Muguruza est¨¢ perdida
Garbi?e, desorientada desde hace tiempo, resbala en la primera ronda contra Haddad Maria, la 121? del mundo (doble 6-4 en 1h 30m), y firma su salida m¨¢s r¨¢pida de un Grand Slam desde el US Open de 2014
La secuencia se repite, esta vez en Londres. La tarde transcurre con el gesto torcido y la cabeza gacha, con miradas perdidas y un deambular dubitativo que refleja el estado de confusi¨®n de Garbi?e Muguruza. No le sale nada, va enred¨¢ndose ella sola y termina desenganch¨¢ndose de un partido que expresa una realidad compleja, porque ella y su entrenador dicen que lo suyo es tan solo una cuesti¨®n de tiempo y detalles, pero los ¨²ltimos tiempos expresan otra cosa bien distinta. Muguruza cae (doble 6-4, en 1h 30m) frente a la desconocida Beatriz Haddad Maria, la 121? del mundo, y prorroga una din¨¢mica negativa a la que no consigue ponerle remedio de ning¨²n modo.
Hac¨ªa cinco a?os, desde 2014, que no perd¨ªa en la primera ronda de un gran torneo. Ocurri¨® entonces en Nueva York, cuando apenas empezaba a despegar y ten¨ªa 20 a?os, y ahora es Londres la que retrata una situaci¨®n verdaderamente preocupante. No est¨¢ Muguruza, no se encuentra y los tropezones empiezan a ser ya una constante. Hace tres a?os conquist¨® Par¨ªs, hace dos toc¨® el cielo en Wimbledon y luego ascendi¨® a la cumbre del circuito. Ahora mismo, sin embargo, no hay rastro de aquella campeona hambrienta. Todo son dudas e inc¨®gnitas y la p¨¦rdida de confianza, alimento de todo deportista, amenaza con llevarse por delante a una tenista fabulosa.
Ocurri¨® de nuevo una escena muy similar a la de Par¨ªs, hace exactamente un mes. All¨ª parec¨ªa tener controlado el duelo contra Sloane Stephens, pero se torci¨®; y en esta ocasi¨®n el desarrollo fue pr¨¢cticamente calcado, con un arranque notable y posteriormente un declive progresivo. Lleg¨® la primera rotura de la brasile?a, zurda y ancha de hombros, con muy poquito que perder, y se desmoron¨® el castillo. Atado el primer set, sucedi¨® lo mismo en el segundo y conforme la rival fue agrand¨¢ndose, Muguruza fue perdiendo el tono y consumi¨¦ndose ella sola. Entre sien y sien, un mill¨®n de interrogantes y seguramente alg¨²n que otro demonio.
En la comparecencia posterior ante los enviados especiales, un detalle muy significativo. Por primera vez desde que naci¨® el v¨ªnculo con su t¨¦cnico, en 2015, la tenista no defendi¨® a capa y espada a Sam Sumyk. ¡°?Es tal vez la hora de buscar un giro?¡±, le preguntaron en referencia al preparador. ¡°No lo s¨¦, pero no quiero hablar de esto¡¡±, respondi¨® con un tono enigm¨¢tico Muguruza, que hasta ahora siempre hab¨ªa puesto de relieve la aportaci¨®n del franc¨¦s. Le contrat¨® con el objetivo de enrudecerse y ascender a la ¨²ltima dimensi¨®n profesional, y la f¨®rmula funcion¨® hasta el ¨¦xito de hace dos a?os en Wimbledon. Sin embargo, desde entonces, lejos de lograr saltos cualitativos, se ha producido una regresi¨®n. La jugadora se ha estancado y actualmente sufre un bloqueo an¨ªmico m¨¢s que considerable.
¡°Cuando vuelva a sentir ganas, jugar¨¦¡±
¡°Es dif¨ªcil¡±, indic¨® la 28? del mundo, que el 7 de septiembre de 2017 lleg¨® a sentarse en el trono presidencial del circuito. ¡°Est¨¢ claro que es un d¨ªa duro, porque es un torneo muy especial para m¨ª. Aunque no haya competido previamente, me hab¨ªa preparado varias semanas para este torneo, as¨ª que es duro¡±, continu¨® con una entonaci¨®n l¨²gubre. ¡°No creo que esto sea una gran sorpresa. Yo ten¨ªa muchas expectativas, as¨ª que es dif¨ªcil, pero al no haber jugado torneos antes tal vez partiera con algo de desventaja. No es una sorpresa, simplemente es un d¨ªa duro¡±, expuso Muguruza, desganada desde hace tiempo y sumergida en un limbo del que no consigue escapar, porque ni ella misma sabe c¨®mo pinchar la burbuja del ensimismamiento. No es una cuesti¨®n de problemas f¨ªsicos, ni de detalles ni de programaci¨®n: el factor es emocional.
¡°Hay momentos en los que levantas y hay otros en los que te vas muy frustrada. Al final, es el deporte: la cara bonita y la m¨¢s fea. Una puede entrenar muy fuerte y cuando esperas que te salgan las cosas, no te salen. Llegar¨¢ un momento en el que s¨ª saldr¨¢n. Hay que intentar mantener la cabeza alta en los momentos dif¨ªciles¡±, se?al¨®. ¡°Ahora no voy a jugar en una temporada. Al menos, quiero dejar la raqueta un rato y tomar unos d¨ªas de descanso. Cuando vuelva a sentir las ganas de jugar, jugar¨¦¡±, dijo antes de matizar: ¡°Hablo de un par¨®n, de momento. Mi idea es seguir jugando torneos. Al perder r¨¢pido te da tiempo para recuperarte y descansar, y recuperarte de esta mala sensaci¨®n¡±.
Regresar¨¢ a las pistas a finales de julio, para iniciar la gira norteamericana sobre asfalto de San Jos¨¦. Dispondr¨¢ de tiempo, pues, para rumiar lo sucedido en Wimbledon y, qui¨¦n sabe, si para a mayor o menor plazo tomar decisiones estructurales para tratar de revertir el colapso. Las exige otro adi¨®s demasiado prematuro. Otra descarga de cemento sobre la autoestima competitiva de una jugadora que hace no tanto apuntaba a marcar una era y que ahora no logra salir del laberinto. La Garbi?e convaleciente sigue buscando a la poderosa Muguruza de otra ¨¦poca.
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