El Liverpool remonta al Tottenham en el basti¨®n de Anfield
El equipo de Klopp, que no pierde en liga desde hace dos a?os en su campo, se sobrepone con empuje y disciplina, pero con poca imaginaci¨®n, al 0-1 de Kane en el primer minuto
Moussa Sissoko cometi¨® penalti por mano en el ¨¢rea a los 29 segundos de la ¨²ltima final de la Champions. Su acci¨®n, apenas un reflejo, cambi¨® el partido. Cinco meses despu¨¦s el Liverpool y el Tottenham volvieron a encontrarse y Sissoko volvi¨® a cambiar el partido. Esta vez, transcurridos 40 segundos. No fue un reflejo sino un jugad¨®n. Rob¨® el bal¨®n frente a su ¨¢rea y, movi¨¦ndose con una agilidad impropia de su complexi¨®n de tanque, dribl¨® a Fabinho, avanz¨® en campo contrario, se fue de Wijnaldun, y cuando vio que le sal¨ªa Van Dijk abri¨® a Son. Rota la primera y la segunda l¨ªnea de presi¨®n del equipo m¨¢s presionante de la Premier, el coreano hizo un recorte sobre Henderson y sac¨® un tiro que desvi¨® Lovren. Atento a la trayectoria imprevista de la pelota, Kane se tir¨® en plancha y la orient¨® hacia el palo libre. El 0-1 fue la constataci¨®n de lo impredecible en el inicio de un duelo que acabar¨ªa como era de prever. Anfield sigue siendo impenetrable.
Remont¨® el Liverpool y consolid¨® su liderato en la clasificaci¨®n as¨ª como el basti¨®n de su campo en liga, en donde no pierde desde abril de 2017. El resultado no sali¨® de los m¨¢rgenes de la normalidad. Menos convincente fue el juego del equipo de Klopp, muy poco sutil para resolver los problemas que le plante¨® su rival. El Tottenham compiti¨® con solvencia. Dio s¨ªntomas de rehabilitaci¨®n tras el des¨¢nimo de final del verano. Se arm¨® colectivamente por encima de la falta de frescura mental y f¨ªsica de algunas de su primeras individualidades, con Dele Alli y Eriksen al frente de la n¨®mina. Del contraste salieron reforzados Son, Sissoko y Gazzaniga.
La baja de Lloris hasta el a?o que viene ha dejado al Tottenham sin su capit¨¢n y sin su referente defensivo. El sustituto, Gazzaniga, respondi¨® en Anfield. El argentino formado en la cantera del Valencia estuvo a la altura de las exigencias en un momento grav¨ªsimo. Expuesto a los desajustes del Tottenham, metido en una caldera en ebullici¨®n, sin el control de la pelota durante una hora larga, el portero sostuvo a su equipo en pie hasta el final. Hizo al menos cinco paradas de dificultad ante remates de Salah de fuera del ¨¢rea, Firmino a bocajarro, Robertson desde la frontal, Van Dijk de cabeza y Firmino en el segundo palo.
Replegado en su campo para cerrar las v¨ªas de acceso a su adversario a 30 metros de su porter¨ªa, el Tottenham perdi¨® la pelota pero se asegur¨® de que todas las llegadas del Liverpool pasaran por un filtro. El equipo de Klopp rebaj¨® las posesiones de los visitantes a la m¨ªnima expresi¨®n. Ah¨ª donde hubo un rechace o un bal¨®n dividido, siempre apareci¨® una camiseta roja. Pero puesto a inventar alternativas desequilibrantes sin espacios, el Liverpool no encontr¨® mejor salida que el centro lateral. El exceso de centros colgados, la falta de paredes, regates o pases interiores, evidenci¨® lo m¨¢s prosaico del l¨ªder. Se trata de un equipo terriblemente peligroso cuando no tiene la pelota y es casi vulgar cuando la tiene en su poder.
El protagonismo de Gazzaniga estuvo a punto de destrozar al Liverpool. En su ¨¢rea y en la contraria. Transcurrido el minuto 50, el meta sac¨® en largo a la espalda de Alexander Arnold y ah¨ª corri¨® Son. Magn¨ªfico en el desmarque, el coreano dispuso de la mejor ocasi¨®n de su equipo: estrell¨® la pelota en el palo. En la siguiente jugada, el Liverpool descubri¨® la soluci¨®n al gran dilema de Gazzaniga.
Henderson se proyect¨® por la banda derecha y colg¨® el centro. Uno m¨¢s en la lluvia de balones al punto de penalti. Uno m¨¢s que despejaron los centrales. Uno m¨¢s que recuper¨® el Liverpool con su extraordinaria capacidad para ordenarse en el punto exacto del rebote. Fabinho, como de costumbre, se qued¨® con la pelota y la volvi¨® a abrir a la derecha salt¨¢ndose a la zaga con un globito. Fue medio centro. Fue para Henderson otra vez. Aprovechando que la defensa londinense se hab¨ªa reculado demasiado, y dado que Rose le hab¨ªa perdido de vista, el volante arm¨® la zurda y quebr¨® la resistencia.
El Tottenham no se hab¨ªa recuperado del golpe cuando un cambio de frente de Arnold a la espalda de Aurier expuso el lado m¨¢s infantil del defensa franc¨¦s. Sadio Man¨¦ le gan¨® la posici¨®n sin ¨¢ngulo para nada y Aurier le hizo un penalti completamente innecesario. Fue el germen del 2-1, ejecutado por Salah.
Pochettino busc¨® la reacci¨®n con Ndombel¨¦, Moura y Lo Celso. Prescindi¨® de Eriksen. Winks y Aurier. Con alg¨²n efecto. Pero sin apenas impacto, adem¨¢s de un cabezazo de Alderweireld a la salida de un c¨®rner. El fort¨ªn de Anfield sigue en pie.
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