El m¨ªtico ¡°gol fantasma¡± de Boca a River vence al olvido

El cl¨¢sico m¨¢s importante del f¨²tbol argentino regal¨® en el ¨²ltimo lustro muchos choques trascendentales que, de momento, encuentran victorioso a River Plate. Fueron cinco los mano a mano definitorios en los que las 'gallinas' superaron a los 'bosteros', marcando una ¨¦poca que sus aficionados, desean, no termine nunca y que tiene su punto m¨¢s alto en el encuentro jugado en diciembre en Madrid que defini¨® la copa Libertadores de Am¨¦rica.

Sin embargo, la primera vez fue para Boca, all¨¢ por 1976, cuando con un gol de Rub¨¦n el Chapa Su?¨¦, un defensa que a fuerza de garra y perseverancia pas¨® de la zaga defensiva al medio campo, se gan¨® la capitan¨ªa y hasta cobraba las faltas de su equipo, los de la Ribera superaron a su eterno rival y se quedaron con el torneo de liga.

Aquel 22 de diciembre de hace 43 a?os, a pocos meses de instaurada la ¨²ltima dictadura militar, y en un estadio de Racing que hab¨ªa excedido su capacidad, Su?¨¦ acomod¨® la pelota en el borde de la medialuna del ¨¢rea y, aprovech¨® la distracci¨®n del portero Ubaldo Fillol, que ocupado en armar la barrera, apenas pudo ver como la pelota se met¨ªa en su ¨¢ngulo superior izquierdo. El ¨¢rbitro Arturo Ithurralde convalid¨® el disparo, a pesar de los airados reclamos de los jugadores riverplatenses que todav¨ªa esperaban el silbatazo, y as¨ª Boca pudo dar la vuelta ol¨ªmpica en las narices de su rival de siempre y marcar una paternidad en finales que dur¨® hasta el a?o pasado.

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De aquel ¡°gol fantasma¡± de 1976 a esta final s¨²per medi¨¢tica entre River y Boca

Boca y el juego de la hiena

El relato del p¨¢rrafo anterior s¨®lo sobrevivi¨® en el recuerdo de las 15.280.000 personas que vieron el partido por televisi¨®n y las 70.000 almas que lo presenciaron en el estadio, porque por causas desconocidas los registros f¨ªlmicos desaparecieron de inmediato, despertando numerosas teor¨ªas. De la conquista s¨®lo quedaron dos fotos: una antes de que Su?¨¦ -fallecido el 20 de junio pasado- patease hacia el arco, y otra que muestra el asombro de Fillol y la pelota entrando ah¨ª donde duermen las ara?as.

"Al mes que fallece el Chapa alguien llega diciendo que ten¨ªa el gol de Su?¨¦, pero como hubieron muchos antes que dijeron lo mismo no nos fiamos demasiado", relata Sergio Brignardello, presidente de la Subcomisi¨®n de Historia de Boca Juniors.

Ese hombre, que prefiere el anonimato, es un hincha de boca de unos 70 a?os que estuvo en la cancha ese d¨ªa y en esos a?os acostumbraba, junto con su hermano, filmar las repeticiones de los goles que pasaban por la televisi¨®n con una c¨¢mara 8mm. Hace tres a?os, el hincha cay¨® en la cuenta de que no exist¨ªan registros p¨²blicos de uno de los goles que m¨¢s grit¨® en su vida, pero tard¨® otros tres a?os en encontrar el material.

"Fue una verdadera odisea porque estaba en un rollito y no ten¨ªamos c¨¢mara adecuada para poder pasarlo", cuenta Brignardello, "y cuando conseguimos una, se rompi¨®; por ultimo tuvimos que encontrar un lugar confiable para digitalizarlo y reci¨¦n ah¨ª lo dimos a conocer".

Durante las cuatro d¨¦cadas posteriores, el gol recibi¨® el mote de "fantasma" y en la ¨®rbita de su recuerdo se tejieron numerosas hip¨®tesis: que la cinta se hab¨ªa quemado en un incendio en el viejo Canal 7 o que el almirante Carlos Lacoste, integrante del gobierno militar e hincha de River, hab¨ªa ordenado destruir la cinta antes del Mundial de 1978.

"Me acuerdo de ese d¨ªa como si fuera hoy, cada detalle, hasta la vestimenta que utilic¨¦. Claramente para los que estuvimos presentes es inolvidable, y no hac¨ªa falta el video, y tambi¨¦n para los que, sin haber estado en la cancha de Racing, lo vieron por televisi¨®n, en directo", rememora el historiador xeneize que, por ese entonces, ten¨ªa 16 a?os y presenci¨® el partido en el estadio que, por censura del gobierno de facto, ya no se llamaba Juan Domingo Per¨®n.

El gol es tal cual como todos lo recordaban, id¨¦ntico a como lo relataba el fallecido jugador una y mil veces cada vez que le consultaban. Claro que ahora no s¨®lo habita en la memoria colectiva, sino que tambi¨¦n puede buscarse en las redes. Porque el f¨²tbol no pod¨ªa ser menos en Argentina, un pa¨ªs que se resiste a olvidar