Aires nuevos, resultado viejo para el Atl¨¦tico

Renovado y chispeante de inicio para empezar a mandar en el partido y con la piel de siempre para terminar de ganarlo, el Atl¨¦tico sum¨® su primera victoria en un duelo exigente desde la solidez del equipo que ten¨ªa enfrente.

Los aires de cambio generacional los delataba la edad media de la alineaci¨®n dispuesta por Simeone, 23,8 a?os de media. Un equipo a¨²n con acn¨¦ que tuvo que medirse contra quiz¨¢ el bloque m¨¢s perrero de Primera, con un promedio de 28 a?os. Una legi¨®n de veteranos resabiados encabezados por Jorge Molina (37) y escoltado por los 31 de Dami¨¢n Su¨¢rez, Fajr , Nyon y los 30 de Jaime Mata. Todos apegados a una idea de juego de morder mucho y conceder poco.

A la complejidad de un encuentro de mucho cabeceo y pocas rendijas tuvo que medirse este nuevo Atl¨¦tico que destil¨® novedades y certezas. La primera, que Llorente tendr¨¢ que ganarse el puesto. Simeone escogi¨® a Thomas como ancla de un atrevido 4-4-2 con Lemar como v¨¦rtice del rombo. En punta Morata y el esperado Jo?o F¨¦lix. El chico interioriz¨® pronto en qu¨¦ clase de partido estaba. Le toc¨® saltar a por un par de peinadas. Y Cabrera le dio el bautizo con un codazo en la cara en otro intento por prolongar una pelota larga. Fajr le dar¨ªa la confirmaci¨®n en el tobillo izquierdo en el segundo tiempo. Roz¨® el gol el rutilante fichaje en las primeras sacudidas del Atl¨¦tico. No lleg¨® por media bota a un centro de Koke, recogedor de un toque muy punzante de primeras de Trippier. Es en los laterales donde se respira m¨¢s vida. Los centrocampistas lo saben y los buscan.

Con el Getafe cerrado por dentro para ponerle los grilletes a Jo?o F¨¦lix, Lemar y Morata, Trippier y Lodi estaban para hacer el campo ancho. Sa¨²l, revoleras incluidas, fue el m¨¢s consciente de ello. Afil¨® un pase con el exterior muy bueno para Trippier, el nuevo due?o de la banda derecha. Thomas tambi¨¦n le dio carrete en la jugada del gol. Ganado el costado y el espacio para meter la rosca, hizo volar un centro muy ingl¨¦s tocado y al coraz¨®n del ¨¢rea. All¨ª se dej¨® vencer Morata para con el impuso meter la frente, girar el cuello y enviar la pelota junto a la base del poste m¨¢s alejada de Soria. Un gol muy de nueve, una especialidad muy propia que Morata domina mejor que los lanzamientos los penaltis. Apenas hab¨ªan pasado 20 minutos y la renovada efervescencia rojiblanca mandaba en el marcador y en el juego. El partido parec¨ªa que terminaba de romperse a su favor con la expulsi¨®n de Jorge Molina. Otra v¨ªctima como Modric de la nueva norma que castiga los pisotones en el tal¨®n con roja directa. Si el Getafe no hab¨ªa cambiado con el gol en contra, menos ten¨ªa pinta de hacerlo en inferioridad num¨¦rica. Sucedi¨® que al poco Lodi tambi¨¦n se fue a la caseta, con una segunda amarilla cuando menos discutible.

Diez contra diez, el partido ya se puso muy de entrenador. Simeone y Bordal¨¢s formaron en 4-4-1 y as¨ª se fueron al descanso y salieron de ¨¦l. La consigna de Simeone fue ya regalar poco y la de Bordal¨¢s arriesgar lo justo. Le dio algo m¨¢s de vuelo a la banda izquierda metiendo a Ra¨²l Carnero, pero no fue a por el partido de verdad hasta que no dio entrada a ?ngel por Dami¨¢n, al que da cierta grima verle jugar como centrocampista por delante del lateral. En ese contexto, Jo?o F¨¦lix desparram¨® en una carrera todo el precio de su fichaje. Un ca?o a Arambarri y un mano a mano de piernas contra Bruno al que retrat¨® y le ara?¨® un penalti. La maradoniana jugada levant¨® al Metropolitano, extasiado ante la galopada del ni?o. Morata le ense?¨® demasiado su golpeo a Soria. M¨¢s de un aficionado pens¨® en el chaval como posible lanzador, pero se impuso las ganas de alimentar la voracidad y la autoconfianza del goleador por encima de un especialista.

Poco tard¨® Simeone en entender que ten¨ªa que ponerse el traje italiano. Lo hizo de manera progresiva. Quit¨® a Thomas por Mario Hermoso para sacar a Sa¨²l del lateral izquierdo y meti¨® a Llorente por Jo?o F¨¦lix, tocado. A Lemar tambi¨¦n termin¨® sent¨¢ndole para que Vitolo estirara al equipo con esas conducciones que tanto alivian cuando sufre. Y sufrir sufri¨® el Atl¨¦tico para no perder el aroma de lo a?ejo. Un pepinazo de ?ngel se estamp¨® cerca de la cruceta. Vitolo tuvo la sentencia tras una contra bien llevada por Morata. Pero Soria tambi¨¦n se empe?¨® en mantener otra vieja se?a del Atl¨¦tico de Simeone. El 1-0.