La en¨¦sima rev¨¢lida de Diego Costa
El goleador hispanobrasile?o, que ha llegado a estar m¨¢s fuera que dentro del Atl¨¦tico por sus lesiones y bajo rendimiento, reaparece tras su sanci¨®n de ocho partidos
Diego Costa (Lagarto, Brasil; 30 a?os) a¨²n conserva el todoterreno que utilizaba en Londres. La m¨²sica a todo meter y verle aparecer conduciendo con el volante a la izquierda forma parte de la cotidianidad del d¨ªa a d¨ªa del Cerro del Espino. A primera hora de la ma?ana o de la tarde, todo el mundo se entera de su llegada a los entrenamientos. Al bajarse del autom¨®vil su silueta no delata episodios anteriores de sobrepeso en su abdomen. Este verano, Costa se ha cuidado, consciente de que este curso se ha constituido en una rev¨¢lida personal.
Sus n¨²meros desde que regres¨® del Chelsea no han cuadrado ni con los 55 millones desembolsados por su retorno ni con los 10 millones de euros netos que percibe al a?o. Siete goles en 23 partidos desde que arranc¨® a jugar otra vez para el Atl¨¦tico a mitad de la temporada 17-18, y 21 encuentros y solo cinco tantos en la 18-19 no responden a las expectativas que gener¨® su vuelta. Recuperado de su ¨²ltima lesi¨®n, esta tarde formar¨¢ en el ataque en la visita del Eibar al Metropolitano (19.00, Movistar LaLiga). Comienza su rev¨¢lida particular. Hasta su lesi¨®n en el amistoso contra la Juventus en Estocolmo, su pretemporada vislumbr¨® al mejor Costa que se recuerda desde su regreso. Ha apadrinado a Jo?o F¨¦lix, que m¨¢s all¨¢ de que parta desde la banda derecha como defiende Simeone o desde la mediapunta, puede convertirle en el goleador que el Atl¨¦tico aguarda desde hace a?o y medio. Durante varios tramos de la temporada pasada, Costa estuvo m¨¢s fuera que dentro del Atl¨¦tico. Unas veces por iniciativa propia en la b¨²squeda de un aumento salarial que el club le neg¨®. Otras, porque la dirigencia as¨ª lo deseaba visto su rendimiento y su historial de lesiones.
Su expulsi¨®n en el Camp Nou que le supuso una sanci¨®n de ocho partidos por acordarse de la madre del colegiado recrudeci¨® su enfrentamiento con la propiedad. El expediente disciplinario interno determin¨® una fuerte multa econ¨®mica basada en los dos meses en los que no pod¨ªa desarrollar su trabajo por estar sancionado. El castigo depar¨® la rebeli¨®n de Costa, que se neg¨® a entrenar. La negativa a cumplir con su trabajo dur¨® un d¨ªa. El club se comprometi¨® a que un perito estableciera la multa definitiva y Simeone, ante la desbandada generalizada que se avecinaba, comenz¨® a lanzar mensajes de que ser¨ªa una pieza fundamental en el proyecto actual.
Nadie en el club le tiene m¨¢s fe a Costa que su entrenador, para el que siempre ha sido intocable m¨¢s all¨¢ de sus estados de forma. El hispanobrasile?o representa para Simeone el delantero ideal. Estira al equipo cuando este est¨¢ agazapado en campo propio o no encuentra salidas de bal¨®n limpias, lo que sucede con frecuencia, y tiene gol, aunque lleva temporada y media sin registros aceptables.
Intocable
Para el Cholo, Costa encarna el alma guerrillera que demanda a su equipo. Si le escucha lanzar improperios a un compa?ero o golpear el bal¨®n violentamente contra las gradas porque en un partidillo de entrenamiento no le llegan balones en condiciones, asiente en silencio. Lo interpreta como una se?al de que est¨¢ enchufado. En forma, es m¨¢s incuestionable a¨²n para el t¨¦cnico, por todo lo que le puede ofrecer. ¡°Es un jugador muy importante para el club, esperemos que esta temporada pueda dar al grupo lo competitivo que es y fuerte como delantero. Ha hecho una gran pretemporada y estar¨¢ con mucha ilusi¨®n¡±, aseguraba ayer Simeone cuando fue inquirido por el regreso de Costa. En la cabeza del entrenador rojiblanco est¨¢ formar una doble punta con ¨¦l y con Morata, lesionado para este domingo. O con Rodrigo, si finalmente se concretara su fichaje. Parte de su discurso de que Jo?o Felix puede jugar en la banda derecha tiene que ver con esa intenci¨®n. Esta tarde, no podr¨¢ ser, pero empezar¨¢ a calibrarse si lo visto en la pretemporada tiene valor.
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