El Sevilla gana al Alav¨¦s y se pone l¨ªder
El equipo andaluz, con dos caras, se impone en Mendizorroza con un tanto de Jord¨¢n
Los dos calendarios m¨¢s populares en Espa?a tienen origen aragon¨¦s. El almanaque que prev¨¦ las inclemencias meteorol¨®gicas es el Calendario Zaragozano; el que disecciona el f¨²tbol de manera artesanal, se denomina Calendario Din¨¢mico. El primero puede prever el clima, eso dicen, pero el segundo nunca conseguir¨¢ adivinar lo que pasar¨¢ en un partido. As¨ª que en Mendizorroza se pod¨ªa saber que despu¨¦s del calor de la primera mitad, llegar¨ªa la lluvia y refrescar¨ªa, pero no que tras un excelente primer parcial del Sevilla, el resultado estar¨ªa en el alero hasta el ¨²ltimo instante.
El Alav¨¦s se siente c¨®modo en la incomodidad, pero frente al Sevilla no encontr¨® postura en los primeros 45 minutos. Se mov¨ªa inquieto, metido en su propia ¨¢rea, atacado por un enjambre de avispas blancas; por la derecha o por la izquierda; por el centro, cuando Ocampos, un tanque, enfilaba hacia Pacheco. El ba?o t¨¢ctico de la primera mitad fue apabullante. El Sevilla aprovech¨® las bandas; la movilidad de Reguil¨®n junto a Oliver, y de Navas, bien servidos por un Banega enchufado. De Jong esperaba en el ¨¢rea, causando tiritonas a la defensa alavesista, que no encontraba consuelo en un Tom¨¢s Pina m¨¢s despistado que de costumbre.
Aunque el primero que pudo marcar fue el Alav¨¦s, en un bal¨®n que recibi¨® Joselu en carrera para plantarse en solitario ante Vaclik y disparar demasiado cruzado, el Sevilla ya hab¨ªa dado muestras de su energ¨ªa antes de ese minuto 7, y la sigui¨® dando despu¨¦s; ahogando a su rival en el medio campo, sin darle tiempo a pensar. El Sevilla se plantaba en el ¨¢rea con preocupante facilidad y pudo marcar enseguida, en un taconazo de Ocampos que se top¨® con el cuerpo de Pacheco; en un disparo lejano de Banega, o en un remate de Jord¨¢n, que el portero del Alav¨¦s sac¨® con el pu?o cuando se colaba el bal¨®n.
Eran minutos de agobio sevillista. La pelota se mov¨ªa de lado a lado sin que nadie vestido de albiazul consiguiera alejarla unos metros, as¨ª que cuando Jord¨¢n lanz¨® la falta que hab¨ªa provocado su equipo al borde del ¨¢rea, ya estaba claro que, de una u otra forma, el gol ten¨ªa que llegar. Lo hizo con un disparo seco a la escuadra, en el que Pacheco fue un espectador m¨¢s. El exjugador del Eibar ha trasladado a Sevilla su eficacia en el bal¨®n parado.
Ten¨ªa que dar un paso adelante el Alav¨¦s en la segunda mitad. Garitano puso en el campo al escoc¨¦s Burke, que fogoso, vio la primera tarjeta del partido en su primer minuto en LaLiga. Mientras ca¨ªa el diluvio en Vitoria, al Alav¨¦s le regres¨® el color a las mejillas. Al Sevilla le empez¨® a faltar aire en los pulmones. Los laterales dejaron de subir por la banda y el medio campo dej¨® de ofrecerse para trabajar las jugadas. El equipo de Lopetegui ense?¨® su cara B, aunque trataba de acercarse a Pacheco en contragolpes, con una defensa local m¨¢s adelantada.
El Alav¨¦s apret¨® lo que pudo durante media hora, pero sin acercarse con peligro a Vaclik, pero con el ¨²ltimo arre¨®n local, al Sevilla le tembl¨® la estructura. El ¨¢rbitro no consider¨® penalti un pisot¨®n en el ¨¢rea a Aleix Vidal y Manu Garc¨ªa quiso ser de nuevo el salvador alavesista, y lo intent¨® en el 88, con un disparo cruzado que se fue junto al poste, y en un remate de furia con la cabeza, que medio campo cant¨® gol, aunque se march¨® fuera. Sufri¨® el Sevilla el ataque ansioso del Alav¨¦s, pero aguant¨® hasta el final, tangana incluida, con cinco tarjetas amarillas, y es l¨ªder en solitario.
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