Carlos Caszely, el goleador que desafi¨® a Pinochet
El delantero chileno dej¨® huella en el Levante y Espanyol tras salir de su pa¨ªs con el golpe de Estado de 1973
Para la temporada 73-74, el f¨²tbol espa?ol volvi¨® a abrirse a la importaci¨®n de extranjeros, cerrada desde 1962. El Levante, reci¨¦n ascendido de Tercera a Segunda, dio la campanada con Carlos Caszely. Se trataba del mejor jugador de Chile, goleador del Colo-Colo, finalista de la Copa Libertadores y con s¨®lo 23 a?os. Grau Torralba, un presidente audaz que acababa de llegar, quer¨ªa a su club en Primera cuanto antes. Buscaba alguien de impacto y resolutivo. El Colo-Colo jug¨® en un partido de verano en Alicante y de all¨ª le llam¨® un t¨¦cnico de club: ¡°Tenemos el hombre¡±.
La negociaci¨®n fue rocambolesca. El Colo-Colo sigui¨® gira hacia Mosc¨² y tras ¨¦l fueron Grau Torralba y el secretario del club, pero no pasaron de Par¨ªs por falta visado. Desde all¨ª negociaron por t¨¦lex, mientras hac¨ªan creer en Valencia que estaban en Mosc¨². El Colo-Colo acept¨®, por ocho millones, y Caszely puso la condici¨®n de jugar la repesca de Chile con la URSS para el Mundial de Alemania. En efecto, jug¨® el 21 de septiembre el URSS-Chile (0-0). S¨®lo diez d¨ªas antes se ha producido el golpe de Pinochet, al que siguen todo tipo de vesanias. Un dolor para Caszely, conocido simpatizante de la Unidad Popular de Allende.
No habr¨¢ partido de vuelta. La URSS se niega a jugar en el Nacional de Santiago, escenario de detenciones y torturas. Chile queda clasificada. Caszely es acogido en el Levante con orgullo y devoci¨®n. En diciembre, en el estadio Vallehermoso de Madrid, marca los cuatro en el 0-4 ante el Rayo y se convierte en noticia nacional. Har¨¢ una buena temporada, con 15 goles, pero el Levante sufrir¨¢ el desencanto de bajar de nuevo a Tercera.
As¨ª que va al Mundial siendo jugador de Tercera. Al llegar a Chile para reunirse con el equipo, se encuentra con que su madre hab¨ªa sido detenida, vejada y torturada pocos d¨ªas antes. Ella no estaba en nada, aquello son¨® a advertencia al hijo por sus inclinaciones izquierdistas. Entonces se produce una escena que marcar¨¢ su biograf¨ªa. Pinochet da una recepci¨®n para despedir al equipo. Va saludando uno a uno a los jugadores y cuando llega su turno, Caszely se agarra las manos tras la espalda. Pinochet disimula y pasa de largo. Un periodista lo contar¨¢ y eso le costar¨¢ la carrera.
Tras el Mundial, en el que ve la primera tarjeta roja de la historia de los Mundiales (se introdujo entonces) regresa a Valencia y juega la temporada completa en Tercera. Hace 26 goles, es el m¨¢ximo goleador de todas las categor¨ªas nacionales a pesar de que por esos campos pelados de Dios le sacud¨ªan de lo lindo. Pero el Levante se queda sin subir, pierde la promoci¨®n ante el Alav¨¦s.
Con otro a?o en Tercera por delante, Torralba decide que lo mejor es venderle. Lo compr¨® por ocho, ahora lo vende por 25 al Espanyol. Pero no podr¨¢ jugar hasta diciembre, porque hab¨ªa ya dos extranjeros, Jerem¨ªas y Ortiz Aquino, y se alargaron sus tr¨¢mites de nacionalizaci¨®n, a la que ten¨ªa derecho por sus dos a?os ya en Espa?a. En una entrevista se autodefine de una forma curiosa: ¡°En el f¨²tbol hay obreros, hay arquitectos y hay el gerente, que es el que mete el gol, el que pone la firma al trabajo de todos. Yo soy el gerente¡±.
Aquello hizo gracia y pas¨® a conoc¨¦rsele como El Gerente. En Barcelona adquiri¨® gran eco su historia ante Pinochet, lo que contribuy¨® a su aura. Triunfa. El Espanyol se meti¨® en la Copa de la UEFA. ?l jug¨® en la selecci¨®n catalana junto a Cruyff, que inst¨® a N¨²?ez a que le fichara y ¨¦ste se apresur¨® a intentarlo. Le dijo a Caszely que le pidiera a Meler, presidente del Espanyol, precio por su ficha, ¡°pero no le digas que es para el Bar?a, porque se negar¨¢¡±. Caszely habl¨® con Meler, que se negaba a fijar precio sin saber para qui¨¦n. Finalmente, Caszely se lo dijo y Meler se neg¨®.
El segundo a?o todo iba bien hasta que Fern¨¢ndez Amado le rompi¨® el peron¨¦ en un entrenamiento. Dos meses fuera. En la reaparici¨®n sufri¨® una fisura en el mismo peron¨¦. Otros dos meses. A?o casi perdido. Peor fue el tercero. Santamar¨ªa entraba en su s¨¦ptimo curso como entrenador perico y el grupo se le iba de las manos. Le reemplaz¨® Heriberto Herrera, un m¨ªster l¨¢tigo que quer¨ªa luchadores, no gerentes. Caszely pas¨® a jugar muy poco.
Ah¨ª acab¨® su aventura en Espa?a. Lleg¨® con 23 y a los 28 regres¨® a Chile. Dej¨® aqu¨ª 60 goles y muchos amigos en Valencia y Barcelona, por donde vuelve con alguna frecuencia. Fue por un tiempo asesor del embajador chileno en Espa?a. Se licenci¨® en preparaci¨®n f¨ªsica y en periodismo. Public¨® una interesante autobiograf¨ªa: Pasillo largo con final de pasto.
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