Surferland, en el pa¨ªs de los surfistas
Ribamont¨¢n al Mar, Cantabria, es el destino perfecto para aprender, perfeccionar y disfrutar de todos los placeres de la cultura surf
Una de las bah¨ªas m¨¢s bellas de la tierra, la de Santander, seg¨²n el club de las Bah¨ªas m¨¢s bonitas del Mundo, se ha convertido en el epicentro del surf europeo. No solo por sus excelentes playas y olas, sino por el tremendo esfuerzo en transformar la comarca en la capital cultural de este deporte.
El Ayuntamiento de Ribamont¨¢n al Mar, que engloba la m¨ªtica playa de Somo, ha puesto todo el empe?o en fomentar el surf, integr¨¢ndolo perfectamente en su paisaje y utiliz¨¢ndolo para proteger su mayor tesoro, el entorno natural. No en vano es el primer Ayuntamiento en declarar sus playas reserva integral del surf. ¡°Sabemos que no tiene vinculaci¨®n legal. Es una simple declaraci¨®n de intenciones. Que proteger las olas es algo intangible dif¨ªcil de concebir. Pero esperamos que con esta acci¨®n desde el Ministerio de Medioambiente se ponga en valor la importancia cultural, econ¨®mica y sobre todo medioambiental de las rompientes de surf¡±, comenta Francisco As¨®n, alcalde de Ribamont¨¢n.
Por supuesto, no solo protegen sus olas, el entorno de Ribamont¨¢n es paradis¨ªaco. La gran luna de m¨¢s de siete kil¨®metros que conforman las playas de Somo y Loredo, la espectacular playa de Langre, orlada por dos gigantes de granito, o la curiosa playa de Galizano que se extiende r¨ªa adentro lejos del mar, pero cuyo vaso marino proporciona olas que son una delicia para los surfistas, justifican por si solas una protecci¨®n integral. Y es que el ambicioso proyecto de surf, no se limita a las playas, toda la comarca de Ribamont¨¢n respira la filosof¨ªa de esta disciplina camuflada en el paisaje c¨¢ntabro. El cuidado de los pastos, las monta?as, los caminos, los bosques forman una atm¨®sfera donde el surfista se sumerge. Las surf houses, donde se alojan y se cuece toda la actividad surfista, viven en la arquitectura tradicional sin romper la est¨¦tica de la zona.
Formaci¨®n a todos los niveles
En la comarca de Ribamont¨¢n, se protege el entorno y se siembran las semillas de los futuros deportistas de las olas. El campamento PequeSurf, patrocinado por el Ayuntamiento, ofrece el primer contacto con las tablas y el mar a los m¨¢s peque?os y a chicos con necesidades especiales, como los ni?os con autismo, para los que el surf puede ser un elemento integrador y catalizador de estos chavales. El futuro comienza justo en el moderno centro municipal de la playa de Somo, que es donde tienen lugar estos campamentos.
Pero aunque se pueden encontrar olas para que los m¨¢s peque?os se inicien en este deporte, todo surfista encuentra el spot perfecto para satisfacer sus necesidades. ¡°En las playas de Somo y Loredo tenemos todo tipo de olas para todo tipo de surfista. Desde olas ¡°azules¡± para los debutantes hasta olas rojas para los expertos y olas negras para los pro de primer orden¡±, explica el alcalde Francisco As¨®n.
Y las escuelas que operan, sobre todo en Somo y Loredo, aprovechan las cualidades de estas costas ofreciendo cursos a todos los niveles. Desde iniciaci¨®n a cualquier edad, pasando por perfeccionamiento (realizar un 360, por ejemplo) hasta preparar el certificado de instructor de surf. ¡°Yo te garantizo que a una persona que nunca ha surfeado le convertimos en surfista aut¨®nomo en 10 d¨ªas¡±, asegura Dami¨¢n Freeman, gerente de la escuela y surf house La Curva.
Somo es adem¨¢s la sede de la Federaci¨®n C¨¢ntabra de Surf, y en sus instalaciones, el Centro de Surf, se celebran todo tipo de eventos: desde la organizaci¨®n de campeonatos a congresos t¨¦cnicos. Y si no fuese suficiente, a tan solo cinco minutos andado, se encuentra la Escuela C¨¢ntabra de Surf, la decana de la regi¨®n, que en breve abrir¨¢ un centro de alto rendimiento. Somo es como un peque?o campus universitario donde las ciencias y las humanidades versan sobre la misma disciplina: el surf. Uno no puede pasear por sus calles sin ver una tabla colgada en cualquiera de sus comercios o edificios, un cartel se?alando la direcci¨®n a una escuela de surf o toparse con enormes murales, bellas obras de arte dise?adas por afamados artistas como Okuda y Waone, que plasman la cultura de las olas.
Pero no solo el arte, tambi¨¦n la historia del surf en Espa?a se encuentra en Ribamont¨¢n. En cualquier instante uno puede toparse con Laura Revuelta, la primera mujer surfista de Espa?a, atendiendo en su tienda, o con Meco, pionero del surf patrio, ya sea colocando tablas en su escuela o cogiendo, todav¨ªa, olas en la rompiente.
La universidad del surf con dormitorios acordes
Pero donde palpita el alma del surf, adem¨¢s de en el pico de las olas, es en las surf houses regadas por toda la comarca. Desde antiguas casas solariegas c¨¢ntabras convertidas en parques tem¨¢ticos surferos o modern¨ªsimos hoteles enfocados a ese deporte, uno puede disfrutar del fuego de campamento, voley playa, slackline, sesiones de yoga o m¨²sica en directo. Los dormitorios suelen ser comunes con innovadoras literas para recuperarse de un d¨ªa intenso en el mar. Las surf houses son el sitio ideal para forjar amistades con otros amantes de las olas.
Ola de Santa Marina
La joya de la corona de la reserva, frente a la isla de Santa Marina, de la que m¨¢s orgullosos se sienten en Ribamont¨¢n al Mar. Con fama mundial, todos la conocen, pero pocos pueden cabalgarla. Es una ola derecha muy larga y potente que puede alcanzar una envergadura entre metro y medio y los cinco metros. Un sue?o solo al alcance de los m¨¢s expertos.
No solo surf
Aunque estamos en el centro de europeo del surf, hay muchas m¨¢s cosas que se puede hacer a parte de cabalgar olas. Por ejemplo, los d¨ªas sin olas se pueden golpear las tablas en los skatepark de Somo, una peque?a Venice Beach, o disfrutar del nuevo Pump Track en Loredo, 1.000 metros cuadrados de inercias y peraltes dise?ada para novatos y expertos.
Pero si lo que le apetece es coger la bici o disfrutar de un paseo senderista por la naturaleza, existe una ruta de unos seis kil¨®metros que dibuja el borde de los acantilados de una belleza excepcional. Y si se quiere conocer la comarca de Ribamont¨¢n, nada mejor que completar las siete rutas que recorren sus costas, bosques y mieses, llenas de naturaleza y cultura.
Cuadro gu¨ªa
- Dormir: Hostel Plea, la nueva maravilla surf de Loredo; Hotel Bxemon, a cinco minutos de la playa de Somo.
- Comer: El Gale¨®n, el Cant¨¢brico en la mesa; EnUno la fusi¨®n de la cocina brasile?a y japonesa; Irons Burguer, pasi¨®n surf.
- Acci¨®n: Escuela C¨¢ntabra de Surf, Latas Surf, La Curva, Mecolay.
- Spots: Spots de Ribamont¨¢n.
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