¨¢ 25 a?os, la joven de Palencia que no dud¨® en irse a vivir a una residencia en ?vila, la primera atleta becada por la Junta de Castilla y Le¨®n, salt¨® 14,30m, una marca de gran nivel internacional: la marca de referencia del atletismo espa?ol durante m¨¢s de una d¨¦cada. La marca que abri¨® camino. ¡°Estaba sola. Si Castrejana hubiera llegado antes, si hubiera habido otra triplista de gran nivel en Espa?a que la forzara a ir m¨¢s all¨¢, habr¨ªa saltado mucho m¨¢s, porque su talento era tremendo, y era muy disciplinada, y trabajaba much¨ªsimo¡±, dice Moreno, quien tambi¨¦n era atleta cuando la entrenaba, e iban juntos a las competiciones. ¡°Y el s¨¢bado la dirig¨ªa t¨¦cnicamente en sus saltos y el domingo saltaba yo¡±.

¡°Esta era Conchi, valiente, decidida, una mujer que se lanz¨® sin miedo. Era admirable¡±, dice Moreno, record¨¢ndola sin poder evitar la emoci¨®n el d¨ªa que conoci¨® la temprana muerte de su atleta, que falleci¨® este viernes en Madrid. Ten¨ªa 48 a?os. Y Ram¨®n Cid, triplista hist¨®rico y durante muchos a?os m¨¢ximo responsable t¨¦cnico del atletismo espa?ol, la recuerda as¨ª: ¡°Llevaba m¨¢s una d¨¦cada enferma, con altos y bajos, sesiones de quimio, peluca, dolor, pero siempre con una sonrisa, siempre de buen humor. Era una chica maravillosa, una persona excelente¡±.

Alrededor de Paredes, fascinados por su capacidad, con ella ¨C¡°era una triplista natural, era muy triplera¡±, dice Cid. ¡°ten¨ªa un gran rebote, no mucha velocidad pero s¨ª un gran sentido del ritmo, la clave del triple¡±¡ªtrabajaron algunos de los mejores t¨¦cnicos espa?oles. Empez¨® como saltadora de altura (1,77m) y longitud (6,30) en el Puentecillas, el club de Palencia en el que la entrenaba otro hist¨®rico del triple, Luis ?ngel Caballero (el actual t¨¦cnico del cuatrocentista ?scar Husillos). All¨ª, suponen los t¨¦cnicos, mostrar¨ªa tal capacidad en los multisaltos, una de las pruebas que sirven para discernir el talento atl¨¦tico, que decidi¨® lanzarse al triple, una prueba que a¨²n balbuceaba en categor¨ªa femenina y que no entrar¨ªa en el programa ol¨ªmpico hasta Atlanta 96 (y all¨ª compiti¨® Paredes); despu¨¦s de casi una d¨¦cada en ?vila, entonces en centro del triple espa?ol (por all¨ª andaba tambi¨¦n Ra¨²l Chapado, actual presidente de la federaci¨®n espa?ola) y de 17 t¨ªtulos nacionales, la saltadora se cas¨® y se fue a Barcelona, donde la entren¨® el saltador de altura Roberto Cabrejas (2,26m en 1983, r¨¦cord de Espa?a). Cuando este muri¨® en un accidente de moto, la entren¨® Antonio Corgos, el saltador de longitud que hab¨ªa llegado a 8,23m en 1980.

Conchi Paredes, ¡°alegre, dicharachera, encantadora¡±, como la recuerda Moreno, no tuvo referencias, pero alcanz¨® la plenitud a los 23 a?os. M¨¢s de 20 a?os despu¨¦s de sus 14,30m, a¨²n recordaba como si la acabara de vivir la tarde segoviana en la que sinti¨® que volaba, y as¨ª se los cont¨® a Miguel Villase?or para la revista Atletismo Espa?ol: ¡°Hac¨ªa un d¨ªa perfecto para competir, me sent¨ªa muy bien, relajada, centrada y dispuesta a todo. Realic¨¦ varios talonamientos y a¨²n sent¨ªa un gusanillo en el est¨®mago. Ese d¨ªa era el m¨ªo y, ?boom!, sali¨® 14,30m. Durante el salto se te pone la carne de gallina, y todav¨ªa me pasa cuando lo recuerdo. Me fui a casa tan contenta. Cuando llegu¨¦, ya estando sola, llor¨¦ de felicidad¡±.