De tanto ganar, Toni Bou ya no tiene miedo a perder

Toni Bou es una bestia indomesticable. Lo admite ¨¦l mismo y a?ade con ¨¦nfasis: ¡°Soy bastante animal¡±. El pluricampe¨®n de trial encadena 13 a?os seguidos adjudic¨¢ndose t¨ªtulos mundiales, al aire libre y en la modalidad indoor. Con 32 a?os, el piloto de Montesa-Honda alimenta su voraz gen competitivo con una dieta uniforme: victoria permanente. Ha ganado todas las carreras de esta temporada y se coron¨® campe¨®n por decimotercera vez consecutiva el pasado domingo en Francia, cuando todav¨ªa falta para disputarse la ¨²ltima carrera del calendario, prevista para finales de septiembre en La Nucia (Valencia).

¡°Para un deportista es fundamental estar motivado¡±, admite, y explica que ¡°las ganas de ganar¡± las lleva de serie. Para entonarse, no necesita los consejos motivacionales de un psic¨®logo ni la ayuda de ning¨²n coach. ¡°Para m¨ª es una cosa innata, pero es verdad que si vas logrando tus objetivos es m¨¢s f¨¢cil seguir¡±, relata. Su anhelo de victoria es proporcional al ataque de amnesia que sufre cuando se monta en la moto: ¡°Empiezo de cero cada vez¡±. El sal¨®n de trofeos de su casa lleno a rebosar pero la memoria despejada, ligera como una pluma para no caer en relajaci¨®n. Ni siquiera cuando suena el despertador, los d¨ªas despu¨¦s de una carrera y con el cuerpo magullado por el esfuerzo, se deja vencer por la tentaci¨®n de holgazanear. ¡°La gran ventaja que tengo es que me encanta lo que hago, me lo paso muy bien, este deporte es mi pasi¨®n¡±. Lo certifica Miquel Cirera, director del equipo Montesa-Honda: ¡°El d¨ªa que no se sube en la moto se pone enfermo¡±.

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Con un nuevo mundial en el bolsillo, Bou se va de vacaciones y ya anticipa que est¨¢ contando los d¨ªas para volver a dar gas. Su inagotable adicci¨®n la sacia usando la moto como puntal de su preparaci¨®n f¨ªsica. Y eso que, por culpa de las lesiones, le toca pisar el gimnasio m¨¢s a menudo de lo que le gustar¨ªa. ¡°En los cinco primeros mundiales, al gimnasio casi que ni entraba¡±, confiesa. Saca partido de un poder¨ªo f¨ªsico portentoso. ¡°Desde peque?o lo he tenido, cuando jug¨¢bamos al f¨²tbol no era el que m¨¢s goles met¨ªa pero s¨ª el que m¨¢s corr¨ªa¡±, cuenta. Y se machaca para sobrellevar los achaques de la competici¨®n. El a?o pasado, sufri¨® una seria lesi¨®n en las v¨¦rtebras y tiene las rodillas tocadas. ¡°En el trial no hay velocidad pero es un deporte peligroso¡±, advierte.

El grado de obsesi¨®n que tiene mientras se entrena y cuando encara las zonas, se contrapone a su talante calmo cuando se baja de la moto de trial. Asegura ser un ¡°despistado¡± y exhibe un car¨¢cter distendido y cercano, poco com¨²n en aquellos que son poseedores de un curr¨ªculum de estrella mundial.

Porque Toni Bou creci¨® aplaudiendo los t¨ªtulos de Jordi Tarr¨¦s y Doug Lampkin, siete para cada uno, y est¨¢ a punto de doblar el palmar¨¦s victorioso de sus dos antiguos ¨ªdolos. Se r¨ªe cuando se le ponen las cifras sobre la mesa. ¡°Trece a?os consecutivos ganando es incre¨ªble, no lo pod¨ªa ni llegar a so?ar¡±, dice, y admite que el valor de la haza?a lo saborear¨¢ m¨¢s y mejor el d¨ªa que deje de dar gas y eche la vista atr¨¢s. Mientras, arrastrar un legado tan victorioso acarrea unos peajes. ¡°Si quedo segundo es una derrota¡±, cuenta, y explica que en este terreno ha ido aprendiendo a manejarse mejor. Hasta que cerr¨® su d¨¦cada prodigiosa, diez t¨ªtulos al aire libre y diez m¨¢s indoor, los nervios se lo com¨ªan cuando pensaba que en cualquier momento pod¨ªa fallar. ¡°He perdido el miedo a perder¡±, relata, m¨¢s maduro. Su desaz¨®n ha dado un tumbo hacia planteamientos menos sofocantes. ¡°Tengo que pensar que si llega el d¨ªa que alguien me derrota, recuperarme y volver a ganar ser¨¢ la leche¡±. De momento, y desde hace trece a?os, solo mira al mundo desde el escal¨®n m¨¢s alto del podio.