El asombro de Fernando Carro al batir un r¨¦cord de 17 a?os
El madrile?o rebaja en 2s el r¨¦cord nacional de 3.000 metros obst¨¢culos en poder de Luis Miguel Mart¨ªn Berlanas desde 2002
¡°Correr siempre se nos ha dado bien en nuestra familia, especialmente de la polic¨ªa¡±. Con la frase con que se entra en La soledad del corredor de fondo podr¨ªa entrarse tambi¨¦n en la vida atl¨¦tica de Fernando Carro, el joven del barrio de Canillejas, Madrid, que empez¨® a correr por la calle huyendo de los fachas que le que quer¨ªan pegar. Pero mientras Colin, el atleta alado que protagoniza la pel¨ªcula inglesa ¨C¡°?y por qu¨¦ est¨¢s aqu¨ª?¡±, le preguntan en el reformatorio en el que ingresa por haber robado unas libras, a lo que responde: ¡°por no haber corrido lo suficiente¡±¡ªdescubre el valor revolucionario de la derrota, de dejarse ganar por uno m¨¢s lento para fastidiar al patr¨®n, para Carro, de 27 a?os, tambi¨¦n la victoria puede y debe ser revolucionaria.
El atletismo es la pelea por ganar, por llegar m¨¢s lejos. Por llegar tan lejos como lleg¨® el viernes por la noche en la pista del Louis II de M¨®naco, donde bati¨® el r¨¦cord de Espa?a de 3.000m obst¨¢culos, la prueba de los peleones.
El subcampe¨®n de Europa lo hizo con una marca tan inaudita (8m 5,69s, 10s mejor que su mejor marca hasta el momento), que le cost¨® trabajo cre¨¦rsela. Rebaja en casi 2s los 8m 7,44s de Luis Miguel Mart¨ªn Berlanas, r¨¦cord nacional desde hace 17 a?os. Tiene tal nivel la marca que es la cuarta europea de todos los tiempos, a algo m¨¢s de cinco segundos del r¨¦cord continental del franc¨¦s Mekhissi (8m 0,09s).
Carro vive el atletismo y lo respira, y respira agitado a¨²n, pocos minutos despu¨¦s de batir el r¨¦cord, cuando relata su carrera con el asombro infantil de los inocentes. ¡°Creo que me enga?aron. Dijeron que iban a pasar el primer mil en 2.40m y lo pasaron en 2.37m. Yo no lo sab¨ªa. Iba a mi ritmo y los vi alejarse tanto que pens¨¦ que o yo iba muy mal o ellos muy r¨¢pidos. Cuando pas¨¦, y vi que estaba en 2.42m, el paso ideal que yo quer¨ªa, ya me convenc¨ª de que el que estaba muy bien era yo, y a por el r¨¦cord me fui¡±, cuenta Carro por tel¨¦fono desde M¨®naco. ¡°Corr¨ª con todo lo que ten¨ªa dentro y acab¨¦ tan fuerte y me pas¨¦ en la ¨²ltima curva, gritando que voy, que voy, y no pod¨ªa m¨¢s. Pas¨¦ y mir¨¦ el cron¨®metro, que acaba de saltar un n¨²mero y vi que pon¨ªa 8.07¡ y me vine un poco abajo, pero, desde las gradas, mi agente, Mostaza, me dijo que no, que hab¨ªa batido el r¨¦cord. Yo pens¨¦ que hab¨ªa hecho 8.06, y cuando vi el 8.05 no me lo pod¨ªa creer¡±. El que voy, que voy, se lo gritaba mentalmente al grupo de cinco atletas africanos que marchaban delante de ¨¦l, lejos a¨²n en la r¨ªa, y a los que se acerc¨® como el rayo casi, y los alcanz¨® en la l¨ªnea. Termin¨® cuarto una prueba de la Diamond League en la que se impuso el gigantesco marroqu¨ª Soufiane el Bakkali con la mejor marca mundial del a?o (8m 4,82s).
La medalla de plata de Carro en el Europeo de Berl¨ªn el verano pasado, justamente tras Mekhissi, supuso para su entrenador, Arturo Mart¨ªn, la primera medalla absoluta tras el oro de Arturo Casado en el 1.500m del Europeo de Barcelona en 2010; el magn¨ªfico r¨¦cord de Carro ayudar¨¢ al t¨¦cnico madrile?o a borrar recuerdos del pasado y a confirmar que la forma de llevar al grupo de j¨®venes mediofondistas a los que entrena, paciente, muy paciente, y muy limpia, es el ¨²nico camino. ¡°Le debo este r¨¦cord a tanta gente que temo olvidarme de algunos¡±, dice Carro, siempre emocionado. ¡°Los Arturos, claro, y, sobre todo, a los compa?eros de entrenamiento, los de 1.500m y 800m, Valladares, Ramos, Adri¨¢n, Sergio¡ Se machacan tanto y tan r¨¢pido que me llevan siempre con el gancho, y hago unos entrenamientos espectaculares gracias a ellos. Tendr¨¦ que seguir motiv¨¢ndolos para llegar fuerte al Mundial de Doha, en octubre¡¡±
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