El Bar?a, un l¨ªder espantoso en Butarque
Los azulgrana tocan fondo en campo del Legan¨¦s despu¨¦s de sumar una afortunada victoria (1-2) a bal¨®n parado
El Bar?a es hoy el l¨ªder de LaLiga y tambi¨¦n el equipo seguramente m¨¢s disparatado desde la llegada de Messi al Camp Nou. No tiene pies ni cabeza sino que es una colecci¨®n de futbolistas muy singulares que no se encuentran en la cancha ni cuadran en las alineaciones de Valverde. Muy desconectados, los jugadores funcionan por separado, de forma individual, preferentemente en las acciones de estrategia, decisivas para contar victorias como la de este s¨¢bado en Butarque. No hay mejor manera para explicar qu¨¦ es hoy el Barcelona que repasar la jugada del 1-2.
El tanto de la victoria lleg¨® a la salida de un c¨®rner, despu¨¦s de hasta tres remates fallidos, incluido el decisivo de Arturo Vidal, posterior a la intervenci¨®n err¨¢tica de Rub¨¦n P¨¦rez que valid¨® el tanto despu¨¦s de la consulta con el VAR. Una ¨®pera bufa de la que salieron muy mal paradas las estrellas y encumbr¨® a un suplente buscavidas como Vidal. Los cambios han arreglado a menudo las formaciones mal dispuestas por un entrenador que parece tan perdido como su plantilla e igual de confundido que el capit¨¢n Messi.
El triunfo azulgrana se explica por una falta y un c¨®rner y por la amabilidad del Legan¨¦s, un equipo a¨²n por hacer despu¨¦s del cambio de t¨¦cnico, espantado desde que concedi¨® el empate de Luis Su¨¢rez. Apenas hubo tiempo para reparar en el esforzado plantel de Aguirre ante el espantoso partido del Bar?a. No hab¨ªa plan ni juego asociativo, y menos convicci¨®n; tampoco ritmo ni velocidad de pelota; sino once barcelonistas que parec¨ªan m¨¢s preocupados por resguardarse del sol y del viento que de jugar, igual de aburridos del f¨²tbol que los hinchas del Camp Nou.
A falta de defensas titulares ¨Causentes Lenglet, Semedo, Jordi Alba y Sergi Roberto¡ª, Valverde apost¨® por sus cuatro delanteros: Demb¨¦l¨¦, Luis Su¨¢rez, Griezmann y Messi. El t¨¦cnico toca, mueve, rota y agita al equipo, a veces condicionado por las lesiones, las rotaciones y el estado de forma de sus futbolistas, y en ocasiones preocupado por la falta de un plan de juego estable despu¨¦s de un tercio de temporada muy inestable, especialmente fallido en cancha rival, desnortado y desfigurado cuando sale del Camp Nou.
El guion se repite en cada salida, incluso en campo del colista, con independencia de la posici¨®n de los azulgrana en la tabla, del once titular y del dibujo que disponga Valverde. Nadie hubiera dicho que el Bar?a era el primero de la tabla a su llegada a Butarque. El p¨®quer ofensivo no tocaba la pelota, por m¨¢s que Griezmann y Demb¨¦l¨¦ se intercambiaran las posiciones ante la cara de preocupaci¨®n de Messi, y los zagueros sal¨ªan retratados en llegada del Legan¨¦s. Una acab¨® como ya es costumbre tambi¨¦n en gol, firmado por En-Nesyri.
El marroqu¨ª se abri¨® hacia el costado derecho para recibir la pelota y los defensas barcelonistas se acostaron progresivamente para facilitar el tiro de En-Nesyri a la escuadra derecha de Ter Stegen. Junior perdi¨® la posici¨®n, sali¨® mal y tarde Umtiti y Piqu¨¦ dej¨® tiempo y espacio para que el delantero se recreara con un recorte y el tiro cruzado al ¨¢ngulo, imposible para el portero del Barcelona. Intenso y excitado, jaleado por el motivador Aguirre, el Legan¨¦s atacaba bien y defend¨ªa mal sin que nadie se enterara en el Barcelona.
No hab¨ªa l¨ªnea de pase en el equipo azulgrana, muy fracturado, incomodo con un doble pivote que beneficia el despliegue de De Jong y por el contrario perjudicaba a Busquets, el medio centro que da racionalidad al f¨²tbol del Bar?a. No se sent¨ªa a gusto Busi, penalizado con una tarjeta que le impedir¨¢ disputar el partido contra el Atl¨¦tico, y no aparec¨ªa Messi, m¨¢s espectador que protagonista despu¨¦s que el entrenador prescindiera del tridente en favor de un 4-2-3-1 que sorprendi¨® m¨¢s al Bar?a que al Legan¨¦s.
No cambi¨® nada Valverde a la salida del descanso y el juego se reinici¨® con un cabezazo al palo de Piqu¨¦ despu¨¦s de un c¨®rner botado por Messi. A bal¨®n parado respiraban los azulgrana, reincidentes en la p¨¦rdida del bal¨®n, superados en el cuerpo a cuerpo en cada jugada, inferior en los duelos individuales, incapaces de ligar una jugada que le acercara al marco de Cu¨¦llar. El empate lleg¨® precisamente en una falta sacada por Messi y cabeceada por Luis Su¨¢rez. El f¨²tbol directo es la ¨²nica soluci¨®n que encuentra el Bar?a para ganar tiempo en LaLiga.
Igualado el partido, Valverde recuper¨® el 4-3-3 despu¨¦s de se?alar en un nuevo partido a Griezmann, sustituido por Arturo Vidal. El franc¨¦s vag¨® por el campo sin que nadie le encontrara, indetectable para sus compa?eros, m¨¢s defensa que delantero tambi¨¦n contra el Legan¨¦s. Los cambios, y muy especialmente el 1-1, destemplaron a los muchachos de Aguirre y calmaron a los de Valverde. La contienda discurri¨® de manera mon¨®tona, sin picos de juego, expuestos los dos equipos a cualquier accidente como fue el 1-2.
La moneda cay¨® del lado del Barcelona como pod¨ªa haber salido favorable al Legan¨¦s. El partido a fin de cuentas tuvo muchos pasajes parecidos a los ya vividos en San Mam¨¦s, Los C¨¢rmenes, Ciutat de Val¨¨ncia y el Sadar ¨Conce puntos cedidos en sus salidas¡ª. La pr¨®xima jornada aguarda el Atl¨¦tico y el mi¨¦rcoles llega al Camp Nou el Borussia Dortmund. El reto es may¨²sculo para un equipo peque?o, v¨ªctima de un problema estructural y no coyuntural, expuesto a cualquier cat¨¢strofe despu¨¦s de flirtear a diario con la derrota pese a tener a Messi.
No parece una cuesti¨®n de jugadores sino de f¨²tbol, un pecado mayor en un equipo inanimado que siempre presumi¨® de estilo y de ser m¨¦s que un club, como se lee en el Camp Nou. El Bar?a fue un l¨ªder espantoso en Butarque.
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