La Espa?a m¨¢s chata y con menos bal¨®n

Ante la posibilidad de poder contar con tres d¨ªas seguidos para trabajar, Robert Moreno afront¨® el tiempo de concentraci¨®n en la Ciudad del F¨²tbol para preparar los partidos ante Noruega y este martes contra Suecia, en Solna, con la mirada puesta en el futuro. El seleccionador espa?ol determin¨® que todas las sesiones fueran a puerta cerrada, menos la del viernes en Oslo, donde el trabajo solo consisti¨® en distendidos ejercicios de remate a porter¨ªa. En las sesiones de Las Rozas, Moreno alert¨® a los internacionales espa?oles sobre la necesidad de no convertir a la selecci¨®n en un conjunto previsible para sus rivales. Al entrenador le inquieta que el juego de la selecci¨®n caiga en una monoton¨ªa de circulaciones que facilite sobremanera la tarea de los posibles rivales en la Eurocopa, de la que a Espa?a ya solo le separa un punto.

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Parte de la tarea que el t¨¦cnico planific¨® y por la que decidi¨® bajarle el tel¨®n a la prensa en los entrenamientos tuvo que ver con las salidas del bal¨®n en la iniciaci¨®n del juego a partir de los acompa?antes de Busquets. El s¨¢bado, en el Ulleval Stadion, cuando Espa?a iniciaba los ataques, el mediocentro azulgrana se situ¨® como pivote central con Sa¨²l a la izquierda y Fabi¨¢n a la derecha. Formaban una l¨ªnea de tres a la que guardaban las espaldas Ramos y Albiol. Para el juego exterior, Navas y Bernat ejercieron de extremos y para el interior, Moreno se entreg¨® a Ceballos ca¨ªdo a la banda izquierda. Con Odegaard tapando a Busquets, el peso de las iniciaciones en medio campo recay¨® en Sa¨²l y en Fabi¨¢n, dos volantes verticales con m¨¢s llegada que creaci¨®n.

Ceballos comenz¨® chisposo, pero los noruegos le tomaron la medida r¨¢pido. En los costados, Navas, a sus 33 a?os, fue el ¨²nico que aparent¨® poder romper el orden de la defensa noruega. Las conexiones con los atacantes, Oyarzabal y Rodrigo Moreno fueron escasas El primero estuvo m¨¢s activo que acertado en los controles y en la continuidad de los pocos balones claros que le llegaron. El segundo estuvo m¨¢s est¨¢tico de lo que en ¨¦l es habitual.

El plan fracas¨® durante largas fases del encuentro en las que incluso Espa?a lleg¨® a perder el control del juego a trav¨¦s del bal¨®n. En los tres partidos de la era Moreno, el de este pasado s¨¢bado en Oslo fue en el que la selecci¨®n menos posesi¨®n de bal¨®n tuvo, un 62%, frente al 74% que registr¨® contra Ruman¨ªa (1-2), en Bucarest, y el 70% que alcanz¨® en Gij¨®n contra la Islas Feroe (4-0). En este ¨²ltimo partido, al descanso, Moreno ya hizo ver a Parejo y a Thiago su descontento por c¨®mo se hab¨ªan desplegado. Les achac¨® haber jugado demasiado c¨®modos y ser poco da?inos para conectar con los delanteros. Incluida la etapa de Luis Enrique, el de Noruega supone el porcentaje de tenencia de pelota m¨¢s bajo junto al 54% del duelo de la Liga de Naciones disputado en Wembley frente a Inglaterra. ¡°Noruega ha tenido m¨¢s posesi¨®n de la que esper¨¢bamos¡±, admiti¨® el seleccionador. Los errores en el pase tambi¨¦n fueron los m¨¢s altos ante Noruega (79) que ante las Islas Feroe (53) y Ruman¨ªa (65).

La menor posesi¨®n de la pelota tambi¨¦n deriv¨® en el encuentro bajo la tutela de Moreno con menos remates, 12, frente a los 30 de El Molin¨®n contra las Islas Feroe y los 21 producidos en el Estadio Nacional de Bucarest. ¡°Nos ha costado tener la pelota y tener mucha m¨¢s calma. No hemos encontrado espacios¡±, reconoc¨ªa Cazorla en la zona mixta del Ulleval Stadion.

La alarma se encendi¨® para el seleccionador cuando pese a meter en el campo a Cazorla y a Rodrigo, Espa?a no pudo hacerse con el control del partido a trav¨¦s del bal¨®n. ¡°Ten¨ªamos que haber controlado m¨¢s el juego¡±, prosegu¨ªa Cazorla, que tambi¨¦n admiti¨® que cuando La Roja fue encajonada a la desesperada por los noruegos a base de balones largos tampoco encontr¨® apenas salidas r¨¢pidas al espacio, m¨¢s all¨¢ de la que culmin¨® con disparo de Fabi¨¢n a la base del poste: ¡°Encontramos pocos contragolpes, nos met¨ªan muy atr¨¢s y cuando recuper¨¢bamos el bal¨®n est¨¢bamos muy lejos de la porter¨ªa¡±.