Un ¡®terremoto¡¯ llamado Cori Gauff

Despu¨¦s del torbellino, del agitador pulso con Nick Kyrgios, el rostro de Rafael Nadal desprend¨ªa felicidad y la sesi¨®n de entrenamiento transcurr¨ªa en un ambiente de relax. No para el joven Jaume Munar, que hac¨ªa este viernes de sparring y termin¨® exprimido de tanto correr de un lado a otro, porque el n¨²mero dos apretaba con el drive que daba gusto y rara vez pisa el freno. Sebasti¨¤, el patriarca de los Nadal, buscaba una sombra para suavizar la calurosa ma?ana de Londres y el resto del equipo a¨²n saboreaba el triunfo del d¨ªa anterior, previo al cruce de este s¨¢bado (hacia las 16.00, #Vamos) con Jo-Wilfred Tsonga.

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Cerca de all¨ª, Roberto Bautista se deshac¨ªa de Karen Khachanov (6-3, 7-6 y 6-1) y luego, por la tarde, Fernando Verdasco tambi¨¦n segu¨ªa la ruta hacia los octavos (6-4, 7-6 y 6-4 a Thomas Fabbiano). Una escala en la que igualmente desembarcar¨¢ la efervescente Cori Gauff, sensacional en su bautismo en la pista central de Wimbledon, contra Polona Hercog (3-6, 7-6 y 7-5, en 2h 47m). La estadounidense salv¨® dos bolas de partido (?qu¨¦ aplomo!), remont¨® (?qu¨¦ forma a aguantar el tipo!) y prolong¨® las dos semanas de ensue?o (A dream come true!) que vive en Londres. El cuento de hadas, por tanto, continuar¨¢ y seguramente se extender¨¢ en los pr¨®ximos a?os, porque la ni?a (15 a?os) apenas ha dado un par de pasos y ya impresiona.

¡°Esa s¨ª que va a ser buena¡±, predicen desde el c¨ªrculo de Nadal, en una opini¨®n subrayada por Carla Su¨¢rez, que este s¨¢bado (11.00, Movistar Deportes) se mide a Lauren Davis. ¡°Es una pasada. ?Tiene 15 a?os y mira c¨®mo juega ya! No es normal, a esa edad, entrar en una pista y jugar con la tranquilidad que lo hace¡­¡±, describe la canaria.

Despu¨¦s de ganar cinco partidos ¨Ctres de la fase clasificatoria y las dos primeras rondas, frente a Venus Williams (39 a?os) y Magdalena Rybarikova (30)¨C y destapar su talento a ojos del mundo, la norteamericana traspas¨® la frontera de Hercog (28 y 60 de la WTA), que la tuvo contra las cuerdas y termin¨® rindi¨¦ndose ante la evidencia: Gauff es muy buena y va muy en serio. Y esto, dicen expertos y profesionales, no ha hecho m¨¢s que comenzar. ¡°Si para los 20 no es la n¨²mero uno del mundo, me sorprender¨ªa mucho¡±, aventura John McEnroe, al que se suman numerosas voces que proyectan a Gauff como una dominadora natural en el futuro.

¡°Estoy feliz por ella¡±, aporta Roger Federer, cofundador de la empresa (Team 8) que tutela la carrera de la estadounidense, la novedosa sensaci¨®n de esta edici¨®n de Wimbledon. No es Londres el punto de partida, pero s¨ª el escenario de la explosi¨®n de una jugadora cuyo adi¨®s dej¨® al torneo y al tenis, en general, con muchas ganas de m¨¢s

El freno de la normativa y la edad

Quiere m¨¢s Gauff, y quiere m¨¢s el aficionado, quien, sin embargo, choca de repente contra la normativa: a sus 15 a?os, la tenista ya ha disputado cinco torneos en el circuito profesional, por lo que hasta que cumpla los 16, el 13 de marzo del pr¨®ximo a?o, solo podr¨¢ jugar otros cinco eventos. Es decir, su presencia en las pistas de primer nivel ser¨¢ muy dosificada. As¨ª lo marca la regla implementada en el circuito femenino a partir de 1994; dise?ada, te¨®ricamente, para proteger a los talentos precoces de la exigencia f¨ªsica y mental de la ¨¦lite.

No quiere la WTA que figuras potenciales como ella ¨Ccitada ahora con la experimentada Simona Halep, palabras mayores¨C se consuman demasiado pronto, antes de tiempo a causa del desgaste. Sin embargo, tanto el padre de Gauff como Federer consideran que deber¨ªa revisarse el c¨®digo. ¡°Lo entiendo¡±, dice el suizo, que recuerda con ilusi¨®n irrupciones anteriores como la de su compatriota Martina Hingis. ¡°Pero tal vez ser¨ªa bueno que pudieran jugar m¨¢s. Tal vez se podr¨ªa crear un sistema de mentores, con leyendas como Billie Jean King, Chris Evert o Martina Navratilova, para aconsejarlas y educarlas¡±, plantea el campe¨®n de 20 grandes.

¡°De alguna manera, se les puede educar para que no se desmayen jugando. Quiz¨¢ su mejor momento sea el de los 14 a los 20, y no de los 20 a los 30 como el de los dem¨¢s. As¨ª que, de alguna forma, se les quita la oportunidad, ?no? Es un debate, y yo no tengo la soluci¨®n perfecta, porque ya hemos visto algunos casos de padres demasiado duros por ah¨ª¡±, recuerda Federer, entusiasmado porque empresarialmente tiene entre las manos un diamante en bruto que peg¨® el estir¨®n admirando a las hermanas Williams y ahora ya se codea con ellas. Un bienvenido terremoto llamado Cori Coco Gauff.