Fallece la mexicana que marc¨® un hito al ser la primera mujer en encender un pebetero ol¨ªmpico

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M¨¦xico 68, una gesta te?ida de sangre

¡°?No queremos Olimpiada, queremos revoluci¨®n!¡±

El 12 de octubre de 1968 la atleta mexicana Enriqueta Basilio marc¨® un hito hist¨®rico al ser la primera mujer en encender un pebetero ol¨ªmpico. Fue durante la inauguraci¨®n de los XIX Juegos Ol¨ªmpicos, que se celebraron en una Ciudad de M¨¦xico a¨²n crispada por la matanza de j¨®venes en la Plaza de las Tres Culturas del c¨¦ntrico barrio de Tlatelolco, ocurrida apenas 10 d¨ªas antes. Con cadencia, como si volara sobre la escalera de 93 pelda?os, la joven ascendi¨® hasta el pebetero del Estadio Ol¨ªmpico Universitario y abri¨® un nuevo camino para las mujeres en el deporte mundial. 51 a?os despu¨¦s de aquella haza?a, Basilio falleci¨® el s¨¢bado tras batallar durante a?os contra el Parkinson, que hab¨ªa deteriorado su salud. La noticia la comunic¨® la?Comisi¨®n Nacional de Cultura F¨ªsica y Deporte en M¨¦xico?(CONADE) a trav¨¦s de su cuenta de Twitter: "El deporte mexicano est¨¢ de luto".

Basilio (Mexicali, Baja California, 1948) volvi¨® a recordar aquella gesta el a?o pasado, cuando se celebr¨® el 50 aniversario de unas olimpiadas con las que M¨¦xico pretend¨ªa mostrarse al mundo como un pa¨ªs moderno. De hecho, esos fueron los primeros juegos ol¨ªmpicos celebrados en Am¨¦rica Latina. El pa¨ªs, sin embargo, estaba sumido en una profunda crisis social con protestas que exig¨ªan mayor apertura al Gobierno del presidente Gustavo D¨ªaz Ordaz. "?No queremos olimpiadas, queremos revoluci¨®n!", era el grito de guerra. D¨ªaz Ordaz orden¨® el 2 de octubre una matanza que todav¨ªa sacude las fibras de la naci¨®n norteamericana: la tristemente c¨¦lebre Masacre de Tlatelolco. Alejados del barullo que incendiaba su pa¨ªs, los atletas mexicanos se preparaban para participar en la gesta ol¨ªmpica y la joven Enriqueta, con apenas 20 a?os, fue designada para encender el pebetero. La decisi¨®n la tom¨® por sorpresa, contar¨ªa a?os m¨¢s tarde, porque ese acto simb¨®lico hab¨ªa sido protagonizado por hombres y M¨¦xico contaba en ese momento con atletas masculinos destacados para continuar esa tradici¨®n.

Aquella tarde el Estadio Ol¨ªmpico Universitario estaba a reventar, con miles de mexicanos excitados por acoger el mayor evento deportivo del mundo. La joven Basilio apareci¨® en la pista vestida de blanco, cabello corto sujetado por una cinta del mismo color y la antorcha ol¨ªmpica en la mano. El p¨²blico la ovacion¨® al verla ingresar, pero el momento cumbre fue su ascenso hasta el pebetero, tantas veces practicado, con su delicada silueta superando con elegancia cada uno de los escalones. Las escenas grabadas de la ¨¦poca muestran a una Basilio que parece m¨¢s bien volar con cada zancada. La imagen de ella encendiendo el pebetero es posiblemente el s¨ªmbolo de aquellos juegos. M¨¢s tarde contar¨ªa que corr¨ªa preocupada por un tropez¨®n, que tuvo que esquivar con un zigzag a los atletas que le imped¨ªan el paso para fotografiarla y que una vez al lado de la llama apenas hab¨ªa entendido la gesta reci¨¦n realizada.

Un triunfo para una mujer, la quinta de seis hermanos, que se hab¨ªa apasionado por el atletismo desde muy joven en su natal Baja California, a pesar de la oposici¨®n de su madre, que no ve¨ªa en el deporte una actividad digna para una mujer.?"Hab¨ªa tab¨²es, entonces estaban de moda otros conceptos. Yo hab¨ªa jugado baloncesto, pero me pas¨¦ al atletismo porque no era un deporte de contacto hasta que mi entrenador polaco me descubri¨® y las autoridades convencieron a mis padres de que me dejaran venir a la capital", explic¨® el a?o pasado a la agencia Efe. En los ol¨ªmpicos?Basilio compiti¨® en los 400 metros y 80 metros vallas, pero ser¨¢ recordada por el acto casi de rebeli¨®n de prender el pebetero, convirti¨¦ndose en la primera mujer atleta en hacerlo. Desde entonces, solo otra lo ha logrado:?la exvelocista australiana Cathy Freeman en Sidney?2000.