30 a?os sin Fernando Mart¨ªn

Hay momentos en los que parece que el tiempo se detiene, qued¨¢ndose marcado para siempre en la memoria. Los detalles que rodean a dicho instante ¡ªel lugar, la compa?¨ªa, las acciones, etc¡ª se graban en el disco duro del ser humano y pasan a formar parte tanto de su historia personal como de la comunitaria. As¨ª sucede, por ejemplo, con la ca¨ªda de las Torres Gemelas o, para los m¨¢s veteranos, con la llegada del hombre a la Luna. Casi todos los que han vivido uno de esos dos momentos recuerdan d¨®nde estaban y con qui¨¦n.

Hay sucesos no tan globales que tambi¨¦n pasan a formar parte de la memoria sentimental de las sociedades. En Espa?a, el domingo 3 de diciembre de 1989 es uno de ellos. Ese d¨ªa fallec¨ªa en un accidente de tr¨¢fico en Madrid Fernando Mart¨ªn. Ten¨ªa 27 a?os. Jugaba en el Real Madrid. Fue el primer espa?ol de la historia que milit¨® en la NBA. Era una estrella cuya estela brillaba m¨¢s all¨¢ de lo deportivo. Se convirti¨® en un mito.

Casi 30 a?os despu¨¦s, se publica Fernando Mart¨ªn (JC), un libro al que Javier Balmaseda ha dedicado varios a?os para ofrecer al lector una imagen lo m¨¢s completa posible del baloncestista espa?ol. Periodistas, jugadores, entrenadores o aficionados se suman al proyecto editorial, en una mezcla de elaboraci¨®n de un gran perfil y homenaje a Mart¨ªn.

En los equipos de los a?os ochenta, los roles de los jugadores estaban claramente marcados. Los m¨¢s j¨®venes, por ejemplo, ten¨ªan que llevar las bolsas con los balones de entrenamiento. Y no pod¨ªan tener un coche mejor que el de los veteranos. En su primera comida de Navidad, Fernando decidi¨® tutear a Raimundo Saporta, directivo del club. Que un joven de 19 a?os lo hiciera gener¨® un silencio en el sal¨®n y miradas de incredulidad. Casi las mismas que cuando apareci¨® con aquel Ford Capri color plata. Era, claro, el mejor coche de todos los miembros del equipo.