El Mallorca ya sabe lo que se hace
El equipo bermell¨®n renuncia a la pelota para vencer a la contra ante a un Espanyol con gusto por el toque y ninguna profundidad
No se aclara el Espanyol, capaz de vencer en Europa ante el CSKA a domicilio con un f¨²tbol atildado e intenso, despu¨¦s equipo de pega en Son Moix porque pretendi¨® sin ¨¦xito gobernar el duelo a trav¨¦s de la pelota, siempre entre los pies frente a un rival que ¨²nicamente la quer¨ªa para atacar de forma vertiginosa, con pocas mezclas de pases directos y kilom¨¦tricos, con balones al espacio y carreras verticales. Dos propuestas antag¨®nicas que resultaron defectuosas de inicio porque el Mallorca pareci¨® que pod¨ªa jugar el duelo sin porter¨ªas y porque al Espanyol le falta pie para extender su modelo de juego en campo ajeno, toda vez que construye sin apuros desde atr¨¢s pero se diluye cuando cruza la divisoria, incapaz de entregar un pase definitivo. Pero solo lo pareci¨® porque el Mallorca hizo mucho con bien poco, m¨¢s que suficiente para lograr un triunfo reparador con un contragolpe y un remate a la remanguill¨¦ de Budimir. Castigo duro para el Espanyol, que se ensambla en la zona de descenso y que pone en entredicho la continuidad del discutido Gallego.
No le incomod¨® al Mallorca refugiarse en su casa, preocupado en estrechar la distancia de las l¨ªneas, todos de la mano y con la gran preocupaci¨®n en negar las l¨ªneas de pase. Le bastaba con cerrarse y salir a la contra, con buscar las carreras de un infatigable Lago Junior ¨Cpor m¨¢s que Salva Sevilla perdiera balones sin remedio en sus desplazamientos-, tan r¨¢pido como pele¨®n, tan habilidoso como profundo. Una bala que sortea rivales con pasmosa facilidad, todo un quebradero de cabeza para el Espanyol y manantial de salud para el Mallorca porque no hubo una sola jugada de peligro que no se fabricaban en sus botas. Como ese eslalon que finaliz¨® con un disparo demasiado centrado, sencillo para Diego L¨®pez; o como esa jugada al borde del ¨¢rea que finaliz¨® con un chut alto. Poco m¨¢s del equipo bermell¨®n que, sin embargo, se solt¨® por la derecha con dos ascensiones de Sastre antes del entreacto y dio con la tecla porque su primer centro no encontr¨® rematador por poco y el segundo, bien fuerte al ¨¢rea chica, lo culmin¨® Budimir con la tripa, con un remate de chiripa que acab¨® por tumbar a un Espanyol desnortado.
No es que no lo intentara el equipo de Gallego, gallardo en su idea porque quer¨ªa definirse con la posesi¨®n. Sal¨ªa sin apuros desde atr¨¢s y encontraba con comodidad a Roca y V¨ªctor S¨¢nchez en la zona intermedia. Pero ah¨ª comenzaban los problemas, ah¨ª se desconchaba el plan blanquiazul. Entre otras cosas porque Granero no recibi¨® nunca entrel¨ªneas, desaparecido del tapete ante la mirada confundida de Melero o Darder, trescuartistas reconocidos con el pase definitivo que aguardaban turno desde el banquillo. Atasco que no subsanaron los extremos porque Vargas pareci¨® quedarse en Mosc¨² ¨Caunque hiciera un par de jugadas de esas de quitarse el sombrero- y porque Wu Lei corre m¨¢s que piensa. C¨®ctel defectuoso y encasquillamiento irremediable porque solo encontraron en una ocasi¨®n con claridad al ariete Campuzano, que err¨® en el remate cuando el gol parec¨ªa hecho. No fue la ¨²nica pifia del Espanyol, que la tuvo de nuevo tras una falta lateral en una doble ocasi¨®n, malbaratada por Campuzano primero y por Naldo despu¨¦s.
Demasiada tibieza en el ¨¢rea rival que acab¨® por contagiarse en la salida de bal¨®n, cuando Llu¨ªs L¨®pez err¨® desde la ra¨ªz y V¨ªctor S¨¢nchez trat¨® de corregirlo con un despeje al aire. Oportunidad para Salva Sevilla, que desde el borde del ¨¢rea le peg¨® con la zurda, mordida y al fondo de la red. Y es que no fue por falta de hambre o de voluntad sino que, simplemente, al Espanyol le fall¨® su plan porque quiso jugar al f¨²tbol con los cromos equivocados. Una tara que no padeci¨® el Mallorca, menos ambicioso y mucho m¨¢s rico al final del encuentro, vencedor de una vez por todas porque sumaba un punto de los ¨²ltimos 18.
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