0-0 en un hist¨®rico partido entre las dos Coreas que nadie pudo ver
El r¨¦gimen norcoreano no permiti¨® la entrada al estadio a sus propios ciudadanos ni la retransmisi¨®n en directo del primer encuentro entre las dos selecciones en 30 a?os en Pyongyang
Si nadie lo escucha, ?hace ruido un ¨¢rbol al caer? Si las dos Coreas juegan un partido oficial de f¨²tbol y no hay espectadores que lo vean, ni medios de comunicaci¨®n que lo retransmitan, ?se marca alg¨²n gol? Sobre la pregunta metaf¨ªsica, los fil¨®sofos debaten desde hace siglos. La respuesta a la pregunta deportiva es mucho m¨¢s simple: no.
Este martes se ha disputado en Pyongyang, con el resultado final de 0-0, uno de los encuentros m¨¢s peculiares que se recuerdan en una competici¨®n oficial. Las selecciones masculinas de las dos Coreas, la del Norte y la del Sur, se enfrentaban por primera vez en treinta a?os en la capital norcoreana, en la fase clasificatoria del Mundial de Catar de 2022. Sin p¨²blico presente, ni prensa para informar en directo.
El encuentro hab¨ªa despertado una gran expectaci¨®n en el Sur, y no ¨²nicamente por cuestiones futbol¨ªsticas en este pa¨ªs de grandes aficionados. Deb¨ªa servir tambi¨¦n para medir la temperatura del deshielo en las relaciones entre los dos vecinos, comenzado hace un a?o y medio a ra¨ªz, precisamente, de otro acontecimiento deportivo, los Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno en Corea del Sur.
El deshielo, parece, no ha logrado progresos al ritmo que le gustar¨ªa ver a Se¨²l, que hab¨ªa llegado a proponer en su d¨ªa la organizaci¨®n conjunta del Mundial femenino de 2023. El estancamiento en las conversaciones nucleares entre Pyongyang y Washington ha hecho que tambi¨¦n crezca la distancia con que el Norte trata a su vecino del sur.
Corea del Norte, que no retransmite partidos en directo a su afici¨®n, no concedi¨® visados a los periodistas del Sur para que pudieran cubrir el partido y, en el caso de la televisi¨®n, retransmitirlo en vivo al pa¨ªs vecino. Tampoco emiti¨® permisos a los aficionados de all¨¢. Los jugadores y su comitiva tampoco recibieron autorizaci¨®n para cruzar la frontera entre los dos pa¨ªses: la delegaci¨®n surcoreana -los futbolistas, su seleccionador, el portugu¨¦s Paulo Bento y sus asistentes- tuvo que viajar a Pek¨ªn y, desde all¨ª, tomar un avi¨®n a la capital del Norte para disputar el encuentro.
Un encuentro que se desarroll¨® en una atm¨®sfera g¨¦lida. El Gobierno norcoreano ni siquiera hab¨ªa permitido al p¨²blico de su pa¨ªs, muy aficionado al f¨²tbol, que acudiera al estadio para ver el partido. Las gradas, seg¨²n las escasas im¨¢genes que se han divulgado hasta el momento, estaban vac¨ªas. Apenas se repartieron unos pu?ados de entradas entre la comunidad extranjera, diplom¨¢ticos y trabajadores de ONG, a un precio en torno a los 50 euros, seg¨²n la p¨¢gina especializada en informaci¨®n sobre Corea del Norte NK News.
S¨ª parece que asisti¨® el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, que a su llegada al aeropuerto de Pyongyang hab¨ªa expresado su ¡°gran placer" por el viaje.
Para informarse sobre lo que ocurr¨ªa en el terreno de juego, en el Sur los aficionados se ve¨ªan obligados a seguir la escasa informaci¨®n que colgaban la FIFA, la Confederaci¨®n Asi¨¢tica de F¨²tbol (CAF) y la Federaci¨®n Surcoreana de F¨²tbol en sus respectivas p¨¢ginas web y Twitter. Que Corea del Sur hizo los tres cambios de jugador autorizados durante el partido, y Corea del Norte, solo dos. Que el ¨¢rbitro, el catar¨ª Abdulrahman al-Jassim, sac¨® dos tarjetas amarillas por bando.
Y un pu?ado de fotos, en la que puede verse algunos momentos del partido. Los futbolistas surcoreanos, en el puesto 37 del ranking de la FIFA, de blanco, con su estrella Son Heung-min, del Tottenham, al frente. Los norcoreanos, en el puesto 113, de rojo. Las gradas de alegres colores, completamente vac¨ªas excepto por lo que parecen algunos vigilantes. Antes de comenzar, el equipo del Sur hace ondear su bandera, una imagen impensable fuera del estadio: ambos pa¨ªses siguen t¨¦cnicamente en guerra.
Para poder verlo al completo, habr¨¢ que esperar. ¡°Corea del Norte nos ha prometido que, cuando nuestra delegaci¨®n emprenda viaje de vuelta, le entregar¨¢ un DVD con todas las im¨¢genes del encuentro¡±, indicaba en un comunicado el Ministerio de Unificaci¨®n surcoreano, responsable de las relaciones del Sur con el pa¨ªs vecino.
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