Leclerc esperaba a Spa
Tras dos intentos fallidos, el monegasco de Ferrari estrena su casillero de victorias en la F1 y le dedica el triunfo a Anthoine Hubert, que muri¨® el s¨¢bado tras un accidente
A Charles Leclerc le acompa?a esa aureola que se genera alrededor de algunos pilotos destinados a trascender al ¨¢mbito de la F¨®rmula 1. Esos corredores que a lo largo de su trayectoria son capaces de lanzar ciertos mensajes que llaman la atenci¨®n por su excepcionalidad. Convertirse con 21 a?os en el sustituto de Kimi Raikkonen en Ferrari con vistas a esta temporada invitaba a pensar las esperanzas que hab¨ªa depositado en ¨¦l la Scuderia, muy poco dada a tomar riesgos en aquello relativo a la elecci¨®n de su alineaci¨®n, y que sin embargo hizo una excepci¨®n con el joven monegasco, se?alado por todo el espectro del campeonato como el siguiente diamante en bruto, la misma etiqueta que se le colg¨® en su d¨ªa a Lewis Hamilton, Sebastian Vettel o Max Verstappen. Despu¨¦s de dos intentonas (Bahr¨¦in y Austria) que terminaron con un final de lo m¨¢s amargo, Leclerc fue al fin capaz de cumplir el pen¨²ltimo sue?o que le queda: lograr su primera victoria en la F1.
Las circunstancias hicieron que el chaval no pudiera celebrar como siempre hab¨ªa imaginado una haza?a como esa, dada la tragedia que desde el s¨¢bado encapot¨® el cielo del circuito de Spa. La muerte del franc¨¦s Anthoine Hubert, miembro de la parrilla de la F¨®rmula 2, como consecuencia de un brutal accidente ocurrido en la subida al Raidillon, relativiz¨® todo lo que vino despu¨¦s, incluso un triunfo tan sonado como el de Leclerc, compa?ero y amigo de la v¨ªctima, con quien comparti¨® sus inicios.
¡°El de hoy es un sue?o cumplido que ten¨ªa desde ni?o. Ha sido un gran premio muy complicado. Quiero dedicarle este triunfo a Anthoine, con quien corr¨ªa ya mi primera carrera¡±, declar¨® el ganador en el trazado belga, uno de los puntos de referencia de un calendario cada vez m¨¢s ex¨®tico pero menos aut¨¦ntico. Bernie Ecclestone siempre dijo que con Ferrari y el Gran Premio de M¨®naco ten¨ªa m¨¢s de que sobras para montar un Mundial. Pues bien, este domingo Leclerc se convirti¨® en el primer monegasco en imponerse. Lo hizo, adem¨¢s, enfundado en los colores m¨¢s universales del automovilismo y en un escenario ¨²nico. Y por si eso fuera poco, quedar¨¢ en los libros como el ganador m¨¢s joven de la historia de Ferrari (21 a?os, 10 meses y 16 d¨ªas) y el tercero m¨¢s precoz del certamen.
La machada es especialmente simb¨®lica porque supone, adem¨¢s, la primera vez este curso que el ¡®Cavallino Rampante¡¯ luce en el escal¨®n m¨¢s alto del podio en una temporada que, a priori, deb¨ªa permitir que los b¨®lidos rojos pusieran en jaque el dominio de Mercedes. No obstante, las Flechas de Plata tienen ases escondidos por todas partes, y ni siquiera se les puede descartar en una pista como la de Spa, m¨¢s favorable a los monoplazas de Maranello, cuyo motor les propulsa a toda mecha por esas empinadas cuestas de las Ardenas. De hecho, el equipo italiano no tuvo otra alternativa que sacrificar a Vettel pare tratar de frenar a Hamilton, que fue de menos a m¨¢s una vez hubo pasado por los talleres y que cruz¨® la meta con el morro de su prototipo pegado al trasero del vencedor. El podio lo complet¨® Valtteri Bottas, que termin¨® por delante de un Vettel convertido en jornalero. Carlos Sainz, por su parte, ni siquiera pudo completar la segunda vuelta debido a una aver¨ªa en la unidad de potencia de su McLaren.
Los estrategas de Ferrari eliminaron las opciones de Vettel al reclamar su presencia en el taller con seis y siete vueltas de antelaci¨®n respecto de Leclerc y Hamilton. Unos 42 kil¨®metros que dictaron sentencia y que permitieron que su compa?ero y el brit¨¢nico de Mercedes se lo comieran en unos pocos giros, oblig¨¢ndole incluso a realizar una segunda parada que, eso s¨ª, le permiti¨® adjudicarse la vuelta r¨¢pida. Un desenlace muy gris para el germano en uno de esos fines de semana negros que de vez en cuando zarandean el ¡®paddock¡¯ de la F1.
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