Espa?a puede con el plan y el f¨²tbol de Italia

Se sabe que Espa?a pretende un f¨²tbol atildado, un juego que se expresa a trav¨¦s del pase y la posesi¨®n. Tambi¨¦n se conoce que Italia no tiene tan acentuado el gusto por el toque, pero s¨ª una ambici¨®n competitiva desmesurada desde la cuna como bien explic¨® la selecci¨®n Sub-19, que jug¨® a la italiana, p¨ªcara para disputar el primer tiempo con el viento a favor ¡ªas¨ª lo decidi¨® tras el sorteo¡ª y aguantar el chaparr¨®n y lo que hiciera falta en el segundo acto. Pero les sali¨® rana la t¨¢ctica a los azzurri, que s¨ª se avanzaron en la primera parte pero que, empe?ados en cerrar su porter¨ªa antes que en perforar la contraria, acabaron por besar la lona. Derrota que les descabalga del Europeo y que permite a Espa?a alcanzar la semifinal como segunda de grupo (tras Portugal) ante Francia.

La ruta de ataque italiana era simple y reiterativa, siempre con el pase directo desde la defensa a los movimientos de los tres hombres avanzados. La peleaba Petrelli, que o bien pon¨ªa el pecho para bajar el esf¨¦rico y hacer jugar al equipo con las llegadas desde la segunda l¨ªnea; o bien peinaba para la carrera de Merola. Pero casi siempre la ped¨ªa Raspadori, h¨¢bil para girarse y leer los desmarques de sus puntas. Aunque la ofensiva no incomod¨® en exceso a Espa?a, que dio un paso atr¨¢s desde la medular y un paso al frente desde la zaga para estrechar los espacios y reducir el margen de maniobra, por lo que la pelota se qued¨® en sus botas.

M¨¢s recursos ofensivos exhibi¨® la selecci¨®n de Santi D¨¦nia. Lo intentaron sin demasiado ¨¦xito Ferran Torres y Bryan Gil por los costados, prodigiosos en el quiebro pero poco atinados en los centros, condicionados por las rachas de viento. Por lo que cobr¨® protagonismo Sergio G¨®mez, que movi¨® al comp¨¢s y con la izquierda a todo el equipo. Recortes, pases con el exterior y un manual de c¨®mo escabullirse de la presi¨®n rival con y sin la pelota entre los pies. Pero apenas conect¨® con Abel Ruiz ¡ªcuando lo hizo, el delantero se revolvi¨® en el ¨¢rea para inventarse un disparo que le gui?¨® el ojo al poste por fuera¡ª y el equipo pareci¨® quedarse a medias. Sobre todo cuando Merola, en una falta frontal, cogi¨® carrerilla, le peg¨® con el interior e hizo diana porque Tenas dio un paso hacia el costado opuesto y ya no volvi¨®. Un gol que sellaba la mitad del plan italiano, pero no la voluntad de Espa?a, que replic¨® de inmediato con una vaselina de Moha y un cabezazo de Miranda que por poco no hacen diana.

Con el viento a favor, Espa?a se instal¨® en casa del rival, de nuevo con las alas abiertas. Un centro de Torres por poco no se lo traga Carnesecchi y otro de Sergio G¨®mez lo complet¨® Moha con un remate que solo el portero pudo desbaratar. Tambi¨¦n lo prob¨® Miranda con un disparo lejano. Pero fue en un c¨®rner de Sergio G¨®mez cuando Italia, en botas de Gavioli, se hizo un gol en propia. Energ¨ªa para Espa?a, que poco despu¨¦s resolvi¨® el catenaccio ¡ªItalia ya hab¨ªa quitado un punta por un medio y acab¨® con dos menos, expulsados¡ª y el entuerto con un penalti que transform¨® Ruiz.

Espa?a est¨¢ en la semifinal porque, por una vez, a Italia le fall¨® el mismo plan de siempre.