Una afortunada Argelia se proclama campeona de ?frica
El tempranero gol de rebote de Bounedjah entrega a su pa¨ªs su segundo t¨ªtulo tras 29 a?os de sequ¨ªa y decanta una final de escasa calidad ante Senegal
Argelia se proclam¨® en El Cairo campeona de ?frica por segunda vez en su historia, tras derrotar con un afortunado gol de rebote a Senegal en la final. El conjunto argelino levanta de nuevo el cetro 29 a?os despu¨¦s de su ¨²nica conquista, y lo hace tras completar un torneo en el que ha demostrado su enorme calidad t¨¦cnica y a pesar de una final en la que tras el tanto de Bounedjah decidi¨® resguardarse en su campo y defender la diferencia. Senegal, valiente y atrevida, se qued¨® con la miel en los labios y deber¨¢ esperar para inscribir su nombre en la lista de campeones. El partido result¨® entretenido por la intensidad, aunque no reflej¨® todo el potencial de dos de las selecciones que cuentan varios de los mejores jugadores del continente.
SENEGAL, 0 - ARGELIA, 1
Senegal: Gomis; Gassama, Kouyate, San¨¦, Sabaly; Ndiaye (Diatta, m. 59), Gana Gueye; Man¨¦, Saivet (Diagne, m. 75), Sarr; Niang (Balde, m. 85). No utilizados: Diallo, Ciss, Cisse, Konate, N'Diaye, Thioub, Wague.
Argelia: M'Bolhi; Zeffane, Mandi, Benlamri, Bensebaini; Guedioura; Mahrez, Feghouli (Tahrat, m. 85), Bennacer, Youcef Belaili (Brahimi, m. 84); Bounedjah (Slimani, m. 89). No utilizados: Doukha, Halliche, Fares, Ounas, Boudaoui, Delort, Oukidja, Abeid, Attal.
Gol: 0-1. M. 2. Bounedjah.
?rbitro: Neant Alioum (CAM). Amonest¨® a Bensebaini, Youcef Belaili, Gueye, Gassama, Mandi, Guedioura,
Estadio Internacional de El Cairo.
A pesar de su variado repertorio t¨¦cnico, Argelia, contra toda l¨®gica teniendo en cuenta el poco tiempo discurrido (solo dos minutos), se agarr¨® al gol de Bounedjah, un disparo lejan¨ªsimo que lanz¨® al cielo San¨¦ y acab¨® sobrepasando a Gomis. Se convirti¨® en ese momento el conjunto que dirige Djamel Belmadi en un n¨¢ufrago agarrado a una tabla, eso s¨ª a medio metro de la orilla. Perdi¨® la voluntad de participar en el partido y qued¨® reducida a un equipo reactivo, totalmente contrario al que hab¨ªa disputado el torneo hasta el momento. Senegal, en parte embravecida por la mala suerte, se lanz¨® a por el bal¨®n, se agarr¨® a las piernas de Man¨¦ y poco a poco fue tratando de deshacer el entuerto.
El problema es que sus recursos ofensivos carecen de alternativa al margen de los arreones del jugador del Liverpool, por lo que ni siquiera por alto, uno de sus fuertes, logr¨® convertir la presencia continuada en el campo rival en peligro firme. Argelia mantuvo su interpretaci¨®n secundaria, pero compiti¨® de igual a igual en el duelo f¨ªsico. Si bien, por momentos el partido no fue un dechado de virtudes t¨¦cnicas, el empuje s¨ª que estuvo a la altura. El problema de esta batalla a pie de hierba, es que deja demasiadas jugadas inconcretas, y adem¨¢s, prisioneros por todas pares. Cada ca¨ªda al suelo, daba igual qu¨¦ camiseta vistiera el jugador afectado, parec¨ªa la ¨²ltima en la carrera deportiva del susodicho. Vueltas y golpes sobre la hierba por meros choques, zancadillas o empujones de medio pelo.
El nivel de revoluciones alcanz¨® su punto ¨¢lgido al borde del final de la primera parte, lo que deriv¨® en una peque?a t¨¢ngana cuando los jugadores se dirig¨ªan al t¨²nel de vestuarios. La gresca no fue a mayores, especialmente porque hab¨ªa un segundo acto por disputarse y porque el ¨¢rbitro del partido, el camerun¨¦s Neant Alioum, no parec¨ªa muy decidido a llevarse la mano al bolsillo de la camisa por batallas menores.
Osada como es la defensa senegalesa, Argelia trat¨® de agarrarse a las bravatas de sus marcadores para ganar espacio y generar sorpresa, si es que eso era posible con balones largos sin ninguna creaci¨®n a?adida. Los senegaleses se adue?aron de ese juego combinativo del que ven¨ªan presumiendo sus rivales para intentar hacer bueno ese paso atr¨¢s cada vez m¨¢s notable de los argelinos. Los disparos de Sabaly, Niang y Sarr fueron el mejor bot¨ªn que lograron sacar, sin que ninguno de ellos cruzara la l¨ªnea de gol. A todos ellos les precedi¨® un penalti que primero fue y despu¨¦s no tras la intervenci¨®n del VAR por manos de Guedioura.
Ni siquiera este susto vari¨® el ¨¢nimo de Argelia, que continu¨® con su guerra de guerrillas para tratar de recortar los segundos a un cron¨®metro que le acercaba cada vez m¨¢s al sue?o del trofeo. No cedi¨® ni por alto ni por bajo y agarr¨® un t¨ªtulo de campe¨®n que acab¨® encumbrado a Bennacer, elegido mejor jugador de la Copa de ?frica a pesar de su escasa contribuci¨®n en la final.
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