El nuevo Madrid replica al viejo
El conjunto blanco marca menos goles y encaja m¨¢s que la temporada pasada, completa menos pases y ha perdido el dominio de los partidos a partir de la posesi¨®n
En ese ejercicio de orfebrer¨ªa en el que transitan el Real Madrid y Zinedine Zidane tratando de componer un nuevo estilo de juego a partir de una plantilla parecida a la de la ¨²ltima temporada, derrotas como la encajada ante el PSG (3-0) no hacen m¨¢s que evidenciar lo quim¨¦rico de una obra que contin¨²a dando muestras de su incapacidad de reinvenci¨®n. Tras cinco partidos oficiales, el Madrid reincide en los mismos males que en el mismo periodo de la temporada pasada, y empeora en aquellos que se antojaban imprescindibles para la deseada recomposici¨®n. ¡°Tenemos que mejorar, y vamos a mejorar¡±, replica el t¨¦cnico ante un diagn¨®stico que aboca a un resultado final cuyas recientes consecuencias son bien conocidas en las entra?as del club.
Revisados los cuatro partidos de Liga (Celta, Valladolid, Villarreal y Levante) en los que el Madrid sum¨® dos victorias, una menos que en la temporada 2018-2019, y el reciente chasco ante el PSG en el estreno europeo, el golaverage obtenido denota una p¨¦rdida de pujanza en los dos extremos del campo. Con cuatro goles menos anotados (9 frente a 13), y dos m¨¢s recibidos (9 a 7), solo la parcela de remates realizados mejora la precedente (91 a 77), aunque el bot¨ªn haya resultado notablemente inferior. A pesar de esta mejora general, el mi¨¦rcoles en Par¨ªs complet¨® su primer encuentro en una d¨¦cada sin disparar entre los tres palos de su rival, lo que no se hab¨ªa producido en los 578 choques que complet¨® en ese intervalo.
La ausencia de especialistas en el centro del campo del Real Madrid tiene su reflejo m¨¢s inmediato en el descenso de la producci¨®n de pases, y por tanto de la posesi¨®n de bal¨®n. Si hace una temporada coleccionaba a estas alturas 3.806 intercambios (761 por encuentro), hoy la rebaja es sustantiva: 2.787 (557 de media), lo que ha derivado en una bajada de 12 puntos en el porcentaje del control del bal¨®n: 55,4 a 67,7.
Este desorden estructural se cuela en la composici¨®n de las tablas de futbolistas m¨¢s activos en el campo, y a¨²pa, por ejemplo, a un lateral como Carvajal hasta ser el jugador que m¨¢s asistencias de gol ha dado hasta el momento (2), mientras que solo Benzema (20), Bale (14) y Kroos (10) suman dobles d¨ªgitos en disparos a puerta. Que el alem¨¢n, encargado de contemporizar el juego y ordenar el ataque, sea el jugador del Madrid con m¨¢s recuperaciones de bal¨®n (38, tres m¨¢s que Casemiro) ampl¨ªa el declive de una l¨ªnea de juego que no ha sido reforzada durante el mercado de fichajes de verano.
Para tratar de aumentar el n¨²mero de efectivos en el centro del campo, Zidane ha recurrido a futbolistas como James, no solo recuperado para la causa, sino pieza fundamental hasta el momento, cuyas virtudes asoman, precisamente, cuando se encuentra libre de cualquier tarea burocr¨¢tica para desarrollarse libremente en ataque. Ante el PSG, Zidane volvi¨® a emplear por segundo compromiso consecutivo, y por tercera vez en los seis partidos que van de temporada, el mismo eje con James, Kroos y Casemiro.
De ellos tres, solo Casemiro tiene la obligaci¨®n de abarcar el centro del campo desde la atenci¨®n a los huecos que generan todos los compa?eros que tiene a su alrededor. James y Kroos no atienden a ese concepto de sumisi¨®n t¨¢ctica, que tanto cohesiona a los equipos sin una estructura de presi¨®n ordenada. El alem¨¢n, tan fino en el desplazamiento de bal¨®n como contenido en la brega menos glamurosa, perdi¨® el tim¨®n en Par¨ªs cuando se vio acorralado por Gueye y Marquinhos.
Entre James (8), Kroos (12) y Casemiro (6) perdieron cerca de una treintena de posesiones, y fueron superados en la marca en nueve ocasiones por sus adversarios. Una fragilidad que Zidane justific¨® con la recurrente ¡°falta de intensidad¡±, ¡°de no meter la pierna¡±, que tan poco gust¨® a Casemiro. ¡°No nos ha faltado agresividad. Siempre somos agresivos¡±, replic¨® el brasile?o.
A pesar de que en los primeros 15 minutos, previos al primer tanto de Di Mar¨ªa, la movilidad de James y su buena conexi¨®n con Kroos, resolvieron situaciones de salida de bal¨®n exigentes, el colombiano se difumin¨® del mismo modo que su compa?ero cuando la pelota pas¨® a ser un elemento ajeno a pies de Verratti.
El an¨¢lisis p¨²blico de Zidane respecto de la situaci¨®n del Madrid solo contempla la falta de intensidad como explicaci¨®n. Poco dado a la observaci¨®n num¨¦rica, el franc¨¦s observa el panorama con la intranquilidad de quien conoce de primera mano las sensaciones del vestuario. Su nueva obra se parece a la anterior, aquella a la que lleg¨® con esp¨ªritu restaurador y acab¨® llev¨¢ndole a sus peores d¨ªas como t¨¦cnico.
El encuentro con menos kil¨®metros en diez a?os
La derrota ante el PSG dej¨® en evidencia no solo la flojera del planteamiento t¨¢ctico del partido, sino la limitada exposici¨®n f¨ªsica de sus jugadores. Seg¨²n los datos que remite la UEFA tras los encuentros, el Madrid corri¨® 80.497 metros, la distancia m¨¢s baja durante un partido de Champions desde la temporada 2009-2010. Hasta la visita al Parque de los Pr¨ªncipes, el partido con menos kil¨®metros para los blancos hab¨ªa sido el que les enfrent¨® al Barcelona en el Santiago Bernab¨¦u hace nueve temporadas, con 99.752 metros recorridos. En los 117 encuentros europeos que ha disputado el Madrid en la ¨²ltima d¨¦cada siempre hab¨ªa superado de manera holgada el centenar. El PSG, por su parte, a pesar de contar en el final del encuentro con la posesi¨®n de su lado (52% a 48%) recorri¨® 87.000 metros, esto es, siete kil¨®metros m¨¢s que el Real Madrid.
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