Gales se postula en un gran duelo ante Australia

El reto de Gales, muy c¨®modo en su jard¨ªn del hemisferio norte, est¨¢ en el sur. Y Australia era su bestia negra, dejando a un lado a los All Blacks, que son la bestia negra de todos. El triunfo del XV del Drag¨®n ante los Wallabies en noviembre en un duelo sopor¨ªfero (9-6) cort¨® una racha de 13 derrotas seguidas. Este domingo, a las afueras de Tokio, en una noche de muchos m¨¢s quilates, se ha llevado el duelo por liderar el grupo. Gales, alumno aventajado del Seis Naciones 2019, evitar¨¢ a priori al ganador del grupo de Inglaterra, Argentina y Francia y no se ver¨ªa con Nueva Zelanda hasta la final. Australia, siempre orgullosa pese a sus dificultades, remont¨® y brind¨® un duelo por todo lo alto.

Sin tiempo para fogueos, Dan Biggar abri¨® el marcador a los 37 segundos. Los galeses patearon a campo rival, recuperaron el oval y el 10 ejecut¨® un drop para poner los puntos m¨¢s tempraneros del torneo. Su regreso al tim¨®n del XV del Drag¨®n tras la grave lesi¨®n de Gareth Anscombe ha sido un feliz mal menor. La apuesta por el neozeland¨¦s buscaba una mayor verticalidad, pero Biggar es un tipo competitivo y pillo como pocos. Est¨¢ por ver el impacto de la posible conmoci¨®n que le oblig¨® a dejar el puesto a Patchell tras un placaje, sin aparente mala intenci¨®n, de Michael Hooper.

Fue el preludio de una puesta en escena muy superior de los galeses, m¨¢s s¨®lidos con su delantera y menos err¨¢ticos a la mano que sus rivales. No tard¨® en llegar el ensayo, orquestado por Biggar. El apertura aprovech¨® la ventaja para enganchar una patada tensa para el gigant¨®n Hadleigh Parkes, que gan¨® la pugna a Karoibete. Para entonces Gales ya ganaba 0-10 y jugaba casi el 70% del tiempo en campo rival.

La propuesta de Australia era m¨¢s salvaje e improvisada. La percusi¨®n de los centros, sobre todo Samu Kerevi, era el argumento decisivo. Pararle era todo un reto para la defensa galesa, que lleg¨® a evitar un ensayo suyo apres¨¢ndole el pantal¨®n. Los Wallabies volvieron al partido con un par de fogonazos y un ensayo calcado al gal¨¦s. Patada con ventaja de Bernard Foley para que la cazara Adam Ashley-Cooper. La asociaci¨®n de dos veteranos apartados hace no tanto. Ese es el sino actual del rugby australiano: sin tiempo para revoluciones, toca agarrarse a lo seguro.

La filosof¨ªa de Australia depende de utilizar el placaje como arma, tanto para ganar metros como para robar el oval. En esa disyuntiva, el list¨®n es clave. Al tercer placaje alto, Romain Poite convoc¨® al capit¨¢n Michael Hooper para pedirle contenci¨®n. El flanker, educado, pidi¨® preguntar. La charla, p¨²blica, denotaba un diagn¨®stico claro: a los jugadores les cuesta entender qu¨¦ est¨¢ permitido y qu¨¦ no. La aplicaci¨®n de una normativa cada vez m¨¢s restrictiva en pos de prevenir lesiones y conmociones necesitar¨¢ una ingente pedagog¨ªa porque son h¨¢bitos del ADN rugb¨ªstico.

Gales aprovech¨® el golpe de la discordia para sumar tres puntos m¨¢s y pareci¨® romper el partido en la siguiente acci¨®n. Con Gareth Davies ocurre lo mismo que con Biggar. Los elogios son para el medio-mel¨¦ Rhys-Webb, pero ¨¦l siempre est¨¢ ah¨ª. En 2015, el 9 titular se lesion¨® y Davies cuaj¨® un Mundial excelso, con un ensayo crucial en la gesta ante Inglaterra. Este a?o, Rhys-Webb no acude porque no cumple el requisito federativo de internacionalidades m¨ªnimas para los que juegan fuera del pa¨ªs. Y Davies es otro p¨ªcaro de lujo. Ya amenaz¨® cazando un pase horizontal al principio del encuentro; cuando Genia repiti¨® fortuna, no perdon¨®. El 9 intercept¨® y su ensayo abri¨® la brecha en el descanso (8-23).

En un partido interrumpido al exceso para revisar el v¨ªdeo por placajes, Haylett-Petty recort¨® distancias para Australia, que recobr¨® la intensidad tras el cambio en su bisagra. White y Toomua reactivaron a los delanteros y los Wallabies ensayaron tras una eterna acci¨®n de delantera que desemboc¨® en el posado de Hooper bajo palos. En un deporte de impulsos, fue una de esas acciones peleadas hasta la extenuaci¨®n que puede decantar un partido. Con casi 20 minutos por jugar, los oce¨¢nicos se hab¨ªan acercado a cuatro puntos. La cascada de faltas galesas y el mayor aguante australiano en lo f¨ªsico cambiaron la dial¨¦ctica. Y Toomua acerc¨® a uno a los Wallabies con otra patada atinada.

El d¨ªa en que se convert¨ªa en el gal¨¦s con m¨¢s internacionalidades (130), Alun Wyn Jones tuvo que pedir un ¨²ltimo esfuerzo a sus huestes. Cogi¨® aire el XV del Drag¨®n con un golpe de castigo canjeado por Patchell que obligaba a Australia a perseguir el ensayo. Gales trat¨® de agotar el partido en una mel¨¦ en campo rival, con charla arbitral mediante, pero Australia resisti¨® y gan¨® el golpe de castigo. Era el momento para buscar la banda y emprender el ¨²ltimo asalto. En esas, apuraron mucho la patada en pos de ganar todos los metros posibles y dieron la opci¨®n a Tomos Williams, con un salto acrob¨¢tico, de evitar que el oval saliera. Poco despu¨¦s, el medio-mel¨¦ pateaba fuera con el tiempo cumplido y pon¨ªa la guinda a un partido de talla mundial.

En el otro partido del d¨ªa, Georgia se impuso 33-7 a Uruguay, que hab¨ªa sorprendido cuatro d¨ªas antes a Fiyi. Los europeos se jugar¨¢n a priori el tercer puesto y la plaza directa para el Mundial de 2023 ante la selecci¨®n oce¨¢nica. De conseguirla, liberar¨ªa una plaza europea y mejorar¨ªa las opciones de Espa?a.