Fabi¨¢n desmiente a los bajitos
Est¨¢ creciendo como jugador por su infinita clase, y cada d¨ªa es m¨¢s generoso en el esfuerzo. ?Qu¨¦ esperan para repatriar a este crack en el exilio?
Descubriendo a los veteranos. Algo grave est¨¢ pasando si en la Copa Am¨¦rica estamos redescubriendo a los viejos antes de ilusionarnos con los j¨®venes. En el Brasil-Argentina la gran figura fue Dani Alves, que con 36 a?os jug¨® de defensa, centrocampista y delantero, d¨¢ndole a cada funci¨®n la velocidad y el criterio justo. En el primer gol de Brasil despej¨® el camino eliminando argentinos, primero con un sombrero y luego con un enganche, en la que fue la jugada del partido. En el Chile-Per¨² se erigi¨® la figura de Paolo Guerrero (35 a?os), que en medio de tanta velocidad y fricci¨®n pareci¨® decirnos, en cada pelota que tocaba, c¨®mo se juega al f¨²tbol. Para ser m¨¢s gr¨¢fico lo hac¨ªa a c¨¢mara lenta. Logr¨® que lo confuso se clarificara y que los que mir¨¢bamos nos reconcili¨¢ramos con lo m¨¢s hermoso del f¨²tbol, que no es otra cosa que ver el talento puro en acci¨®n.
El juego y los goles. Hay decisiones de los entrenadores que son una respuesta psicol¨®gica antes que futbol¨ªstica. En las dos Semifinales de la Copa Am¨¦rica, Argentina y Chile, ambos por debajo en el marcador, pretendieron buscar el empate agregando atacantes y quitando mediocampistas. Hac¨ªan falta goles y pusieron a jugadores con buena relaci¨®n con el gol o con el peligro. La l¨®gica parece indiscutible. Parece. Porque los goles nacen del juego, no de un repollo. Lo que ocurri¨®, en los dos casos, fue que los cambios empeoraron notablemente a los equipos que necesitaban reaccionar. Los numerosos delanteros que estaban en el campo eran mano de obra desocupada: no ten¨ªan surtidores para resultar ¨²tiles. Por otro lado, Brasil y Per¨² terminaron los partidos con sus hinchas gritando oleeeeee en cada toque, porque el desorden de los rivales les permiti¨® tener la pelota con toda comodidad. Pasa por poner los goles ante que el juego.
Mujeres valientes. La capitana de la selecci¨®n de EE UU, Megan Rapinoe, no ir¨¢ ¡°a la puta Casa Blanca¡± porque no quiere arrimarle su fama a Donald Trump. Una posici¨®n, como la de no cantar el himno, digna de una mujer comprometida que toma posici¨®n ante todos los temas. En los 150 a?os que los hombres llevamos apoder¨¢ndonos del f¨²tbol, no encontramos homosexuales ni con lupa y es dif¨ªcil ver a un jugador que se comprometa con una causa social si no es para potenciar su propia imagen. Las mujeres, empujadas por una nueva ola social que ha convertido el Mundial en un fen¨®meno impactante, llegan arrasando con una actitud desacomplejada y mostrando orgullosamente su lesbianismo, si viene al caso. Megan Rapinoe nos est¨¢ ense?ando que ser futbolista y pelear contra la discriminaci¨®n no nos consagra como h¨¦roes, porque para eso est¨¢ el campo de juego, pero s¨ª como personas.
¡®Crack¡¯ de altura. Dec¨ªa Cruyff, siempre original en sus opiniones, que para jugar al f¨²tbol es una ventaja ser peque?o porque solo se puede cambiar de direcci¨®n y de ideas en cada paso, y ellos dan m¨¢s pasos que los altos. Pero el talento es un gran solucionador de problemas, de modo que llega Fabi¨¢n (mejor jugador del Campeonato Europeo sub-21) con su metro noventa para decirnos que hay otras maneras de llegar a la excelencia. Sabe temporizar tocando hacia atr¨¢s o a los costados, pero su primera mirada es hacia delante. Sabe esconder el bal¨®n, pero prefiere asociarse a uno o dos toques. Est¨¢ creciendo como jugador por su infinita clase, pero cada d¨ªa es m¨¢s generoso en el esfuerzo. En este periodo en que est¨¢ abierta la contrataci¨®n de futbolistas, la primera evidencia es la escasez de centrocampistas. Fabi¨¢n solucionar¨ªa ese problema para los pr¨®ximos 10 a?os, as¨ª que la pregunta surge sola: ?qu¨¦ esperan para repatriar a este crack en el exilio?
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