Zidane: literatura en dos palabras
Mientras los tropiezos del Madrid se produzcan con equipos como el Brujas, a la credibilidad de Zidane no la rozar¨¢ ni el viento, lo que no quiere decir que no termine teniendo problemas
Todav¨ªa recuerdo la primera vez que vi jugar a Zidane. Fue contra el Betis y termin¨¦ aquel partido convencido de que la camiseta del Girondins le quedaba grande y el escudo peque?o. Con el tiempo aprendimos que le gustaba jugar as¨ª, holgado de uniforme, y lo del escudo termin¨® cayendo por su propio peso. Durante meses se rumore¨® que Johan Cruyff lo ten¨ªa atado como mascar¨®n de proa del nuevo proyecto azulgrana pero, cosas del nu?ismo y sus sat¨¦lites -el holand¨¦s los llamaba entorno-, el francoargelino terminar¨ªa defendiendo los colores de la Juventus y, m¨¢s tarde, los del Real Madrid: dos escudos de verdadera enjundia para el pecho king size de un futbolista eterno. De su desembarco en Madrid tambi¨¦n recuerdo cosas: aquel art¨ªculo de opini¨®n titulado Prefiero a Saviola antes que a Zidane, aquellas portadas en las que se aseguraba que Makelele era m¨¢s importante que ¨¦l, incluso aquel rumor de un llanto desesperado: ¡°Presi, Luis no me pasa la pelota¡±. Hasta la irrupci¨®n de Zidane en nuestras vidas -al menos que yo recuerde- nunca un futbolista que hablara tan poco lo hab¨ªa inundado todo de tan alta y fina literatura.
Zidane ya no juega pero sigue hablando poco, muy poco. Algunos le achacan, incluso, una cierta escasez de argumentaci¨®n futbol¨ªstica en sus ruedas de prensa, durante las cuales acostumbra a despachar sus an¨¢lisis con dos palabras recurrentes: actitud y bueno. Zidane dice mucho eso de ¡°bueno¡±, como si quisiera recordarnos cada poco tiempo con qui¨¦n estamos hablando. En cuanto a su obsesi¨®n por la actitud, pues eso: ¡°bueno¡±. Cuando uno ha sido Zinedine Zidane toda su vida, no hay m¨¢s motivos que la falta de actitud para no jugar bien. A fin de cuentas, la calidad, la inteligencia y el conocimiento del juego enraizaron en ¨¦l de forma arrolladora, como el eucalipto en Galicia. Hoy se debate si el Real Madrid de Zidane es un equipo trabajado, un equipo con diferentes discursos, con la sabidur¨ªa necesaria para afrontar los escenarios complicados que le preparan sus rivales, y la respuesta debe ser que s¨ª, aunque a menudo no lo parezca.
Incluso sin Cristiano Ronaldo, el Madrid sigue siendo un proyecto basado en la calidad de sus jugadores. Ninguno de ellos es tampoco Zidane -hab¨ªa uno en su anterior etapa pero era el tercer portero, casi una an¨¦cdota- pero s¨ª un buen pu?ado de los mejores futbolistas del mundo en sus respectivos puestos, gente acostumbrada a leer e interpretar diferentes situaciones de partido, a competir, a ganar... Y, por lo que parece, tambi¨¦n a sestear cuando la entidad del rival no los pone en modo alerta. Tiene raz¨®n el franc¨¦s, en definitiva, cuando se escuda en la actitud para explicar los tropiezos de su equipo en ciertos partidos, incluso su buen hacer en otros tantos. Porque a uno lo puede desmembrar el Liverpool, el Bayern, el Manchester City o el propio Bar?a, equipos mejor trabajados en lo t¨¢ctico y, al menos los tres primeros, incluso en lo f¨ªsico. Ah¨ª llegar¨¢ el momento de apuntar a la pizarra de Zidane y se?alar los errores. Mientras los tropiezos se produzcan con equipos como el Brujas, a la credibilidad de Zidane no la rozar¨¢ ni el viento, lo que no quiere decir que no termine teniendo problemas y proporcionando inolvidables titulares: como ya dije anteriormente, el t¨¦cnico del Madrid tiene la extra?a virtud de inundarlo todo de literatura.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.