Vitolo y Morata relanzan al Atl¨¦tico
El extremo canario, el empuje de Herrera y el instinto del goleador madrile?o lideran la remontada rojiblanca ante el Espanyol
A lomos de las conducciones y los pases de Vitolo, de la jerarqu¨ªa de Herrera y del enrachado Morata, el Atl¨¦tico se impuso al Espanyol en un segundo tiempo en el que por fin puso en escena la batalla y el v¨¦rtigo que demanda su entrenador. La reacci¨®n, tras un primer acto en el que los futbolistas de Simeone volvieron a mostrar su falta de continuidad en el juego, lleg¨® al borde del descanso con un gol de Correa validado por el VAR. Cuando todo apuntaba a derrumbe, ese tanto desat¨® a los rojiblancos, que acogotaron al Espanyol hasta derribarle.
Que el Atl¨¦tico no est¨¢ fino lo certific¨® el vuelco en la alineaci¨®n dado por Simeone, que oper¨® en todas las l¨ªneas. En la zaga conden¨® a Lodi al banquillo, vulnerable en los ¨²ltimos partidos. Su puesto se lo entreg¨® a Sa¨²l, que empieza ya a ser la vara de medir de las b¨²squedas de su entrenador. Sus cambios de posici¨®n son directamente proporcionales a la indefinici¨®n del equipo. Para el centro del campo, la novedad fue el mexicano Herrera, reclutado para paliar la falta de jerarqu¨ªa que Simeone ha detectado. La bandera de esa revoluci¨®n fue la suplencia de Diego Costra y lo m¨¢s novedoso, la posici¨®n de Vitolo, como escolta de Morata. Fue el extremo canario el que lider¨® ese intento por variar la anodina y rala puesta en escena de los rojiblancos. Debi¨® entender que a la espalda de Naldo hab¨ªa un vivero de peligro y all¨ª se plant¨® en dos ocasiones para ganar la l¨ªnea de fondo dentro del ¨¢rea.
Una pelota corrida de Vitolo tras un robo de Herrera plant¨® a Morata ante Diego L¨®pez. El delantero eligi¨® una picadita antes que confiar en su potencia para superar al meta blanquiazul a la carrera. El error pes¨® en el Atl¨¦tico como si se hubiese tratado de un gol en contra. El animoso arranque local se difumin¨®. De repente, apareci¨® ese equipo rampl¨®n con la pelota, temeroso del error y sin pulso. Sin convicci¨®n para ir a presionar a los tres centrales del Espanyol la salida de la pelota. El Espanyol se alarg¨® entregado al criterio de Marc Roca y meti¨® el partido en un ritmo lento que desquici¨® a los futbolistas de Simeone. Comenz¨® una feria de p¨¦rdidas, malas entregas y peores despejes que desataron el runr¨²n de la grada. La palidez y la planicie del ataque se reflej¨® en varias jugadas en las que se clav¨® ante el ¨¢rea de Diego L¨®pez sin saber por d¨®nde buscar un resquicio. Trabado con la pelota, una entrega temeraria de Thomas a Koke la aprovech¨® V¨ªctor S¨¢nchez para birlar el bal¨®n al capit¨¢n y conectar con Darder, que ajustici¨® a Oblak con un disparo ajustado a media altura. Varado en esos ataques poco da?inos, con el descanso asomando, Vitolo imagin¨® un pase por encima de la defensa que Morata, escorado, pic¨® con delicadeza sobre la cabeza de Diego L¨®pez. La pelota parec¨ªa entrar, pero Correa se encarg¨® de remacharla con la cabeza adelant¨¢ndose a centrales que le sacaban dos cabezas. El asistente anul¨® el tanto, pero el VAR lo valid¨® reanimando a un equipo que iba camino del vestuario acongojado.
La espoleta del gol de Correa permaneci¨® en el arranque del segundo acto. Entonces s¨ª se vio a ese equipo el¨¦ctrico, dispuesto a convertir cada recuperaci¨®n en v¨¦rtigo ofensivo. Morata y Correa avisaron antes de que el VAR revisara un posible penalti a Felipe. El retraso en la decisi¨®n final de Gil Manzano no cortocircuit¨® el alto voltaje que transmit¨ªa el Atl¨¦tico, de nuevo liderado por Vitolo y Herrera como los futbolistas que mejor aplicaron el ataque vertical que pretende su entrenador. Un robo del mexicano y otro pase telesc¨®pico del canario al espacio lo gan¨® Morata a Bernardo y a la carrera descerraj¨® un derechazo que fulmin¨® a Diego L¨®pez por su palo. El tanto signific¨® el sexto consecutivo del internacional espa?ol, que ha adelantado por la derecha a Diego Costa por piernas y goles.
En combusti¨®n, Herrera lig¨® una jugada con Trippier pero se pas¨® de pegada en su disparo. Correa tambi¨¦n tuvo el tercero, pero se aturull¨®. Sin cerrar el partido con goles, Simeone empez¨® a finiquitarlo con la rueda de cambios. Retir¨® a Vitolo, que asisti¨® al reconocimiento de la hinchada como si de un pase¨ªllo torero se tratara. Abandon¨® el campo por el lado opuesto al banquillo y en su recorrido hasta la caseta la grada le envi¨® un mensaje a su entrenador coreando su nombre. La falta de contundencia pudo causarle un disgusto a los rojiblancos en el tramo final. Gil Manzano anul¨® un gol de David L¨®pez tras una dudosa falta a Koke, tras la que el central blanquiazul conect¨® un cabezazo limpio. Con el susto en el cuerpo, Simeone reemplaz¨® a Morata y a Correa por Costa y Llorente. Fue el hispanobrasile?o el que tras otro robo de Herrera corri¨® un pase que Koke no practicaba con tanta precisi¨®n desde hace tiempo. El centro raso de Costa lo dej¨® pasar Herrera y lo machac¨® el propio Koke, que acab¨® con la angustia de un equipo que necesitaba la victoria para atemperar el volc¨¢n interno que podr¨ªa haber estallado de haber tropezado.
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