El Bayern amenaza con no ceder jugadores a la selecci¨®n alemana si Neuer es suplente de Ter Stegen

Unas frases inocentes de Marc-Andr¨¦ Ter Stegen, en las que el portero del Barcelona reconoc¨ªa su frustraci¨®n por no haber jugado ni un minuto con Alemania contra Holanda e Irlanda del Norte en los ¨²ltimos encuentros de selecciones, han provocado un terremoto de r¨¦plicas interminables. La ¨²ltima sacudida se vivi¨® este mi¨¦rcoles, cuando la revista Sport-Bild publicaba que el presidente del Bayern M¨²nich, Uli Hoeness, amenaza con boicotear a la selecci¨®n alemana con tal de defender la titularidad de Manuel Neuer en la selecci¨®n. Si Joachim L?w osaba sentar a Neuer, de 33 a?os (Ter Stegen tiene 27), el Bayern se negar¨ªa a ceder a sus jugadores, como Niklas S¨¹le, Serge Gnabry, Leon Goretzka y Joshua Kimmich. ¡°No aceptaremos un cambio [en la porter¨ªa]. Si eso ocurre, dejaremos de ceder jugadores a la selecci¨®n¡±, bram¨® Hoeness.

La Federaci¨®n Alemana de F¨²tbol (DFB) reaccion¨® con frialdad y record¨® que, seg¨²n la FIFA, los clubes est¨¢n obligados a ceder a sus jugadores, bajo la pena de sanciones en caso contrario. De un lado, una leve multa: unos 5.500 euros en caso de partido oficial, 3.600 si fuera amistoso. Pero lo relevante ser¨ªa que el jugador no cedido no podr¨ªa jugar en los cinco d¨ªas siguientes al partido disputado por Alemania. Este mi¨¦rcoles al mediod¨ªa, castigado por una opini¨®n p¨²blica que le cre¨ªa culpable de haber protagonizado el pen¨²ltimo ataque de arrogancia del club m¨¢s grande del pa¨ªs, Hoeness expres¨® algo as¨ª como un arrepentimiento: ¡°Con algo de distancia, no volver¨ªa a decirlo de la misma manera¡±. Pero el ambiente entre el Bayern y la Federaci¨®n ha quedado lo suficientemente cargado de veneno.

Pa¨ªs bendecido por porteros de ¨¦poca, Alemania siempre ha vivido debates violentos sobre sus metas internacionales. En 1962, el cancerbero Hans Tilkowski, del Borussia Dortmund, destroz¨® un cuarto de la Escuela Militar de Santiago de Chile tras conocer que el entonces seleccionador, Sepp Herberger, se hab¨ªa decantado por Wolfgang Fahrian como portero titular del Mundial de Chile. En M¨¦xico 1986, Uli Stein, del Hamburgo, se gan¨® un billete a casa por inventarse un insulto para el t¨¦cnico Franz Beckenbauer (¡°t¨ªtere de sopas¡±) y espet¨¢rselo a la cara. Stein consideraba que estaba en mejor forma que el entonces intocable Harald Schumacher. Dsede el sof¨¢ de su casa, Stein asisti¨® a un fallo de bulto de Schumacher en la final que Alemania perder¨ªa contra Argentina. Schumacher se comi¨® un centro rematado por el llorado Tata Brown. Dos cetros mundiales despu¨¦s surge una nueva guerra de porteros que no se entender¨ªa sin la decepci¨®n que dej¨® el Mundial de Rusia en 2018.

El ¨²ltimo Mundial

La eliminaci¨®n de Alemania en primera ronda dej¨® varias bombas en la relaci¨®n entre el Bayern y la selecci¨®n, activadas con efecto retardado. En oto?o, superado por las voces que exig¨ªan un cambio de ciclo radical, el seleccionador, Joachim L?w, lleg¨® a la sede del Bayern por sorpresa. En una sala de reuniones comunic¨® a tres campeones del mundo del Bayern ¡ªThomas M¨¹ller, Jerome Boateng y Mats Hummels¡ª que su etapa en la selecci¨®n hab¨ªa acabado. Al Bayern le doli¨® que ocurriera sin previo aviso, y justo en v¨ªsperas de los duelos con el Liverpool en la Liga de Campeones. No obstante, los dirigentes del club muniqu¨¦s se mordieron la lengua, entre otros motivos porque consideraban que Boateng y Hummels, en efecto, hab¨ªan superado la fecha de caducidad. Pero paralelamente, y sotto voce, surgi¨® el runr¨²n en torno a las causas de la decepci¨®n rusa.

A posteriori se supo que el caso Neuer se hab¨ªa convertido en el seno de la expedici¨®n alemana a Rusia en el s¨ªmbolo de la abolici¨®n de la meritocracia. Despu¨¦s de tres fracturas en el pie izquierdo, Neuer hab¨ªa llegado just¨ªsimo al torneo. Lejos de la forma antol¨®gica que le hab¨ªa encumbrado en Brasil. L?w, sin embargo, sigui¨® confiando en ¨¦l. Estaba seguro de que repetir¨ªa la experiencia de la cita anterior: en 2014, Neuer tambi¨¦n hab¨ªa estado lesionado hasta la v¨ªspera del torneo. Los internacionales alemanes ten¨ªan ¨®rdenes de disparar solo a la altura de la cadera de Neuer para no forzarlo. Pese a todo, acab¨® convirti¨¦ndose en el mejor portero del torneo brasile?o y alz¨® la Copa. Pero en Rusia, las cuentas no cuadraron. Y Ter Stegen trag¨®.

Avisado como estaba del gran momento de forma que viv¨ªa el guardameta del Barcelona ¡ªel entrenador de porteros, Andreas K?pke, viaja con asiduidad a Espa?a¡ª, L?w declar¨® tras el Mundial de Rusia que la porter¨ªa de la selecci¨®n no tendr¨ªa due?o. Pero desde Rusia, el barcelonista apenas ha disfrutado 90 minutos contra Per¨², y 45 contra Serbia. Migajas que no le llenaban ni por asomo. Agotada su paciencia, Ter Stegen acab¨® definiendo, hace dos semanas, su suplencia ante Holanda e Irlanda del Norte como un ¡°golpe duro¡±.

La reacci¨®n verbal de Neuer, un hombre de discurso sosegado, fue inmediata y de inusitada vehemencia. Sugiri¨® que Ter Stegen hab¨ªa pecado de falta de compa?erismo. Que su impaciencia era da?ina para el grupo. Acto seguido llegaron las embestidas de la plana mayor del Bayern.

¡°Neuer seguir¨¢ siendo portero de la selecci¨®n cuando a Ter Stegen le hayan salido canas, no tiene derecho a reclamar la titularidad¡±, dijo el presidente del Bayern. La defensa ha tenido efectos perversos para Neuer. Ha instalado en el mundillo futbol¨ªstico alem¨¢n una idea que hasta hace poco era una herej¨ªa, que se ha convertido en un portero tan vulnerable que precisa de las muletas institucionales del club m¨¢s influyente del f¨²tbol alem¨¢n.