El Tour traza la etapa m¨¢s espectacular con las redes sociales
Hasta Saint ?tienne el pelot¨®n se enfrenta el s¨¢bado a puertos por carreteras vecinales en un recorrido sugerido por los mapas de calor de Strava
Alaphilippe salta como un tap¨®n de champ¨¢n en Champagne y en la cuesta de Mutigny dibuja el momento m¨¢s ciclista del Tour; Alaphilippe ataca desesperado porque pierde el maillot amarillo en una cuesta de tierra blanca de la que sus ruedas levantan un polvo blanco que ti?e las fotograf¨ªas de antig¨¹edad. Y todos suspiran. La prolongaci¨®n terrosa de la Planche des Belles Filles no cost¨® mucho trabajo imaginarla; descubrir la cuesta de Mutigny, s¨ª. Requiri¨® una herramienta del futuro.
El ciclismo es un viaje a un pasado idealizado y el Tour su veh¨ªculo. Se venera a los ciclistas a la antigua, como Alaphilippe, en recorridos que se cree antiguos, ajenos a la civilizaci¨®n. ¡°El Tour comenz¨® corri¨¦ndose por las carreteras nacionales, despu¨¦s se hizo con las departamentales, ahora ya buscamos las carreteras comunales y de aqu¨ª a nada acabaremos en caminos de tierra¡±, pronostica Thierry Gouvenou, responsables de los trazados de las etapas. ¡°El espect¨¢culo pide subidas nuevas, pide recorridos aut¨¦nticos. Y Strava y otras redes sociales nos ayudan a descubrirlas¡±.
La red social Strava es el arma del siglo XXI que permite al Tour regresar a sus or¨ªgenes ¨¦picos, cuando el Tour antes que una carrera era una aventura de supervivencia. Es una mina de datos. No hay ciclista que no tenga su perfil en la red social que refleja los recorridos que hace todos los d¨ªas para entrenarse o para disfrutar, el tiempo que invierte en cada subida, la pendiente que supera, la longitud de los puertos que encadena¡ Y genera r¨¢nkings que las m¨¢ximas figuras, empezando por Valverde, se pegan por encabezar. Todo queda registrado en la red y permite elaborar, por ejemplo, unos mapas de calor que reflejan los h¨¢bitos de los cicloturistas y globeros de cada comarca, qu¨¦ carreteras usan m¨¢s, qu¨¦ caminos, qu¨¦ subidas. ¡°Es un indicio ante el que no podemos cerrar los ojos¡±, dice Gouvenou.
¡°Para dibujar el Tour mi ¨²til principal es mi propia experiencia y la de mis compa?eros. No solo dibujamos el Tour, tambi¨¦n Dauphin¨¦ y Par¨ªs-Niza, y creemos que lo conocemos todo, pero no. A veces no es suficiente lo que sabemos¡±, explica Gouvenou, que ha sido ciclista y ha corrido muchos Tours. ¡°Las nuevas redes sociales me permiten estudiar un poco la regi¨®n antes de ir sobre el terreno y ver si hay cosas interesantes para nosotros¡±.
En la etapa de ?pernay que gan¨® Alaphilippe, la nueva tecnolog¨ªa ayud¨® un poco. De la de hoy, la que parte de M?con, el pueblo de Griezmann, y atravesando los vi?edos de Beaujolais de suaves colinas llega hasta la m¨¢s abrupta Saint ?tienne, y en 200 kil¨®metros clava cinco puertos de segunda ins¨®litos y dos de tercera en una especie de Lieja comprimida, bien se podr¨ªa afirmar, dice Gouvenou, que es la etapa Strava del Tour del 19. ¡°La red social ayuda sobre todo en regiones a las que no vamos mucho. En Pirineos o Alpes, no. De col a col se conoce todo, de Galibier a Croix de Fer o de Tourmalet a Aubisque. No necesito el Strava para saberlo. Pero para la etapa de M?con-Saint ?tienne, s¨ª. El Tour no pasa mucho por all¨ª y quer¨ªamos hacer una etapa dif¨ªcil. Es algo muy nuevo y va a sorprender a los corredores¡¡±
Siguiendo un camino de cruces --Croix Montmain (6,1 kil¨®metros al 7%), el Croix de Thel (4,1 kil¨®metros al 8,1%), la Croix de Part (4,9 kil¨®metros al 7,9%) y el Aveize (5,2 kil¨®metros al 6,4%) y la cota final, y bonificada, a 13 kil¨®metros de meta, de La Jailli¨¨re (1,9 kil¨®metros al 7,6%)-- el pelot¨®n se introducir¨¢ por carreteras rurales estrechas y tan empinadas solo habituadas, como el pav¨¦s de la Roubaix, al paso de tractores y otros veh¨ªculos agr¨ªcolas, al olor de los purines, al dos caballos del panadero. Un sumersi¨®n en la Francia m¨¢s profunda con la br¨²jula de Strava.
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