La desdicha de Federer: ¡°No puedo cre¨¦rmelo¡±

Son tiempos de contradicci¨®n en el tenis. Parad¨®jicamente se reclaman nuevas figuras que se resisten a llegar, pero en el fondo asusta imaginar una nueva ¨¦poca sin un tridente que est¨¢ llevando el concepto de la competici¨®n hasta l¨ªmites insospechados. Pese a que la raqueta ha fraguado hist¨®ricamente rivalidades maravillosas, ninguna como la que han ido construyendo Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic a lo largo de las dos ¨²ltimas d¨¦cadas. Pugnan entre ellos, pero el trasfondo de la lucha tiene mayor profundidad y los tres se han quitado las caretas.

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¡°Me encantar¨ªa ganar el m¨¢ximo n¨²mero de Grand Slams posibles. No creo que ninguno de nosotros est¨¦ jugando por diversi¨®n, sino por ser el mejor¡±, expone abiertamente el serbio, que revalid¨® el t¨ªtulo obtenido el a?o pasado despu¨¦s de una final ¨¦pica, convirti¨¦ndose en el primer tenista que gana una adjudic¨¢ndose tres tie breaks. Volvi¨® a masticar la hierba de la central inglesa Djokovic, que asest¨® un golpe certero a la carrera hacia el infinito. Elev¨® su decimosexto trofeo del Grand Slam y priv¨® a Federer de su novena sinfon¨ªa en Londres, del que hubiera sido el vigesimoprimer major del suizo.

Golpe duro para ¨¦l, pues.

¡°Siento que he perdido una oportunidad incre¨ªble, no puedo cre¨¦rmelo¡±, admiti¨® ante los periodistas RF, que en 2010 y 2011 ya cedi¨® contra Djokovic en las semifinales del US Open, las dos veces, habiendo dispuesto de dos match points. ¡°Quiz¨¢ me siento triste, decepcionado, enojado... Sinceramente, no s¨¦ qu¨¦ siento en este momento¡±, prolong¨® con una decepci¨®n muy evidente, reflejada tambi¨¦n en el lenguaje corporal. ¡°Soy el perdedor las dos veces, as¨ª que es la ¨²nica similitud que encuentro...¡±, cerr¨® con un leve toque de humor cuando se le plante¨® el paralelismo con la final perdida ante Nadal en 2008.

Durante el ¨²ltimo lustro, Federer (37) regres¨® de las tinieblas y alz¨® tres grandes trofeos, pero contabiliza otras tres finales perdidas. Mientras tanto, despu¨¦s de otro periodo sombr¨ªo, Djokovic (32) activ¨® el turbo hace exactamente un a?o y hay muy pocos que puedan ponerle freno. Se trab¨® en Par¨ªs en una cita tormentosa con Dominic Thiem, pero el resto de apariciones en los escenarios de m¨¢xima alcurnia las cuenta por victorias. Son ya cuatro majors desde el impulso cogido en Londres la temporada pasada, y en septiembre tendr¨¢ a tiro igualar sus estaciones m¨¢s prol¨ªficas, 2011 y 2015, cuando celebr¨® tres en cada una.

Ese ¨²ltimo a?o abri¨® una extraordinaria secuencia que tuvo un peligroso par¨¦ntesis tras conquistar por primera vez Par¨ªs, en 2016, y que le ha conducido a festejar nueve grandes t¨ªtulos durante el ¨²ltimo lustro. En esta franja tan solo se le escap¨® la final del US Open de hace tres a?os, frente a Stan Wawrinka. E intimida ahora con 16 majors, acechando peligrosamente a Nadal, este con 18. El mallorqu¨ªn encuentra un seguro de vida en Roland Garros, pero m¨¢s all¨¢ de las fronteras del Bois de Boulogne solo ha sido capaz de triunfar ¨²ltimamente en Nueva York, hace dos ejercicios.

Nadal sufri¨® un vac¨ªo significativo de 2014 a junio de 2017, pero despu¨¦s se repuso y en las tres ¨²ltimas campa?as se ha hecho con cuatro premios mayores. No obstante, queda ya lejano el triplete dorado de 2010, cuando se encumbr¨® en Francia, Londres y Nueva York, esta ¨²ltima ciudad ya en el punto de mira de Djokovic, porque as¨ª lo exige el calendario. En la recta final del verano, el circuito viajar¨¢ al cemento norteamericano y ah¨ª dispondr¨¢ Nole de otra oportunidad para dar otro paso de gigante hacia su inmenso objetivo.

¡°Cuando era un ni?o sol¨ªa hacer los trofeos con diferentes materiales en mi habitaci¨®n¡±, contaba este domingo el de Belgrado sobre el c¨¦sped de Wimbledon. ¡°Mentalmente ha sido el partido m¨¢s exigente que he jugado nunca. F¨ªsicamente, la final contra Nadal en Australia [2012] me exigi¨® m¨¢s, pero a nivel mental esto ha sido de otro nivel...¡±, puntualiz¨®. ¡°Esta final figura entre las tres mejores finales que he jugado, y adem¨¢s contra uno de los grandes de la historia de nuestro deporte. Es irreal ganar despu¨¦s de levantar dos pelotas de partido. Es extra?o jugar un tie break en el quinto set¡­ Todos estaban sufriendo, mis padres tambi¨¦n, a los que agradezco que hayan venido¡±, prolong¨® Djokovic, que manda en los cruces particulares contra Federer por 26-22.

¡°Ha sido un partido que se recordar¨¢ durante mucho tiempo, pero yo tratar¨¦ de olvidarlo lo m¨¢s pronto posible¡±, afirm¨® mientras el de Basilea, que gan¨® su primer Grand Slam en 2003, c¨®mo no, en Londres. ¡°Intentas olvidar y coger las cosas buenas de este partido que son much¨ªsimas. Es como en 2008... Volver¨¦ a verlo y pensar¨¦ que no estuvo tan mal despu¨¦s de todo. Por ahora duele, como deber¨ªa, como cualquier derrota aqu¨ª¡±, continu¨®, lamentando su desdicha: gan¨® m¨¢s puntos (218-204) y m¨¢s juegos (36-32); produjo m¨¢s winners (94-54) y se impuso en la red; (78-63%), obtuvo m¨¢s puntos con primeros (79-74%) y con segundos (51-47%); e hizo m¨¢s breaks (7-3).

Pese a todo, perdi¨®.

Sea como fuere, ¨¦l, Djokovic y Nadal se han hecho con los 11 ¨²ltimos majors, con 50 de los 58 m¨¢s recientes. Tan solo Andy Murray (3), Wawrinka (3), Juan Mart¨ªn del Potro (1) y Marin Cilic (1) han conseguido interferir en mitad de una soberan¨ªa fuera de lo normal en el deporte.