Anna Cruz: ¡°Tengo la vitrina llena, pero he sufrido mucho¡±
L¨ªder silenciosa de la Espa?a ¡®polimedallista¡¯ y emigrante desde 2013 en Rusia, la jugadora del Kursk suma 152 internacionalidades, siete medallas y las dos canastas m¨¢s providenciales de este ciclo
Su aire m¨ªstico mezcla a partes iguales abnegaci¨®n, sensibilidad, timidez y audacia. L¨ªder silenciosa de la Espa?a polimedallista y emigrante desde 2013, Anna Cruz (Barcelona, 32 a?os) es un haiku infinito. Es licenciada en Comunicaci¨®n Audiovisual, tiene un m¨¢ster en periodismo deportivo, est¨¢ en el segundo nivel del curso de entrenadores, ha iniciado estudios de direcci¨®n comercial y marketing y, desde hace cuatro a?os, dirige un campus de verano para j¨®venes junto a su compa?era de selecci¨®n Silvia Dom¨ªnguez. ¡°En Rusia hay muchas horas muertas y, para no volverme loca mirando a la pared, no dejo de estudiar¡±, confiesa. En una d¨¦cada de rojo suma 152 internacionalidades, siete medallas y las dos canastas m¨¢s providenciales de este ciclo ¡ªen los cuartos de 2015 y 2016 ante Montenegro y Turqu¨ªa¡ª para seguir agarradas al podio.
Pregunta. ?Sabe ruso despu¨¦s de seis a?os all¨ª [tres en Oremburgo y tres en Kursk]?
Respuesta. Tuve profesora durante dos a?os, pero es muy complicado. S¨¦ leerlo, pero muchas veces te ves perdida y te toca guiarte por el contexto, sobre todo cuando las rusas empiezan a su rollo. En las cenas de equipo me aburro bastante. No saben mucho ingl¨¦s y se olvidan de que est¨¢s ah¨ª. Hay momentos de pedir socorro y el Google Translate es un fiel aliado.
P. ?C¨®mo se decidi¨® a salir?
R. Fue por agobio. Llevaba muchos a?os aqu¨ª y no ve¨ªa ninguna evoluci¨®n en mi carrera. Me fui a la aventura. No ten¨ªa mucho que perder. No me imaginaba que el viaje ser¨ªa tan largo. Hice la maleta para un a?o. Y, de hecho, he ido renovando siempre de a?o en a?o. Jam¨¢s pens¨¦ que estar¨ªa seis a?os en Rusia y, cuando lo pienso, no s¨¦ ni c¨®mo lo he hecho. Ni Oremburgo ni Kursk [a 1.000 y 500 kil¨®metros de Mosc¨², respectivamente] son ciudades c¨¦ntricas. Los viajes all¨ª son una tortura. No s¨¦ c¨®mo he aguantado tanto.
P. ?C¨®mo ha sido su d¨ªa a d¨ªa este tiempo?
R. Me marco tramos a corto plazo, para sobrevivir entre visita y visita de mi familia. Al principio les dije: ¡®os quiero tanto que no veng¨¢is. Con que lo pase yo mal ya es suficiente¡¯. Ahora, entre ir al gimnasio, entrenarme y estudiar lleno el tiempo.
P. Y, entre medias, la WNBA con anillo incluido en 2015.
R. Son polos opuestos s¨ª. Parad¨®jicamente, los salarios son mucho mejores en Rusia que en la WNBA pero en cuanto a recursos, viajes¡ le dan mil vueltas al baloncesto europeo. Mas all¨¢ de la experiencia, en la WNBA se vive muy bien.
P. ?D¨®nde tiene el anillo?
R. Cuando me independic¨¦ mis padres me obligaron a hacerme cargo de todo porque lo ten¨ªan en una vitrina y ya no les cab¨ªan m¨¢s cosas, se estaban agobiando. Yo tampoco quer¨ªa convertir mi casa en un santuario, pero me llev¨¦ lo m¨¢s importante.
P. ?Imagin¨® alguna vez ganar tantas cosas?
R. Que va. No lo piensas. La vida te va llevando. Ya desde el colegio eres la rarita que no puede hacer las mismas cosas que el resto porque tienes entrenamientos o campeonatos. Y cuando sales de casa ya ves que tienes que espabilar, sacar adelante el deporte, la universidad¡ As¨ª lleg¨® el momento en el que dices ¡®parece que me voy a dedicar a esto en lugar de llevar una vida normal¡¯.
P. ?Siempre le ha merecido la pena?
R. No s¨¦. Ha habido muchos momentos de sufrimiento. Tengo la vitrina llena, pero he perdido y he sufrido mucho¡ Y me he lesionado. Cuando ves que las cosas no salen dices ¡®?para qu¨¦?¡¯. La dureza mental es sacar lo positivo de todo y tirar adelante. Pero a menudo piensas si merece la pena vivir enganchada al tel¨¦fono para saber de tu gente y querer estar con ellos mientras vives a 3.000 kil¨®metros.
P. ?Canastas como las de Montenegro o Turqu¨ªa compensan todo eso?
R. S¨ª. Cuando ves que entran es una euforia infinita, la adrenalina que lo compensa todo. Piensas ¡®a la mierda tanto sufrimiento¡¯. Me las volver¨ªa a jugar siempre. Son situaciones de tan pocos segundos que es un poco a lo que Dios quiera. Hay que tener un poco de jeta. La clave es no pensarlo mucho y hacerlo.
P. ?Y cu¨¢l es la clave de este ciclo ganador?
R. No mirar atr¨¢s. Vamos a pi?¨®n fijo. Son los dem¨¢s los que nos recuerdan lo que hemos hecho. No tenemos nada especial. Ni un talento brutal, ni un f¨ªsico espectacular... Nos cuesta mucho lo que hacemos cada verano. Nos hemos hecho fuertes entre nosotras. Tenemos la suerte de que cuando no ha aparece una al rescate lo ha hecho otra. As¨ª hemos construido este camino. Eso es un equipo. En una selecci¨®n no est¨¢n las 12 mejores jugadoras sino las que, juntas, componen el mejor equipo de 12. Confiamos al m¨¢ximo entre nosotras. No pensamos nunca ¡®esto est¨¢ ganado¡¯, pero s¨ª que ni quieren ganarnos se lo tienen que currar mucho. As¨ª ser¨¢ tambi¨¦n en este Europeo.
P. ?Se reconoce en la definici¨®n de l¨ªder silenciosa?
R. Silenciosa seguro. Soy muy t¨ªmida. La gente cuenta que hasta el tercer a?o en la selecci¨®n no me escuch¨® hablar. El liderazgo es compartido. Yo no soy perfecta en nada, pero puedo ayudar en muchas cosas.
P. ?Es el momento de volver a Espa?a?
R. La Liga Dia cada vez es mejor y a las que estamos fuera siempre nos apetece. A qui¨¦n no. Pero no me he marcado plazos. No planifico con mucha antelaci¨®n. Valoro todo de a?o en a?o.
P. ?C¨®mo valora que el f¨²tbol femenino, con menos recorrido y resultados que la selecci¨®n de baloncesto, acapare protagonismo?
R. Se trata de que el deporte femenino alcance relevancia, los mayoritarios y los minoritarios. En esta batalla ganamos todas. No hay una guerra entre deportes. Lo que espero es que no sea una moda. A nosotras no se nos puede pedir m¨¢s. Hacemos lo que sabemos, que es jugar al baloncesto y lograr medallas. Lo que da rabia es que hay mucha cobertura a deportes masculinos que no han conseguido nada y nosotras solo salimos cuando ganamos. Tendremos que seguir ganando.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.