Mar¨ªa P¨¦rez, octava y mejor europea, se clasifica para Tokio

Las madrugadas de la Corniche de Doha ofrecen cada d¨ªa una pieza de conocimiento envuelto en el mix insuperable de calor y humedad que hace ¨²nicas las pruebas de resistencia y supervivencia que all¨ª se desarrollan.

El viernes, el marat¨®n femenino regal¨® una visi¨®n alucinada y po¨¦tica de c¨®mo puede ser el fin del mundo, que dicen que se acerca volando; el s¨¢bado, ense?¨® que la dureza mental propia de los campesinos viejos y el m¨¦todo propio de las civilizaciones antiguas son magn¨ªficos puntos de partida para convertir a la humedad y al polvo de arena del desierto en suspensi¨®n en un aliado; el domingo, ya madrugada del lunes, le anticip¨® a Mar¨ªa P¨¦rez, joven marchadora de Guadix, la mejor de Europa dos a?os consecutivos (campeona en los Europeos de Berl¨ªn a los 22 a?os; primera del viejo continente en el Mundial, a los 23), lo que se encontrar¨¢ el a?o pr¨®ximo en los Juegos de Tokio, una cita ol¨ªmpica para la que ya tiene billete gracias a un sudado octavo lugar en la prueba de los 20 kil¨®metros.

Por delante de ella, inalcanzables, vio pasar vuelta tras vuelta a cuatro marchadoras chinas que con elegancia y ritmo de bailarinas cl¨¢sicas y suavidad de mariposas flotaban et¨¦reas sobre el asfalto. Moviendo los codos en espectacular simultaneidad aparentaban de lejos ser una locomotora silenciosa y eficiente absolutamente ajena al espacio y al tiempo en el que se mov¨ªa, no extra?ando en absoluto unas condiciones clim¨¢ticas que son parecidas a las que sufren en Pek¨ªn y encontrar¨¢n en Tokio.

Las guiaba a las cuatro la imperial Hong Liu, de 32 a?os, quiz¨¢s la mejor marchadora de la historia ¨C¡°la ¨²nica del mundo que est¨¢ por encima de todas¡±, reconoci¨® P¨¦rez--, campeona ol¨ªmpica de R¨ªo, camino de su tercer oro mundial tras los Pek¨ªn 2015 y Daegu 2011. Que era la directora de orquesta lo delat¨® un sencillo hecho. Cuando, a falta de cuatro kil¨®metros, decidi¨® que hab¨ªa llegado el momento de ir a por su victoria, que consigui¨® con un tiempo de 1h 32m 53s, aceler¨® y se alej¨®, y las dem¨¢s se desbandaron, perdieron s¨²bitamente la gracia. Una comenz¨® a dar arcadas mientras intentaba marchar y vomit¨® en el asfalto sin siquiera pararse. Pocos metros m¨¢s adelante vio su cuarta tarjeta roja, la descalificaci¨®n. Las otras dos resistieron. Shenjie Qieyang fue plata y Liujing Yang, bronce. Coparon completamente el podio las chinas, completando el trabajo que en los 50 kil¨®metros, la v¨ªspera, se hab¨ªa quedado a medias, pues solo lograron oro y plata.

Ni siquiera las japonesas, que marchaban en pareja (sexta y s¨¦ptima) pudieron toserles a las vecinas, ni tampoco la brasile?a Erica de Sena (cuarta) ni la colombiana Sandra Arenas (quinta), las ¨²nicas que se atrevieron a intentar aguantar su ritmo el m¨¢ximo tiempo posible.

¡°Pero nadie es m¨¢s que nadie o menos que nadie. Todos los resultados hay que lucharlos¡±, advierte Mar¨ªa P¨¦rez, a quien no le asusta lo que le espera en Tokio, su objetivo. ¡°Y la presi¨®n de unos Juegos no es la misma que la de un Mundial, y a ver c¨®mo la soportan. Tengo ganas de que llegue Tokio ya¡±.

Por detr¨¢s de ellas, en la soledad absoluta, Mar¨ªa P¨¦rez. Ellas delante, lejos; nadie detr¨¢s, el desierto, calambres en las piernas y dolor de est¨®mago, y, encasquetada en la cabeza una gorra gigantesca, descomunal para su menudo cuerpo. ¡°Me he sentido sola al final¡±, dice, y es la ¨²nica frase de debilidad que sale por su boca disciplinada. ¡°Esperaba medallas, pero dentro de la decepci¨®n estoy contenta porque la carrera la he le¨ªdo bien. He intentado ir recogiendo cad¨¢veres, como ense?a el gran Jes¨²s ?ngel Garc¨ªa Bragado, Chuso, pero no he podido¡±.

Al lado habla su entrenador, Jacinto Garz¨®n, quien analiza con mas optimismo. "Este octavo puesto ha sido muy importante para acercarse a su gran objetivo, ser medallista en Tokio, y Mar¨ªa, que es muy joven, ha cogido una gran experiencia de preparaci¨®n en altura y humedad", dice. "Es fundamental conseguir la plaza para Tokio por haber sido finalista en un Mundial. Y ya, para pelear con las chinas y las japonesas hay que dar un paso m¨¢s en la preparaci¨®n, pero una ni?a con 23 a?os, puede, puede".