El atrevimiento del Levante conquista Anoeta en un duelo bell¨ªsimo
La Real Sociedad expone sus grietas y cae por segunda vez en sus ¨²ltimos tres partidos como local
Puede que el altavoz no sea el ideal, entre semana y con un horario no apto para todos los p¨²blicos, pero partidos como el que se jug¨® en Anoeta ayudan a engrandecer LaLiga, a entender que en cualquier estadio, en cualquier momento y situaci¨®n, dos equipos pueden salir al campo a brindar un espect¨¢culo m¨¢s que grato para el espectador. El Levante se llev¨® los puntos y le da lustre a la atribulada clase media del f¨²tbol espa?ol. Se agradecen equipos que salten al verde como lo hizo el que dirige Paco L¨®pez en terreno donostiarra: sin miedo, siempre dispuesto a dar un paso adelante, con buen trato de bal¨®n y vertical por ambicioso y trabajado. Dolorido tras su derrota el pasado fin de semana contra el Espanyol, y con la perspectiva de recibir al Barcelona el pr¨®ximo s¨¢bado, el Levante fue osado y en su valent¨ªa encontr¨® premio (1-2).
La Real Sociedad tropez¨® entre sospechas porque quiz¨¢s en las ¨²ltimas semanas se ha despistado respecto a la excelencia. O deja entrever algunas grietas. El Levante las acab¨® de abrir para infringirle su segunda derrota en casa en los ¨²ltimos tres partidos. Lo hizo sobre todo en una primera parte descomunal, plena de ritmo, en la que los propietarios del campo dieron un aceler¨®n inicial, pero el cuadro levantino se neg¨® a pisar el freno. En cuatro minutos, entre el seis y el diez, Morales entr¨® como un cuchillo por el flanco zurdo de la zaga blanquiazul. Fue tan estrepitosa la asonada del comandante que Anoeta se revolvi¨® entre murmullos, como si la gente no entendiese a que se deb¨ªa aquel despiporre. Imanol Alguacil hab¨ªa refrescado el once con futbolistas menos habituales. Al descanso ya no sali¨® no de ellos, Sangalli. Tampoco regres¨® Le Normand y llamaron a Willian Jos¨¦ y Portu, dos habituales titulares.
No era tanto una cuesti¨®n de se?alar como de trocar. La Real necesitaba darle la vuelta a dos goles, en realidad a un partido. El Levante marc¨® un par de veces y pudo anotar, f¨¢cil, dos m¨¢s. As¨ª de monumental fue su torrente ofensivo. La Real no se achant¨®, pero estuvo expuesta y zarandeada tres largos cuartos de hora. Morales, que se convirti¨® en el jugador que m¨¢s partidos ha disputado (154) en la m¨¢xima categor¨ªa con el Levante, la puso de vuelta y media para empezar. Luego Bardhi la remat¨® con dos genialidades, primero un taconazo que abri¨® el espacio para que Melero le dejase ante el gol; despu¨¦s con un chutazo desde el pico del ¨¢rea que se estrell¨® en el larguero y habilit¨® a Borja Mayoral para dar el segundo golpe.
No era un partido para dudas, generoso, fren¨¦tico. As¨ª que tampoco Imanol se anduvo con miramientos en la toma de decisiones. Los cambios del entretiempo le dieron pegada a su equipo, que adem¨¢s asumi¨® riesgos en la zaga, abocada en bastantes acciones al uno contra uno. La grada, siempre activa en la animaci¨®n, redobl¨® su impacto ambiental cuando la primera vez que entraron en el ¨¢rea Portu y Willian Jos¨¦ la pelota acab¨® en la red, tras remate del delantero brasile?o.
El Levante ha encajado al menos un gol en sus 21 ¨²ltimos desplazamientos ligueros. As¨ª que parecia complicado deducir que ya ten¨ªa todo resuelto. El partido fue otro tras el gol de Willian Jos¨¦, tras el descanso en definitiva. El Levante, imperial hasta entonces, supo que deb¨ªa quitarse los ropajes de gala y tomar pico y pala. Se protegi¨®, pero tampoco volvi¨® la cara y pudo retomar el sosiego en un penalti que se se?al¨® y se fue, con justicia tecnol¨®gica, al limbo. En el paroxismo actual sobre la interpretaci¨®n de qu¨¦ es mano o no, Melero L¨®pez se?al¨® uno de esos penaltis contempor¨¢neos. Un centro al ¨¢rea repeli¨® en Zubeldia, que para entonces operaba de central. Al zaguero realista le golpe¨® la pelota en el codo, s¨ª, pero lo hizo mientras trataba de evitarlo y adem¨¢s pegaba el brazo a su tronco. El VAR con S¨¢nchez Mart¨ªnez al mando le advirti¨®, le invit¨® a ver las im¨¢genes y hubo rectificaci¨®n.
El estadio celebr¨® la correcci¨®n como un gol. Con casi media hora por jugar, la Real se relanz¨® a¨²n m¨¢s, con m¨¢s prisa e ¨ªmpetu que orden. Portu remat¨® al palo. Imanol hizo un ¨²ltimo movimiento, tambi¨¦n se puede interpretar como una correcci¨®n: llam¨® a Zaldua por Gorosabel y acab¨® el partido con el mismo once que hab¨ªa alineado de inicio en el ¨²ltimo triunfo en Vigo, excepto la ofensiva variante de Isak en el lugar de Le Normand. Con el sueco-eritreo, Willian Jos¨¦ y Portu. Oyarzabal y Odegaard nutriendo por dentro y Zaldua y Monreal desplegados bien abiertos, la Real se guard¨® bien poco. El partido, a¨²n cambiado, fue bell¨ªsimo hasta el final. E incierto en su resultado hasta que los jugadores del Levante alzaron victoriosos los brazos.
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