Nadal frente a Kyrgios, el duelo del morbo
El espa?ol se deshace de Sugita en un primer ensayo positivo (6-3, 6-1 y 6-3, en 2h) y afronta una cita envenenada contra el australiano, que le bati¨® en Londres en 2014 y plantea una guerrilla dial¨¦ctica
Se consum¨® la cita cuando en Londres ya comenzaba a caer la luz, despu¨¦s de la t¨ªpica jornada de trasiego propia de las primeras rondas de un grande.
Wimbledon funcionando a pleno motor, partidos por todos lados y focos de atenci¨®n a tutipl¨¦n: Roger Federer resolviendo un comienzo atragantado contra Lloyd Harris, en una falsa alarma (3-6, 6-1, 6-2 y 6-2 a Lloyd Harris); Maria Sharapova, otrora referencia y ni?a bonita del torneo (lo gan¨® con 17 a?os), abandonando lesionada cuando solo hab¨ªa disputado un par de sets ante Pauline Parmentier y constatando que, definitivamente, la mecha ya se agota; vino luego el tropez¨®n de Garbi?e, muy dif¨ªcil de comprender otra vez; y a eso de las siete y media, mientras todav¨ªa giraba el carrusel, Rafael Nadal se deshac¨ªa de Yuichi Sugita: 6-3, 6-1 y 6-3, en 2h).
Entonces s¨ª, en medio de la marea, se confirmaba el duelo del morbo. El jueves, el n¨²mero dos se enfrentar¨¢ en la segunda ronda a Nick Kyrgios, que por la ma?ana hab¨ªa despachado a su compatriota Jordan Thompson (7-6, 3-6, 7-6, 6-0 y 1-6) con los vaivenes y el artificio que acompa?an a todas y cada una de sus salidas a la pista. Es decir, el jueves habr¨¢ un choque de combusti¨®n, porque uno y otro se tienen muchas ganas. El australiano sac¨® de sus casillas a Nadal el pasado mes de marzo, en el cemento de Acapulco, e intercambiaron luego pullas delante del micr¨®fono. A recordar primero el recado de Nadal, despu¨¦s del comportamiento circense del adversario.
¡°Hoy le ha salido bien y ha ganado, lo que pasa es que cuando uno se dedica a hacer esto¡ En teor¨ªa tiene potencial para ganar un Grand Slam y estar arriba en el ranking, pero por eso est¨¢ donde est¨¢ (¡). No digo que sea un mal chico, es bueno, pero le falta un poco de respeto hacia el p¨²blico, el rival y a s¨ª mismo¡±, expres¨® el de Manacor. Y replic¨® el desafiante Kyrgios (de 24 a?os) con veneno en la lengua: ¡°Nadal no me conoce, deber¨ªa centrarse en lo que debe hacer¡ Yo soy diferente, ¨¦l es diferente. No sabe por todo lo que he pasado. ?l juega como juega, es muy lento entre punto y punto, y existe una regla que dice que debes ir r¨¢pido para sacar¡±.
Este martes cumplieron uno y otro, de modo que se confirm¨® el pulso de aroma pugil¨ªstico, por m¨¢s que el espa?ol no quiera entrar en una guerra dial¨¦ctica y trate de remitir exclusivamente al juego. ¡°Mi posici¨®n es muy clara: es un jugador de mucho talento, un rival muy peligroso para la segunda ronda, lo s¨¦, y tendr¨¦ que dar el cien por cien¡±, expuso; ¡°Me da igual lo que haga y lo que quiera de su vida, no me molesta que haga lo que le apetezca¡±.
¡°No creo que podamos tomarnos una cerveza juntos...¡±
No le interesa a Nadal entrar en pol¨¦micas, porque al fin y al cabo en el tenis no hay lenguaje m¨¢s apropiado que el de la raqueta, y ah¨ª deber¨¢ tener cuidado. Kyrgios y ¨¦l est¨¢n igualados en los cruces particulares (3-3) y el australiano, imprevisible e indecoroso a dosis iguales, aunque formidable cuando le apetece, tiene ganas de marcha y ya le bati¨® en 2014 sobre el verde de Wimbledon.
¡°Siendo honestos, soy demasiado mayor para estas cosas y llevo muchos en el circuito. Dije lo que dije y as¨ª lo creo, eso es todo. No soy un t¨ªo que vaya a entrar en peleas con nadie. Estoy aqu¨ª para disfrutar del deporte y continuar haciendo las cosas que quiero lo mejor posible. Pasado ma?ana tendr¨¦ otra oportunidad en la pista central de este lugar maravilloso¡±, manifest¨® el de Manacor, que despach¨® a Sugita con un ejercicio de solvencia, obteniendo buena nota despu¨¦s de un primer test en una superficie tan enrevesada como el c¨¦sped. Comenz¨® con un leve sobresalto, cediendo su primer turno de servicio, pero se enmend¨® de inmediato. Y de ah¨ª hasta Kyrgios.
¡°No estoy seguro de que podamos ir a tomarnos una cerveza juntos. No le conozco para nada, solo como jugador. Hay gente con la que me llevo bien y otra con la que no, eso es todo¡±, sell¨® el de Canberra antes de una tarde que promete. Y mucho.
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