Zidane y la c¨¢bala de la intensidad
El Madrid visita el Pizju¨¢n bajo la sombra de la derrota ante el PSG y sin soluci¨®n evidente a su falta de empuje: ¡°Eso no se trabaja¡±
Despu¨¦s de salir abrasado del Parque de los Pr¨ªncipes, la siguiente parada del Madrid es este domingo en el S¨¢nchez-Pizju¨¢n (21.00, Movistar LaLiga), el estadio donde m¨¢s derrotas ligueras ha cosechado en el siglo XXI, 11 en 18 partidos. Bajo el diagn¨®stico de Zidane de falta de intensidad, viajan a un escenario con una combinaci¨®n el¨¦ctrica. Una parte de la grada ensa?ada con Ramos; un banquillo ocupado por Lopetegui, el primer t¨¦cnico que se ahog¨® entre los restos del naufragio post-Zidane; un rival impulsado por la energ¨ªa de Reguil¨®n, exiliado de la segunda venida del franc¨¦s.
Y de fondo, el enigma de la intensidad, tan decisiva como inasible para el Madrid que dej¨® atr¨¢s las tres Champions seguidas. ¡°Hoy en d¨ªa son partidos de transiciones. Tienes que estar en transici¨®n ofensiva-defensiva, defensiva-ofensiva muy fuerte, muy r¨¢pido, casi box to box [de ¨¢rea a ¨¢rea]. El otro d¨ªa nos superaron en eso [el PSG el mi¨¦rcoles, 3-0]¡±, explic¨® este s¨¢bado el entrenador blanco.
Se trata de un diagn¨®stico en el que coinciden todos los estratos del club, empezando por el presidente, Florentino P¨¦rez: ¡°Tenemos que recuperar el hambre de triunfos. Si recuperamos la intensidad, da igual a qui¨¦n saquemos; con los 25 que tenemos ganamos todo¡±, dijo el domingo pasado en la asamblea de socios. Sin embargo, el remedio no resulta tan evidente. Siguiendo un razonamiento de este s¨¢bado de Zidane, no se parece a otros aspectos del juego: ¡°Eso no se trabaja. Sobre todo, cuando jugamos cada tres d¨ªas. No vamos a trabajar la intensidad. Cuando juegas, sabemos que nosotros tenemos que estar fuerte en el partido y mantener ese ritmo lo m¨¢ximo posible, porque es as¨ª que vamos a ganar el partido¡±, explic¨® el franc¨¦s.
En el equipo, muchas voces apuntan a que efectivamente se trata de algo que se tiene o no se tiene. Un atributo que saben c¨®mo se pierde (¡°Cuando te has alimentado mucho mucho, pues lo pierdes¡±, dijo P¨¦rez), pero a¨²n no han descifrado c¨®mo se recupera. O si eso resulta posible. Fuentes cercanas a dos de los jugadores madridistas m¨¢s j¨®venes, lo dudan: ¡°Tienes que meter gente con hambre. No lo puedes solucionar con lo mismo¡±, dice una de ellas.
Desde la c¨²pula se hab¨ªa llegado a una conclusi¨®n similar, que puso en marcha una transformaci¨®n que, como explic¨® Florentino P¨¦rez la semana pasada en la asamblea, se qued¨® a medias: ¡°Hemos tra¨ªdo a los mejores que pod¨ªan complementar a los que tenemos, y vamos a completar la transici¨®n el a?o que viene¡±, dijo.
La opci¨®n de m¨¢s incorporaciones se mantuvo en suspenso buena parte del verano a la espera de conseguir vender a Bale, James y Mariano, a los que Zidane dej¨® al margen de amistosos y de partes importantes de algunos entrenamientos. El final es conocido: el entrenador franc¨¦s se qued¨® con parte de lo que no quer¨ªa y sin algo de lo que esperaba. ¡°Al final somos los que estamos aqu¨ª¡±, insisti¨® este s¨¢bado.
Y quiso a?adir algo de perspectiva: ¡°Cuando veo lo que se dice, el panorama es muy negro. Pero igual que cuando est¨¢s arriba ganando, no es la realidad¡±, dijo. ¡°Por ejemplo, la primera parte del Levante no nos falt¨® nada [3-0 al descanso; 3-2 al final]. En eso hemos sido muy buenos, muy fuertes desde el principio. En Vigo, igual: un campo dif¨ªcil, hemos sido muy determinantes en todo lo que hac¨ªamos. Lo bueno es que tenemos un partido ma?ana [por este domingo] y vamos a intentar hacerlo otra vez¡±, a?adi¨®.
Contin¨²a el intento de descifrar la c¨¢bala de la intensidad, con lo que suena a manual contra la angustia: ¡°Lo que se dice fuera no lo podemos controlar. Lo que podemos controlar es lo de dentro y lo que vamos a hacer en el campo ma?ana¡±, dice.
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