Atl¨¦tico, una reconstrucci¨®n con claroscuros

En el an¨¢lisis que la dirigencia del Atl¨¦tico realiza sobre el discurrir de la temporada, la marcha de Griezmann, Rodrigo y Lucas se pone encima de la mesa. La terna de fugas a¨²n se califica como sorprendente e inesperada. Tres puntales emigrados que junto a las salidas de Juanfran, Filipe y God¨ªn, el tr¨ªo de pretorianos de Diego Pablo Simeone, obligaron a una reconversi¨®n del plantel en la que el club invirti¨® 253 millones de euros. Solo el mexicano Herrera, que finalizaba contrato con el Oporto, lleg¨® a coste cero.

Pasado el primer tercio del curso, el Bar?a, al que nunca derrot¨® Simeone en LaLiga, pasa revista a ese proceso de transformaci¨®n plagado de claroscuros. Se ha instalado en el ambiente que el Atl¨¦tico necesita ganar al Bar?a para aspirar a competir por el campeonato. La derrota cuestionar¨ªa una reinvenci¨®n que deb¨ªa ser liderada por los 126 millones de euros pagados por Jo?o F¨¦lix al Benfica y los 40 abonados al Real Madrid por Marcos Llorente. Para el entrenador rojiblanco ni el primero, por considerarle a¨²n en formaci¨®n, le da la tranquilidad resolutiva que le ofrec¨ªa Griezmann, ni el segundo le garantiza el orden, el equilibrio t¨¢ctico y la seguridad en el pase que le aportaba Rodrigo. ¡°El Madrid pag¨® 125 millones de euros por Hazard que tiene 29 a?os¡±, lleg¨® a decir el Cholo para ratificar su opini¨®n de que la joven estrella lusa a¨²n est¨¢ por explotar. La distancia entre Llorente y Rodrigo tambi¨¦n la ha puesto de manifiesto el t¨¦cnico con comentarios en privado en t¨¦rminos de pausa y calidad. De todos los fichajes, el exmadridista es el que m¨¢s ha desencantado.

Las ausencias de Griezmann y Rodrigo han marcado las b¨²squedas m¨¢s afanosas de Simeone para configurar el centro del campo y el ataque. Jo?o F¨¦lix ha sido alineado como segunda punta y como centrocampista de banda por derecha y por izquierda. Hasta la lesi¨®n de tobillo, que le tuvo un mes de baja, dej¨® m¨¢s detalles que continuidad en su juego. Simeone admite que el chico es un segundo delantero, pero que para jugar en esa posici¨®n necesita interpretar la posici¨®n en el contexto del equipo. El asunto est¨¢ en si no es un despilfarro orillar y desnaturalizar a la mayor inversi¨®n de la historia del club. En Granada, el d¨ªa de su reaparici¨®n, llamaron la atenci¨®n los gestos y los gritos in crescendo que tuvo que darle el t¨¦cnico para que terminara por hacerle caso y ocupara un costado. En el caso de Llorente, es significativo que ni cuando Simeone decide alinear el cuatrivote, como en Tur¨ªn y probablemente esta noche, figure en el once. Ha sido superado por Herrera que ha aprovechado que ni Koke, Thomas y Sa¨²l hayan dado el paso definitivo que se les reclama para asumir el mando del juego. Herrera ha terminado por imponer la jerarqu¨ªa que el propio Simeone ha recriminado, en varias ocasiones, no tener a sus jugadores.

Es en la l¨ªnea defensiva donde las incorporaciones han calado, aunque con distintos tiempos. Simeone ha remarcado que ha tenido que afrontar partidos con una l¨ªnea defensiva totalmente renovada por las lesiones de Savic y Gim¨¦nez. Antes de que esto sucediera, la capacidad de anticipaci¨®n de Felipe y su poder¨ªo en el juego a¨¦reo ya le hab¨ªan metido en la competencia directa con el uruguayo y el montenegrino. Hermoso ha ido de menos a m¨¢s. Su querencia por jugar la pelota ha sido el gran caballo de batalla del t¨¦cnico para corregirle.

Sin Juanfran y Filipe, la titularidad de Lodi y Trippier estaba pr¨¢cticamente garantizada. En los primeros partidos, ambos transmitieron que el equipo hab¨ªa recuperado profundidad, fundamental para un sistema en el que los volantes juegan mucho por dentro. Sus lagunas defensivas provocaron que Simeone les permitiera menos alegr¨ªas. El ingl¨¦s Trippier no ha vuelto a ense?ar la precisi¨®n de su pierna como en el arranque del curso. Lodi ha combinado actuaciones brillantes con otras en las que acus¨® que su f¨ªsico a¨²n no le da para aguantar 90 minutos de ida y vuelta. Tambi¨¦n ha tenido episodios de cierta blandura en los cruces que han costado goles.