Los Spurs despiden a Pochettino tras cinco a?os como t¨¦cnico
El Tottenham destituye al t¨¦cnico que lo llev¨® a la ¨²ltima final de la Champions, v¨ªctima de un vestuario hundido y de un proyecto m¨¢s centrado en infraestructuras que en t¨ªtulos
La noticia de que el Tottenham hab¨ªa preguntado por Julian Nagelsmann, el t¨¦cnico alem¨¢n del Leipzig, anunci¨® la decisi¨®n ejecutiva m¨¢s dram¨¢tica de la temporada en el f¨²tbol ingl¨¦s. La primera respuesta de Nagelsmann, a quien la semana pasada ofrecieron hacerse cargo del equipo inmediatamente, fue que todav¨ªa ten¨ªa cosas que hacer en la Bundesliga. Pero la maquinaria no se detuvo. Este martes el club londinense comunic¨® la destituci¨®n tras cinco a?os como t¨¦cnico de Mauricio Pochettino, y este mi¨¦rcoles ha anunciado que Jose Mourinho ocupar¨¢ su lugar, con un contrato hasta 2023.
El Daily Telegraph informa de una indemnizaci¨®n a Pochettino de 15 millones de euros. Parece poco a la luz de los resultados de un entrenador que hizo que el Tottenham compitiera durante a?os al mismo nivel que el Liverpool y el City con un tercio de su presupuesto en fichajes, promoviendo canteranos hasta convertirlos en figuras internacionales y elev¨¢ndolos a la ¨²ltima final de la Champions sin m¨¢s consecuencias que un desplome. Tras cinco a?os de sobreexplotaci¨®n, la plantilla est¨¢ exprimida.
No hay erosi¨®n m¨¢s ¨¢cida que el desafecto. Ocurre cuando los jugadores no ven un horizonte que les entusiasme y comienzan a buscar una salida. En el verano de 2018 lo raro en el vestuario del Tottenham era encontrar un futbolista que estuviera convencido de querer seguir en el club. Los pocos que no ten¨ªan dudas eran, como Dele Alli, j¨®venes con salarios fuera de mercado, demasiado acomodados en el negocio y sin ambici¨®n de prosperar. Hasta Harry Kane, la bandera, esperaba una oferta que lo liberase de un proyecto que condenaba al equipo a convertirse durante a?os en un mero aspirante al cuarto puesto de la Premier. A Daniel Levy, el presidente, le preocupaban m¨¢s las obras que los t¨ªtulos. Empe?ada en financiar un estadio recientemente inaugurado que cost¨® poco menos de 900 millones de euros, la instituci¨®n deportiva con m¨¢s solera del norte de Londres apenas pod¨ªa mantener una plantilla con nivel de Champions.
Pochettino, de 47 a?os, financi¨® el sue?o de su directiva convirtiendo en estrellas a canteranos y adolescentes como Kane, Walker, Trippier, Winks, Alli, Rose o Dyer. Pero tuvo que trabajar m¨¢s duro aun la temporada pasada para devolver a los jugadores a la faena. Debi¨® entusiasmarlos contra la evidencia. La promesa fue simple. Si consegu¨ªan redondear una buena campa?a encontrar¨ªan el modo de fichar por clubes con m¨¢s aspiraciones. A esa ilusi¨®n se agarraron hombres como Kane, Trippier o Eriksen, para volver a competir con la energ¨ªa necesaria. El resultado super¨® todas las expectativas. El pasado mayo el Tottenham acab¨® la Premier en cuarta posici¨®n tras un desenlace de temporada festivo. El gol de Lucas Moura en el ¨²ltimo minuto de la semifinal de la Champions contra el Ajax en ?msterdam (2-3) fue la culminaci¨®n de una obra ag¨®nica. El ¨²ltimo grito de rebeld¨ªa signific¨® la primera final que lograba el club en la m¨¢xima competici¨®n de clubes despu¨¦s de medio siglo. El golpe que sufrir¨ªa ante el Liverpool, en Madrid, descubri¨® la realidad bajo la superficie brillante.
Despu¨¦s de dos a?os sin hacer fichajes el Tottenham necesitaba reformar su plantilla en profundidad. El equipo, aparentemente plagado de excelentes futbolistas, se hab¨ªa instalado en un ecosistema t¨®xico. Oscilaba entre la indulgencia de unos y la frustraci¨®n de otros. Entre la distracci¨®n de Dele Alli, m¨¢s preocupado por los videojuegos que por la pelota, y la desesperaci¨®n de Kane porque no se ve¨ªa rodeado de gente con la misma ambici¨®n.
Si las salidas de Trippier, Llorente, Janssen y N¡¯Koudou; y las entradas de Ndombel¨¦, Sessegnon y Lo Celso, con un balance de gastos de unos 70 millones de euros, apenas modificaron la estructura del plantel, mucho menos evidente fue el cambio en el plano an¨ªmico. Eriksen se encontr¨® a disgusto. Kane parec¨ªa abatido. Las malas noticias se acumulaban cuando la poca autoridad que le restaba a Mauricio Pochettino acab¨® por resquebrajarse el d¨ªa que uno de los l¨ªderes morales m¨¢s importantes, el capit¨¢n Hugo Lloris, se fractur¨® el brazo izquierdo en Brighton, hace un mes. Lloris era el hombre de confianza del entrenador. Su repentina ausencia precipit¨® los acontecimientos.
El empate en casa ante el Sheffield United (1-1) dict¨® sentencia. El p¨²blico rompi¨® a pitar. El Tottenham se ha hundido al puesto 14 de la tabla despu¨¦s de sumar 12 puntos en 14 jornadas de Premier, a 20 del l¨ªder, el Liverpool. El descenso parec¨ªa una amenaza n¨ªtida. Si hab¨ªa una soluci¨®n, se impon¨ªan acciones tajantes. El presidente Daniel Levy ha dicho este martes que para eso est¨¢n los ejecutivos: ¡°Para tomar las decisiones dif¨ªciles¡±. Su amistad con el t¨¦cnico argentino no fue un impedimento: lo verdaderamente dif¨ªcil habr¨ªa sido despedir futbolistas populares. Ahora Levy deber¨¢ encontrar alguien que convenza a los chicos de repetir la haza?a una vez m¨¢s.
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