Messi o el sinvivir del Bar?a

Alguno de los partidos m¨¢s se?alados del Bar?a se ha disputado el 24 de septiembre, festividad de la Merc¨¨, patrona de Barcelona, d¨ªa en que se inaugur¨® el Camp Nou en 1957 y tambi¨¦n la fecha en que cay¨® Maradona despu¨¦s de una entrada de Goikoetxea en 1983. Este martes se lesion¨® Messi despu¨¦s de que se estrenara como titular la ¨²ltima versi¨®n del tridente que el argentino completa con Griezmann y Luis Su¨¢rez. El Bar?a pas¨® de una boda a un funeral, con y sin The Best, hasta que Ansu Fati sustituy¨® a Luis Su¨¢rez, a quien pit¨® una parte de la afici¨®n, se?al de que tiembla la vieja jerarqu¨ªa del Camp Nou despu¨¦s de vagar por LaLiga. Valverde mira, toca, cambia y busca una alineaci¨®n estable despu¨¦s de jugar muchos partidos en uno, incluso en el Camp Nou. A juzgar por el encuentro m¨¢s que por el resultado, ya no hay escenario que garantice el ¨¦xito al raro Barcelona.

Asumidas las rotaciones en la l¨ªnea de centrocampistas, el barcelonismo recuper¨® el debate sobre el tridente con la titularidad de Messi. El partido gir¨® alrededor de la posici¨®n del 10 y su asociaci¨®n natural con Luis Su¨¢rez y extra?a con Griezmann. Hay una obsesi¨®n por encajar al tercer delantero desde que el uruguayo lleg¨® al Camp Nou y se familiariz¨® con el capit¨¢n del Bar?a. No es un asunto menor si se tiene en cuenta la capitulaci¨®n de Coutinho. Ahora el enigma es Griezmann.

El franc¨¦s se situ¨® en la punta izquierda mientras Messi se abr¨ªa a la derecha, ambos tan din¨¢micos como a menudo recogidos para facilitar las llegadas de los laterales Semedo y Junior, mientras Luis Su¨¢rez defend¨ªa su puesto de cl¨¢sico 9. El 4-3-3 de siempre en el Bar?a. Tampoco fue una novedad que Messi marcara el ritmo ofensivo: a veces conduc¨ªa, en ocasiones regateaba y siempre botaba los c¨®rners, decisivo en el 1-0. El 10 sac¨® bien y Griezmann pein¨® mejor en el primer palo del arco de Asenjo. El franc¨¦s acudi¨® efusivo al encuentro del argentino y el abrazo ilumin¨® el fondo sur del Camp Nou.

Ha entendido Griezmann que su funci¨®n no es asistir a Messi, como anunci¨® en su presentaci¨®n, sino que el capit¨¢n le quiere para que marque goles, igual que en el Atl¨¦tico o la Real. El franc¨¦s no paraba de acercarse al rosarino para despu¨¦s ofrecerse, leer su juego, buscarse la vida mientras Su¨¢rez fijaba a los centrales del defensivo Villarreal. Hubo momentos de atropello y tambi¨¦n de buena sinton¨ªa en el ataque del Bar?a. El escenario favoreci¨® la determinaci¨®n de futbolistas t¨ªmidos como Arthur. As¨ª lleg¨® su gol en un remate que sorprendi¨® incluso al meta del Villarreal.

Las permutas de la delantera azulgrana, m¨¢s expansiva que bien puesta, se acabaron repentinamente con el 2-0. Messi se acerc¨® la banda para que los fisioterapeutas trabajaran su pierna izquierda durante un buen rato, suficiente para que se asustara el Camp Nou. Aunque el 10 regres¨® a la cancha, ya no volvi¨® a tirar los c¨®rneres ni a absorber el f¨²tbol del Bar?a. Los azulgrana perdieron el hilo del juego y el Villarreal empez¨® a llegar al ¨¢rea de Ter Stegen. El gol se ol¨ªa en el gol norte porque los azulgrana no saben especular ni defender, son vulnerables cuando reculan, se mortifican cuando se duele Messi.

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Las im¨¢genes del partido

Cazorla aprovech¨® el des¨¢nimo azulgrana para poner el 2-1 con un tiro tan extra?o como el de Arthur. La afici¨®n mir¨® a los dos porteros en ambas jugadas al tiempo que no dejaba de pensar en Messi. El 10 ya no sali¨® despu¨¦s del descanso ante la preocupaci¨®n del Camp Nou. No le sustituy¨® Ansu Fati sino el recuperado Demb¨¦l¨¦. Y el franc¨¦s puso dos centros de gol nada m¨¢s salir a la cancha que no engancharon ni Griezmann ni Su¨¢rez. Ambos parecieron extra?ar tambi¨¦n a Messi. Las llegadas azulgrana eran tan da?inas como las del Villarreal hasta que revent¨® Demb¨¦l¨¦.

El panorama favorec¨ªa a los muchachos de Calleja porque en una contienda rota son m¨¢s veloces que los de Valverde. No sab¨ªa c¨®mo jugar el Bar?a, indefinido y sometido, reiterativo en las concesiones ante Ter Stegen.

El Barcelona se paraliz¨® sin Messi, enredado en las ¨¢reas, incapaz de cerrar la suya y de abrir la contraria, c¨®mico en una jugada de gol en la que se estorbaron De Jong, Griezmann y Luis Su¨¢rez, lento y torpe, a?orado de Messi. Fatigados y sin rumbo, los azulgrana se apagaron, faltos de juego y de coraje, irreconocibles porque no sab¨ªan tener la pelota, espantados por el Villarreal. Calleja no par¨® de poner delanteros y Valverde sustituy¨® por fin a Su¨¢rez por Ansu Fati despu¨¦s que De Jong sostuviera al equipo y al Camp Nou.

El escenario era en cualquier caso tan preocupante para el Bar?a que exig¨ªa medidas dr¨¢sticas como el cambio del hasta ahora intocable 9. Y si De Jong ayud¨® a calmar la contienda, Ansu Fati cambi¨® la cara del equipo y del aficionado, m¨¢s relajado y menos obsesionado con Messi. Aunque no lleg¨® el tercero, el juvenil azulgrana remat¨® con sa?a un par de veces para dar se?al de vida antes de que el barcelonismo se repreguntara por Messi. No hay sosiego posible de momento en el Camp Nou. Hay que volver a empezar sin Messi.