La compleja realidad del f¨²tbol femenino
El despegue a¨²n no se corresponde con la capacidad para generar ingresos
El anuncio de huelga indefinida de las jugadoras ha metido al f¨²tbol femenino espa?ol en un callej¨®n sin salida. Si las dos partes mantienen sus l¨ªneas rojas, y nadie ha dado se?ales de lo contrario hasta ahora, ser¨¢ imposible que no haya v¨ªctimas al final de este conflicto laboral. En el caso de que se acepten las exigencias sindicales, los clubes m¨¢s peque?os aseguran que no podr¨¢n asumir esos compromisos (12.000 euros anuales de salario m¨ªnimo para aquellas con contrato a media jornada) y quedar¨¢n condenados probablemente al descenso o la desaparici¨®n. Y si la patronal no da su brazo a torcer, aboca a un mundo en expansi¨®n al peor escenario: el paro sine die.
La crisis afecta a un f¨²tbol femenino en plena construcci¨®n, al alza tras el gran escaparate del ¨²ltimo Mundial, pero todav¨ªa en una fase muy embrionaria, a varias galaxias de distancia del hermano mayor masculino. Las p¨¦rdidas en los clubes son generalizadas, seg¨²n las fuentes consultadas; y las subvenciones p¨²blicas y ayudas, el sost¨¦n imprescindible para mantenerlos en pie.
Las entidades llamadas independientes, las que no forman parte de un club en Primera masculina, como el Logro?o, Granadilla, Madrid CFF y Sporting de Huelva, son las m¨¢s fr¨¢giles, las que viven sin red para afrontar las peticiones de las jugadoras. ¡°Si me creas unas obligaciones, dame m¨¢s recursos¡±, reclama Sergio Batista, presidente del Granadilla, club del sur de Tenerife. ¡°No es justo que pueda perder en los despachos lo ganado en el campo. Nuestros salarios son bastante dignos. Adem¨¢s, les pagamos el alquiler de la vivienda, que son unos 800 euros al mes, y les cedemos un coche al tener como patrocinadores a empresas de veh¨ªculos. Nosotros no podr¨ªamos asumir las exigencias de los sindicatos. Solo cada desplazamiento nos cuesta 7.000 euros, y son 15 por temporada en el primer equipo y 14 en el segundo¡±, explica el dirigente del Granadilla Tenerife, un caso extremo en todo caso en el apartado de viajes.
Francisco Javier L¨®pez Rey, vicepresidente del Sporting de Huelva, un club de la misma liga que las canarias, admite que ninguna futbolista de su plantilla tiene contrato a jornada completa. En una entidad de clase media, como el Valencia, el diagn¨®stico no resulta m¨¢s alentador. Su presidente, Salvador Belda, reconoce que cada curso sufre unas p¨¦rdidas de ¡°alrededor de un 30% o 40%¡± de su presupuesto, una cantidad que prefiere no desvelar. ¡°Si pap¨¢ club no nos diera dinero¡¡±, se pregunta. ¡°Pero tampoco podemos meter pasta sin parar porque la gente se cansa. Llevamos a?os pagando la fiesta. El objetivo es crear un proyecto consolidado, firmar el primer convenio y, a partir de ah¨ª, crecer y mejorar las condiciones¡±, apunta el dirigente, que cree que hay jugadoras que no est¨¢n muy bien informadas sobre la situaci¨®n real del f¨²tbol femenino. Este es un discurso com¨²n entre los mandatarios consultados: las condiciones han mejorado mucho en los ¨²ltimos a?os sin convenio y un exceso de presi¨®n para firmar un texto por encima de las posibilidades actuales de la competici¨®n puede arruinar el camino andado.
Patrocinadores y televisi¨®n
El f¨²tbol femenino ingresa cerca de seis millones anuales. LaLiga aporta 1,6 millones e Iberdrola, el patrocinador principal, 1,3 (unos 80.000 euros de media a cada conjunto). No obstante, la Asociaci¨®n de Clubes asegura que todav¨ªa no ha recibido el importe de la campa?a anterior (primero pasa por la Fundaci¨®n Deporte Joven, dependiente del Consejo Superior de Deportes, y despu¨¦s por la Federaci¨®n Espa?ola).
Luego queda el pastel de las televisiones, dividido ahora en dos partes separadas, otro episodio m¨¢s de la guerra entre LaLiga y la Federaci¨®n. Doce clubes tienen un contrato con Mediapro por el que reciben 2,25 millones para todos. Y los cuatro restantes (Barcelona, Athletic, Tac¨®n y Sevilla) perciben 500.000 euros tras ceder sus derechos de retransmisi¨®n a la instituci¨®n presidida por Luis Rubiales. El Madrid CFF ha pedido pasarse a este segundo bando.
Otros ap¨¦ndices econ¨®micos son las ayudas de unos 80.000 euros que ofrece la Asociaci¨®n de Clubes a sus miembros para crear estructuras de gesti¨®n (contratar personal de m¨¢rketing o de redes sociales, por ejemplo). La condici¨®n es que todas las jugadoras deben estar cotizando a la Seguridad Social. Y en este apartado, los clubes independientes, lo que no est¨¢n vinculados a una entidad grande, reciben un dinero de LaLiga (procedente de los derechos televisivos) para pagar la Seguridad Social.
No obstante, poner el esc¨¢ner macroecon¨®mico sobre este universo deja en evidencia tambi¨¦n no pocos vac¨ªos. Por ejemplo, los presupuestos de las entidades no son p¨²blicos, ni siquiera tienen la obligaci¨®n de comunic¨¢rselo a la asociaci¨®n que los agrupa, y los contratos y nuevos fichajes no pasan por ning¨²n organismo.
Al f¨²tbol femenino le ha explotado la peor crisis, una crisis de adulto cuando a¨²n no se hab¨ªa destetado.
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