Nadal se despide del Masters en el trono
El n¨²mero uno supera un ¨¢spero cuerpo a cuerpo con Tsitsipas (6-7, 6-4 y 7-5, en 2h 52), pero la derrota de Medvedev ante Zverev (6-4 y 7-6, en 1h 18m) le apea del torneo pese a haber logrado dos victorias
Pendiente de una carambola que no lleg¨®, porque ¨¦l cumpli¨® con su parte (6-7 6-4 y 7-5, en 2h 52) pero Daniil Medvedev no acompa?¨® por la noche frente a Alexander Zverev (6-4 y 7-6, en 1h 18m), Rafael Nadal se despidi¨® del Masters de Londres con la sensaci¨®n de haberle faltado una pizca de tiempo. Lleg¨® justo al torneo, sobre la bocina porque la lesi¨®n abdominal de Par¨ªs-Bercy le impidi¨® entrenarse adecuadamente la semana previa y le tuvo en tensi¨®n hasta el d¨ªa previo, de modo que arranc¨® sin ritmo, sufri¨® un tropiezo el primer d¨ªa y, as¨ª de crudas son las cosas, se march¨® pese a tener dos victorias en su casillero.
Se le niega a Nadal el trofeo maestro, uno de los logros que ans¨ªa verdaderamente porque, al fin y al cabo, es uno de los pocos grandes jugadores de la historia que no tiene el trofeo en su expediente. Se le resiste una y otra vez, la mayor¨ªa de veces por las lesiones y en esta ocasi¨®n por un leve infortunio que le pas¨® una factura desproporcionada. Probablemente, la historia hubiese bien diferente si el abdomen no hubiese cometido la travesura, pero la realidad dice que perdi¨® el primer d¨ªa, contra un Zverev que no le hab¨ªa batido nunca, y que al no haber carambola est¨¢ fuera.
Es la cuarta vez que Nadal se descabalga en la fase de grupos. Y esta, si cabe, la m¨¢s cruel. En 2009 se fue de vac¨ªo, en 2011 gan¨® un partido y en 2017 tuvo que retirarse en el estreno a causa de la rodilla derecha. La ¨²ltima ocasi¨®n en la que un tenista fue eliminado con dos victorias en el round robin fue en 2012; entonces, el damnificado fue David Ferrer. La falta de preparaci¨®n le impidi¨® llegar este a?o a tono al primer compromiso y despu¨¦s alz¨® el vuelo con una incre¨ªble remontada contra Medvedev. Este viernes firm¨® otra ante Tsitsipas, pero la severa ley del Masters castiga el m¨¢s m¨ªnimo paso en falso.
Con el n¨²mero uno ya fuera de combate, Zverev, defensor del t¨ªtulo obtenido el a?o pasado, se medir¨¢ a Dominic Thiem (21.00, Movistar+ Deportes) y en la semifinal previa Tsitsipas pondr¨¢ a prueba (15.00, en el mismo canal) la jerarqu¨ªa de Roger Federer.
Cumplido el primer objetivo, que consist¨ªa en derrotar al clasificado Tsitsipas en el duelo que encabezaba el cartel de en el O2, Nadal se agarraba a una segunda circunstancia que no estaba en sus manos y al final eso le penaliz¨®. Medvedev jug¨® ya eliminado, y no cerr¨® la ecuaci¨®n. Antes, el? balear hab¨ªa brindado una buena faena frente al griego en un duro partido que transcurri¨® entre fin¨ªsimos equilibrios, achuchando un punto m¨¢s Nadal y seguro en la r¨¦plica Tsitsipas.
La madurez creciente de Tsitsipas
El n¨²mero uno incidi¨® una y otra vez sobre el rev¨¦s del griego, que compensa el d¨¦ficit del reverso con una derecha de tiral¨ªneas y, sobre todo, con un servicio poderoso e imprevisible. Tiene algo de indescifrable el chico, que apura el golpe y lo esconde, de modo que se hace muy dif¨ªcil interpretar hacia d¨®nde ir¨¢ su bola; desconcierta de alguna manera a Nadal, que este a?o ya le sufri¨® en la arena de Madrid y ese d¨ªa tom¨® buena nota, porque adem¨¢s de arrestos y mucho tenis el joven tiene mala uva, y a veces intenta enmara?ar la situaci¨®n con zorrer¨ªa.
Hasta que la manga deriv¨® en el tie-break, ambos se sostuvieron s¨®lidamente sobre el servicio. El espa?ol sac¨® r¨¦dito a su insistencia en el rev¨¦s del rival, y este, de 21 a?os, contragolpe¨® con br¨ªo y personalidad. Pese a estar encerrado en la jaula de la muerte s¨²bita con el n¨²mero uno, sac¨® pecho y apret¨®, y coincidi¨® esa valent¨ªa con la descompresi¨®n de Nadal. El de Manacor (33) se desdibuj¨® en ese instante y cometi¨® cuatro errores, de los 15 que firm¨® en el primer set, justo en el momento menos indicado. Levant¨® la barrera del peaje y a la que vio luz verde, Tsitsipas enfil¨® la v¨ªa recta e inclin¨® a su favor. Tocaba, pues, remar a contracorriente y con el agua al cuello.
Una prueba de fuego para el ateniense, que este a?o ha empezado a llamar a la puerta de la zona noble y ya ha derribado a los tres gigantes del circuito: dos veces a Novak Djokovic, una a Nadal y otra a Roger Federer, en los cuartos de Australia. ?l es, seguramente, la opci¨®n m¨¢s s¨®lida junto a Medvedev en clave de relevo. Tiene mimbres y sabe aguantar el tipo. Lo demostr¨® otra vez, sabiendo responder a los martillazos constantes del espa?ol en busca de la reacci¨®n. Contra las cuerdas, Nadal plante¨® un acoso rudo ¡ª28 visitas a la red, con 22 aciertos¡ª y fue entrando m¨¢s fuerte con la derecha; pura erosi¨®n, hasta que el dique cedi¨® en el noveno juego y logr¨® el break, bien consolidado a continuaci¨®n para igualar el partido.
De 2008 a 2019: 11 a?os de una cima a otra
En un terreno de tensi¨®n, a priori beneficioso para el n¨²mero uno porque nadie lo domina como ¨¦l, los dos se apoyaron en el servicio y fueron defendiendo sus turnos con la sensaci¨®n de que la dentellada de Nadal estaba cada vez m¨¢s cerca, aunque perdon¨® un par de veces: no redonde¨® con 15-40 en el quinto juego ni en la ventaja del s¨¦ptimo, y el tramo definitivo, muy parejo, entr¨® en una dimensi¨®n emocional peligrosa. Hab¨ªa mantenido a raya al rebelde griego, sin una sola opci¨®n de rotura en toda la tarde pero entero, muy erguido desde el punto de vista f¨ªsico y an¨ªmico, y finalmente encontr¨® premio sac¨¢ndose dos puntazos de la manga.
Rompi¨® para 6-5, dej¨¢ndose una ¨²ltima bola de break en el camino ¡ªal final, la estad¨ªstica reflej¨® un 2/9¡ª, y engarz¨® una victoria que le permit¨ªa mantener la esperanza en Londres, donde nunca ha conseguido alzar el t¨ªtulo. S¨ª elev¨® este viernes el trofeo que acredita por quinta vez su liderazgo a final de a?o y lo mordisqueaba sonriente. ¡°Honestamente, no s¨¦ qu¨¦ decir. Me vienen muchos recuerdos a la cabeza y tambi¨¦n muchas lesiones. Despu¨¦s de 11 a?os [fue n¨²mero uno por primera vez en 2008] no imaginaba tener este trofeo otra vez. Es fruto de todo el trabajo hecho este a?o¡±, expres¨® a pie de pista.
En cualquier caso, dice Nadal que cerrar¨¢ la temporada con buen sabor de boca. A excepci¨®n del primer trimestre, cuando la rodilla derecha le fren¨® despu¨¦s de alcanzar la final de Melbourne, ha podido competir con regularidad y su rendimiento ha sido muy elevado. Dos grandes, otros dos premios y la sensaci¨®n de que si est¨¢ bien y su cuerpo le respeta puede con casi todo.
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