Tsitsipas acelera la m¨¢quina del tiempo

El futuro del tenis tiene distintas formas, coincidiendo los cuerpos larguiruchos, las extremidades interminables y tambi¨¦n las cabelleras largas y rubias. Por ah¨ª desfila Alexander Zverev, un tenista m¨¢s bien desidioso que, pese a remolonear, el a?o pasado ya conquist¨® el Masters y m¨¢s pronto que tarde dar¨¢ noticias en alg¨²n grande; ya est¨¢ aqu¨ª tambi¨¦n Daniil Medvedev, otra torre que se present¨® en sociedad hace un par de meses, llevando al l¨ªmite a Rafael Nadal en Nueva York; y al escenario se hab¨ªa subido antes Stefanos Tsitsipas, el griego melenudo que va alcanzando poco a poco una interesante madurez en el juego, reforzada con sus dos ¨²ltimas actuaciones.

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El viernes estuvo a punto de tumbar al espa?ol, n¨²mero uno, y este s¨¢bado (6-3 y 6-4, en 1h 36m) ech¨® abajo las ilusiones de un tal Roger Federer. Quien pudiera pensar que le pesar¨ªan las piernas o acusar¨ªa el desgaste de la jornada previa, en la que invirti¨® tres horas en la pista, estaba muy equivocado. El joven volvi¨® a proponer un tenis chispeante para rendir otra vez al campe¨®n de 20 grandes, al que ya hab¨ªa batido el pasado mes de enero, en los octavos de Australia. Sin indecisi¨®n alguna, sino todo lo contrario, el griego enfil¨® al mito, le tute¨® y le despach¨® de su propia guarida para acceder a la final, certificando as¨ª el paso al frente (qui¨¦n sabe si el definitivo¡­) de la nueva generaci¨®n.

Hace un a?o, Tsitsipas jugueteaba a estas alturas del a?o en Mil¨¢n con el resto de j¨®venes que aspiran a hacer ruido en el circuito. Gan¨® con suficiencia las NextGen Finals ¨Cel escaparate organizado por la ATP para exhibir a sus promesas menores de 21 a?os¨C y entonces dio la sensaci¨®n de que dicho torneo se le quedaba muy peque?o. Antes ya hab¨ªa vencido a Novak Djokovic y despu¨¦s vino Australia, su primera huella; a continuaci¨®n, el sonado triunfo contra Nadal en la tierra de Madrid; y ahora, de nuevo, otra campanada frente al suizo, 17 a?os mayor. Se trataba, pues, del partido con mayor diferencia de edad de la historia del torneo.

¡°Ellos [en referencia a los j¨®venes] han demostrado en qu¨¦ punto est¨¢n clasific¨¢ndose para este torneo. Al menos uno va a jugar la final, Zverev lo ha hecho muy bien y Thiem [26 a?os y doble finalista de Roland Garros; este s¨¢bado 7-5 y 6-3 (en 1h 34m) al alem¨¢n] parece estar en su mejor momento¡­ Definitivamente, este es el paso que ellos necesitan¡±, apunt¨® RF.

Hasta 11 opciones de break le neg¨® el joven de aspecto surfero, que sabe ir adelante y tambi¨¦n recular, si es necesario. Lo intent¨® por todas las v¨ªas Federer, al que acompa?a la desgracia desde que cediera en la ¨²ltima final de Wimbledon. Se despidi¨® en los cuartos del US Open, ante Grigor Dimitrov, y los nuevos talentos le han hincado el diente en Cincinnati (Andrey Rublev, de 22 a?os), Zverev (Shangh¨¢i, 22) y Londres. A excepci¨®n de su fiesta anual en Basilea, el suizo no encuentra motivos para despedir el a?o con alegr¨ªa y el entorno contempla sus 38 a?os con mayor incertidumbre cada vez.

Londres y la sequ¨ªa del ¡®Big Three¡¯

Mientras tanto, el futuro va infiltr¨¢ndose progresivamente en el presente. La presencia de cuatro tenistas menores de 23 a?os en el cartel inicial del Masters ya abr¨ªa la puerta a nuevos aires, y el desarrollo del torneo ha ido constatando la sensaci¨®n de que 2020 puede ser un curso bisagra entre el pasado y los nuevos tiempos. No obstante, Tsitsipas (21 a?os y tres meses) es el primer jugador de su pa¨ªs que llega a una final de la Copa de Maestros, alumbrada en 1970, y el finalista m¨¢s joven desde que el argentino Juan Mart¨ªn del Potro disputase la de 2009 con 21 a?os y dos meses. Hace un a?o, Zverev lo consegu¨ªa con a la misma edad y cinco meses, y hay que rebobinar hasta 2008 para dar con el predecesor, Djokovic: 21 y seis.

Este domingo (19.00, Movistar+D), Tsitsipas se enfrentar¨¢ a Dominic Thiem, que de camino a la final ¨Cla m¨¢s joven desde la de Federer (24) y Nalbandian (23) en 2005¨C redujo al suizo y Djokovic, y ayer a Zverev. El alem¨¢n derrot¨® hace un a?o en el O2 a Nole contra pron¨®stico, pero cada vez resultan menos sorprendentes las ca¨ªdas de los grandes. De esta forma, por cuarta temporada consecutiva el campe¨®n de las Finals no ser¨¢ un miembro del Big Three y el que levante el trofeo no tendr¨¢ ning¨²n Grand Slam en su palmar¨¦s, algo que solo hab¨ªa sucedido en 1998 (?lex Corretja), David Nalbandian (2005) y Nikolai Davydenko (2009).

¡°Ellos [los j¨®venes] avanzan, pero tambi¨¦n miro qui¨¦n ha terminado como n¨²mero uno [Nadal] y qui¨¦nes han sido n¨²meros uno durante estos a?os, y es una locura que siempre seamos uno de nosotros. Pero no vamos a rejuvenecer. Sus opciones crecen, pero no porque nosotros hayamos empeorado, sino porque ellos son mejores¡±, zanj¨® Federer mientras Tsitsipas y su quinta van cumpliendo el ciclo natural. El relevo llama cada vez con m¨¢s fuerza a la puerta.