El Open declara la guerra al pl¨¢stico

Jon Rahm termina de dar bolas y bebe un buen trago de agua. Lo hace en una botella de acero inoxidable, de color azul, con su nombre en peque?as letras blancas en la parte inferior. No es el ¨²nico accesorio especial que los golfistas tienen durante el Open. La bolsa de palos de Rahm est¨¢ tuneada con la figura de unos hex¨¢gonos que recuerdan a las famosas columnas de basalto cercanas a Portrush, y el interior del bolsillo est¨¢ forrado con dibujos sobre el whisky irland¨¦s. Pero esa botella azul s¨ª que representa algo m¨¢s. Es el s¨ªmbolo de la guerra del Open Brit¨¢nico contra el pl¨¢stico. Apenas ning¨²n recipiente de este material se ve estos d¨ªas en el campo, y si lo hay es de alg¨²n despistado que no se ha enterado de la campa?a del grande brit¨¢nico por el medio ambiente.

Los jugadores tienen una botella de metal que pueden rellenar con agua de unas latas que se encuentran en peque?as neveras en cada tee. El Open ten¨ªa previsto repartir unos 5.000 recipientes de acero entre los seguidores, y est¨¢n a la venta por menos de cinco libras (no se distribuyen de pl¨¢stico). Y en el campo hay una especie de estaciones de autoservicio en las que los seguidores pueden rellenar de agua sus propias botellas, y donde se lee bajo la imagen de un envase: El enemigo n¨²mero 1 del oc¨¦ano. La organizaci¨®n insta a los aficionados a traer de casa sus propios recipientes. Todo forma parte de una campa?a para el cuidado de los oc¨¦anos en un campo pegado al Atl¨¢ntico ¡ªla playa besa los hoyos cinco y seis¡ª.

¡°El Open tiene una estrecha relaci¨®n con la naturaleza y con las costas de los links. Es importante salvaguardarlos para las futuras generaciones. Hemos visto el destructivo impacto del pl¨¢stico en los oc¨¦anos. Su contaminaci¨®n es una epidemia, y por eso queremos eliminar todas las botellas de pl¨¢stico del Open y animar a los jugadores y seguidores a que usen materiales alternativos y sostenibles¡±, explica Martin Slumbers, director ejecutivo del Royal and Ancient.