Kipchoge: ¡°Lo importante es el atleta, las zapatillas no te hacen correr r¨¢pido¡±
El atleta keniano destaca su dedicaci¨®n f¨ªsica y mental para bajar de las dos horas en el marat¨®n y relativiza la ayuda tecnol¨®gica: ¡°Soy un ser humano, no un coche¡±

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El s¨¢bado, poco despu¨¦s de romper la barrera de las dos horas en la distancia del marat¨®n, Eliud Kipchoge resumi¨® su asombrosa carrera en el parque del Prater de Viena con una analog¨ªa espacial en Twitter: ¡°?Hoy fuimos a la Luna y regresamos a la Tierra!¡±, escribi¨®.
En su haza?a hay ecos de la carrera espacial de la guerra fr¨ªa. La meticulosa selecci¨®n de los primeros astronautas. El reclutamiento de investigadores de campos diversos para exprimir la ciencia e impulsar al hombre a un lugar inalcanzable. El c¨¢lculo obsesivo para controlar las condiciones al l¨ªmite: al Apolo 11 le quedaban 30 segundos de combustible cuando se pos¨® en la Luna; a Kipchoge le sobraban 20 segundos cuando cruz¨® la meta en 1h 59m 40s. La creaci¨®n de herramientas espec¨ªficas para el experimento: cohetes, combustibles, computadoras, preparados alimenticios, las zapatillas Nike Alphafly. Y el largo camino de regreso a casa: el Apolo 11 despeg¨® el 16 de julio de 1969, aluniz¨® el 20 y ameriz¨® en el Pac¨ªfico el 24. El prodigio keniano, de 34 a?os, fue a la Luna y regres¨® el 12 de octubre, y este martes todav¨ªa no hab¨ªa tocado tierra en su casa de Eldoret.
Se encontraba en La Haya (Holanda), en las oficinas de la compa?¨ªa que da nombre a su grupo de entrenamiento, el NN Running Team. En esa parada de su viaje de vuelta, Kipchoge atiende por tel¨¦fono a una selecci¨®n de peri¨®dicos espa?oles entre los que est¨¢ EL PA?S. ¡°Todav¨ªa estoy celebrando mi actuaci¨®n del s¨¢bado¡±, dice, y vuelve a situarla en el lugar que para ¨¦l ocupa: ¡°Es el mayor logro que he conseguido. Quer¨ªa hacer historia en este mundo. Como Roger Bannister hace 65 a?os [corri¨® por primera vez una milla en menos de cuatro minutos]. Hacer historia es otra historia¡±.
Today we went to the Moon and came back to earth! I am at a loss for words for all the support I have received from all over the world.
— Eliud Kipchoge - EGH?? (@EliudKipchoge) October 12, 2019
Thank you to all who gave me the opportunity. Asante. pic.twitter.com/0HTVBjB6YY
Y ahora, mientras completa el recorrido de vuelta, trufado de compromisos comerciales y entrevistas, comienza la reconstrucci¨®n de un organismo empujado a un l¨ªmite inexplorado. Antes de volver a retarse. ¡°Ahora estoy concentrado puramente en la recuperaci¨®n. Cuando termine la recuperaci¨®n, tengo un gran equipo a mi alrededor con el que discutiremos qu¨¦ es lo siguiente. Pero por ahora es recuperaci¨®n¡±, dice.
No ser¨¢ un proceso corto, seg¨²n explica desde Eldoret el catal¨¢n Marc Roig, atleta, fisioterapeuta, responsable de las sesiones de ejercicios de condicionamiento general del keniano. ¡°Van a ser unas tres semanas de descanso casi absoluto para recuperar el cuerpo¡±, dice Roig. Podr¨ªa salir a trotar un poco, pero no como parte de un plan, sino como necesidad instintiva. La vuelta al trabajo en serio no se producir¨¢ hasta noviembre, cuando el resto de los corredores del grupo haya disputado sus maratones de oto?o. Entonces Kipchoge volver¨¢ a dejar a su familia en Eldoret, a 2.100 metros de altitud, para mudarse al campo de entrenamiento de Kaptagat, a 30 kil¨®metros, pero a¨²n m¨¢s arriba, a 2.400 metros.
Para entonces, Roig est¨¢ convencido de que ya tendr¨¢ en mente la siguiente frontera y la compartir¨¢ con el grupo. Sobre el asalto a las dos horas en Viena no les habl¨® hasta hace unos cinco meses, cuando empezaron el programa de preparaci¨®n. Desde La Haya, Kipchoge reflexionaba sobre su esp¨ªritu competitivo: ¡°No creo en los l¨ªmites. Los desaf¨ªos son parte de la vida. Cuando se me plantea uno, intento superarlo. Los deportes son como la vida. Cada d¨ªa es un desaf¨ªo. Me levanto por la ma?ana y cada d¨ªa es un desaf¨ªo¡±, dice.
Y los afronta con m¨¦todo. ¡°Siempre sigo de manera estricta afrontar los compromisos de uno en uno. En enero [cuando dec¨ªa que no se ve¨ªa bajando de las dos horas], estaba comprometido con el marat¨®n de Londres. [El reto de las dos horas] estaba en la parte trasera de mi mente, y yo siempre me ocupo antes de las cosas que est¨¢n en la parte delantera¡±, cuenta. ¡°Lo mental y lo f¨ªsico son dos cosas cr¨ªticas. Debes estar f¨ªsicamente en forma para correr la distancia y mentalmente en forma para manejar toda la distancia. Son dos cosas cr¨ªticas que funcionan mano a mano, hermanos y hermanas que no pueden separarse¡±, explica.
Seg¨²n relata Roig, el prodigio f¨ªsico de Kipchoge se combina con una cabeza a la altura: ¡°Es capaz de mover monta?as con la mente¡±.
As¨ª como equilibra la importancia de las piernas y la cabeza, Kipchoge tambi¨¦n quiere relativizar la importancia de la aportaci¨®n de las sucesivas generaciones de zapatillas desarrolladas espec¨ªficamente por Nike para contribuir a rebajar de las dos horas en los 42,195 kil¨®metros. La espuma especial y la placa de fibra de carbono mejoran el rendimiento entre un 4% y un 6%, seg¨²n diversas estimaciones.
Kipchoge no ve ah¨ª lo esencial: ¡°Lo importante es el atleta. Si tienes buenas zapatillas y no est¨¢s en forma, no puedes hacer nada. Al final, las zapatillas no son la respuesta; no te hacen correr r¨¢pido. Soy un ser humano. No es como con un coche, que tienes dos tipos de combustible: un combustible que va muy r¨¢pido y otro combustible que es lento. Con los seres humanos, si no est¨¢s en forma mental y f¨ªsicamente, no puedes hacer nada. Concentr¨¦monos en el atleta real¡±, defiende.
La pulsera de Sandy
Quienes trabajan con ¨¦l, como Roig, destacan su convicci¨®n casi por encima de sus condiciones f¨ªsicas. ¡°Con un objetivo a la vista, da el 100% para ese objetivo. No es f¨¢cil dejar la familia a un lado, y no saltarse nada. ?l es de los que dice que si est¨¢s aqu¨ª es para entrenar; con ¨¦l, tonter¨ªas las justas. Algunas veces que empieza a chispear, tampoco afloja¡±, dice.
Profesionalidad y convicci¨®n. ¡°Desde el primer momento, instaur¨® la confianza en el grupo. Por la fe que transmit¨ªa, le ves tan convencido... Desde el primer d¨ªa no mostr¨® duda alguna. Dec¨ªa: ¡®A Viena no vamos a intentarlo; s¨®lo vamos a demostrarlo¡±, recuerda Roig que proclamaba Kipchoge sobre el asalto a las dos horas. ¡°Sabe de su capacidad y de su esfuerzo. Y sabe que lo que tiene que hacer es correr, que todo va a funcionar si cumple a rajatabla el plan¡±, dice Roig.
El plan hab¨ªa comenzado en 2016, cuando como en la carrera espacial de la guerra fr¨ªa a¨²n hab¨ªa dos potencias persiguiendo el reto de las dos horas, Adidas y Nike. La marca estadounidense lo escogi¨® en la terna de maratonianos que lo intent¨® en el circuito de Monza en mayo de 2017. Esa ma?ana a Kipchoge le sobraron 26 segundos, pero no olvid¨® aquel impulso. En Viena corri¨® con una pulsera en la mu?eca derecha: un cord¨®n amarillo con una placa plateada en la que se le¨ªa ¡°Sandy¡±. Recordaba a Sandy Bodecker, el ejecutivo de Nike impulsor de aquel proyecto conocido como Breaking2, fallecido en octubre del a?o pasado. El lunes, dos d¨ªas despu¨¦s de conseguir finalmente lo que empezaron juntos, Kipchoge tuite¨®: ¡°Sandy, lo hicimos¡±.
Sandy, we did it. pic.twitter.com/FTuMqZoD4n
— Eliud Kipchoge - EGH?? (@EliudKipchoge) October 14, 2019
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