Espa?a necesita el toque de distinci¨®n
Espa?a dif¨ªcilmente se impondr¨¢ desde la t¨¢ctica y la potencia. Tampoco desde una mentalidad estrictamente defensiva
El tr¨¢nsito del ¨¦xito a la normalidad, o a la decepci¨®n, define el recorrido de la selecci¨®n espa?ola desde su victoria sobre Italia en la Eurocopa 2012, final de uno de los ciclos m¨¢s brillantes que ha conocido el f¨²tbol. Una Copa del Mundo y dos ediciones consecutivas de la Eurocopa situaron a Espa?a en una posici¨®n dominante y desconocida.
Acostumbrada a un papel menor en los grandes campeonatos, la selecci¨®n aprovech¨® la cualidad que le hab¨ªa faltado durante d¨¦cadas: la fan¨¢tica convicci¨®n en un estilo de juego. Es una virtud necesaria, pero no suficiente. Son muchos los equipos adscritos sin fisuras a un modelo, a cualquier modelo. Espa?a sac¨® ventaja de la distinci¨®n, el rasgo que resultaba indescifrable a sus rivales. Del resto se encarg¨® una colecci¨®n maravillosa de jugadores. Parec¨ªa que hab¨ªan nacido el mismo d¨ªa y a la misma hora futbol¨ªstica. De hecho, la selecci¨®n era un reloj.
El tiempo es la escoba implacable del f¨²tbol. Se?ala el final de las generaciones y predispone al cambio de ciclos. Despu¨¦s de Espa?a lleg¨® Alemania y m¨¢s tarde Francia, cada uno con su libreto. Eran dos equipos que se vieron sometidos a un proceso parecido al que ahora atraviesa la selecci¨®n espa?ola. Pasaron a?os dif¨ªciles y se reajustaron.
Espa?a se ha enfrentado a tres notables problemas en los ¨²ltimos a?os. El primero fue el t¨®xico papel que jug¨® Mourinho tras el Mundial 2010. Lleg¨® ese verano para dirigir al Real Madrid y utiliz¨® la selecci¨®n como uno de sus principales laboratorios para el conflicto. Dice mucho de lo que ocurri¨® la triste situaci¨®n de Casillas, capit¨¢n de la selecci¨®n convertido en saco de los golpes de Mourinho y su fanfarria medi¨¢tica.
La desuni¨®n fue otro factor decisivo. El ocaso de sus mejores jugadores result¨® igual de fundamental en la ca¨ªda. No se pierde a Puyol, Xavi, Iniesta, Casillas, Villa y Xabi Alonso, cada uno de ellos entre los mejores del mundo en sus puestos, sin quebrar la fiabilidad del equipo.
Por causas diferentes, el recorrido de los seleccionadores ha alterado la transici¨®n que se esperaba de la selecci¨®n. Lopetegui fich¨® por el Real Madrid dos d¨ªas antes de comenzar el Mundial de Rusia 2018, con unas consecuencias lamentables para Espa?a, que lleg¨® con pretensiones al torneo y sali¨® en estado de coma. Las dram¨¢ticas circunstancias familiares de Luis Enrique se?alaron su final como seleccionador. Pocos equipos han sufrido vicisitudes de este calibre. Nunca es f¨¢cil avanzar en estas condiciones.
Robert Moreno, ayudante de Luis Enrique durante varios a?os, fue designado seleccionador, no sin las t¨ªpicas acusaciones de inexperiencia y falta de curr¨ªculo. Sin embargo, su producci¨®n con Espa?a ha sido m¨¢s que satisfactoria, a trav¨¦s de una mirada de amplio espectro que se puede definir como casting o incentivo a la competitividad.
Espa?a ha jugado bien o muy bien la mayor¨ªa de los partidos, con una variedad nunca vista de veteranos, algunos de la etapa 2008-10, y de j¨®venes procedentes de la selecci¨®n sub-21. Queda por ver si esa estrategia se clausura despu¨¦s de la fase de clasificaci¨®n o la mantiene hasta la Eurocopa.
Todo lo que ha ocurrido en la decadencia de la selecci¨®n no puede ocultar que Espa?a fue el mejor equipo del mundo cuando era diferente a los dem¨¢s. Por las caracter¨ªsticas de nuestros clubes y de la formaci¨®n de los j¨®venes futbolistas, Espa?a dif¨ªcilmente se impondr¨¢ desde la t¨¢ctica y la potencia. Tampoco desde una mentalidad estrictamente defensiva. No funcion¨® antes de los mejores a?os y no funcionar¨¢ ahora. Es en la singularidad de su juego donde la selecci¨®n encontr¨® el ¨¦xito. A Robert Moreno le corresponder¨ªa detectar esa tecla, tan escurridiza en los ¨²ltimos a?os.
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