La dram¨¢tica noche de Col¨®n
La Pulga Rodr¨ªguez protagoniz¨® una noche emotiva para meter a Atl¨¦tico Col¨®n en la final de la Copa Sudamericana

Suele decirse que el f¨²tbol es una representaci¨®n incruenta de la guerra. Cada equipo cuenta con sus colores y sus tradiciones, como el trasunto de una naci¨®n. Cada partido es una batalla que se gana o se pierde. Todo esto le confiere emoci¨®n o, si se quiere, carga dram¨¢tica. Pero el aut¨¦ntico drama requiere conflicto humano. ?Recuerdan la pel¨ªcula de John Huston Victory, o Evasi¨®n o victoria, o Escape a la victoria, o como quiera que se llamase en su tierra? Era un drama b¨¦lico que conten¨ªa un dram¨¢tico partido de f¨²tbol que a su vez conten¨ªa una serie de dramas personales. Raramente vemos en un estadio tanto drama junto, pero a veces se da el caso.
?Qu¨¦ elementos deber¨ªa reunir un gran drama futbol¨ªstico?
Tomemos, para empezar, un club peque?o, porque los clubes humildes con mucha historia suscitan la empat¨ªa del p¨²blico. El Atl¨¦tico Col¨®n, por ejemplo, fundado en 1905 por un grupo de ni?os en la ciudad argentina de Santa Fe. Le pusieron Col¨®n porque esos d¨ªas estudiaban en la escuela la figura del c¨¦lebre navegante. Como no hab¨ªa adultos entre ellos, le pidieron al gobernador de la provincia que aceptara ser presidente, y el gobernador acept¨®. En su siglo largo de existencia, el Col¨®n lleg¨® a ser subcampe¨®n de Primera y alcanz¨® varias finales, pero no tiene ning¨²n gran t¨ªtulo en su palmar¨¦s. Eso s¨ª, en 1964 venci¨® al gran Santos de Pel¨¦.
Ahora elijamos a un protagonista. ?Qu¨¦ tal un chico pobre y canijo, un t¨ªpico cara sucia, con una vida azarosa? Luis Miguel Rodr¨ªguez naci¨® el 1 de enero de 1985 en Simoca, una peque?a poblaci¨®n de la provincia de Tucum¨¢n, hijo del alba?il Pocholo Rodr¨ªguez. Eran nueve hermanos. Luis Miguel, llamado Pulga por su tama?o, jug¨® descalzo al f¨²tbol hasta los 10 a?os. A los 14 ingres¨® en el Real Madrid, con el que disput¨® un Mundialito en Gran Canaria; Pulga fue elegido mejor jugador. Quiso ficharlo el Inter de Mil¨¢n, pero su representante le envi¨® a Rumania porque el Craiova pagaba una comisi¨®n. A la hora de la verdad, Pulga se encontr¨® durmiendo en la estaci¨®n de Bucarest, sin Craiova y sin representante. Regres¨® como pudo a Simoca y volvi¨® a trabajar de pe¨®n junto a su padre. Para llevar m¨¢s dinero a casa jugaba partidos de barrio como ¡°estrella invitada¡± a cambio de 200 pesos. Como el chaval era formidable, acab¨® ingresando en Racing de C¨®rdoba, luego en Newell¡¯s de Rosario y finalmente en Atl¨¦tico Tucum¨¢n, donde marc¨® 120 goles, se convirti¨® en el mejor jugador que jam¨¢s tuvo ese club y alcanz¨® a vestir, una vez, la camiseta de la selecci¨®n, a las ¨®rdenes de Maradona. El padre, Pocholo, nunca le vio jugar porque se pon¨ªa demasiado nervioso. La pasada temporada consigui¨® el ascenso, pero Pulga anunci¨® que se hab¨ªa afiliado al peronismo y eso cre¨® problemas. Con 34 a?os, pas¨® a Atl¨¦tico Col¨®n.
Ahora, el nudo del drama. Atl¨¦tico Col¨®n lleg¨® a las semifinales de la Copa Sudamericana. Empat¨® en casa la ida frente al Atl¨¦tico Mineiro de Brasil. Y muri¨® el viejo Pocholo. La vuelta, en Belo Horizonte, el pasado jueves, termin¨® tambi¨¦n en empate. Hab¨ªa que lanzar penaltis. Uno de los h¨¦roes de la tanda fue el portero de Col¨®n, Leonardo Buri¨¢n, que acababa de perder a su hermano en un accidente. El otro fue Pulga Rodr¨ªguez. Por favor, busquen en YouTube el penalti que lanz¨®: si un disparo desde los 11 metros puede ser alegre y hasta feliz, fue ese de Pulga. Lo ejecut¨® con una sonrisa. Y Col¨®n alcanz¨® la final. Entonces Pulga y Buri¨¢n se abrazaron entre l¨¢grimas.
Cuando habl¨¢bamos de drama, nos refer¨ªamos a cosas as¨ª.
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