El Baskonia recibe una tunda del Efes: 77-102

El Baskonia recibi¨® una tunda en el Buesa Arena. Fue el l¨ªder de la Euroliga, el Efes, el que se la propin¨®, pero los tortazos duelen lo mismo sea quien sea el rival. El equipo vitoriano no estuvo a la altura; en ning¨²n momento alcanz¨® la velocidad necesaria para despegar, y fue dando bandazos de lado a lado de la pista durante los 40 minutos del partido. Fue un juguete en manos del equipo turco (77-102).

Cuando Larkin, que en la jornada anterior bati¨®, con 49 puntos, el r¨¦cord anotador de la Euroliga, se pone en modo masacre, resulta imparable. El muchacho de Cincinatti, que jug¨® una temporada en el Baskonia antes de irse a los Celtics y recalar despu¨¦s en el Efes, salt¨® al parqu¨¦ del Buesa cuando ya hab¨ªan transcurrido cinco minutos de partido, como si no tuviera demasiada prisa, y el quinteto del equipo vitoriano entr¨® en p¨¢nico. Sus cinco primeros lanzamientos ¨Cdos triples, un tiro libre, dos tiros de dos¨C, ampliaron la ventaja que sus compa?eros hab¨ªan comenzado a encarrilar con eficacia funcionarial. Larkin apareci¨® lo justo en el partido, 24 minutos, pero anot¨® 24 puntos, 5 de 6 en triples, dio ocho asistencias y no perdi¨® ning¨²n bal¨®n. Una actuaci¨®n casi perfecta.

El triple de Shengelia que abri¨® el choque fue la m¨¢xima distancia que alcanz¨® el Baskonia, pr¨¢cticamente la ¨²nica. El l¨ªder de la Euroliga no dej¨® ning¨²n resquicio a la sorpresa. El equipo de Perasovic, que ha sabido contrarrestar, a base de car¨¢cter, a muchos de los mejores equipos de la competici¨®n que han pasado por su cancha, no encontr¨® en ning¨²n momento el camino hacia la victoria, y ni siquiera el atajo para una derrota honrosa; por supuesto, ni un resquicio para poder intentar la sorpresa. Decir remontada sonaba a chiste.

Mediado el segundo cuarto, la grada del Buesa estaba ya desolada, se escuchaban los primeros silbidos por el juego local, y la cara de Josean Querejeta en el palco no era, desde luego, la de las mejores noches europeas. Al descanso, el Efes ganaba por veinte puntos. El partido era un festival turco frente a una defensa floj¨ªsima, sin tensi¨®n, aunque nunca se sabe si se debe a los errores locales o a la estrella que ilumina a un equipo que s¨®lo ha perdido dos partidos desde el comienzo de la competici¨®n.

Con porcentajes brutales y una eficacia a prueba de cualquier rival, el Efes fue abriendo distancias, superiores a treinta puntos ya en los comienzos del tercer cuarto. Singleton, Beaubois y Sanli masacraron al Baskonia y opacaron a sus hombres m¨¢s activos. Los buenos n¨²meros de Shengelia o Stauskas no sirvieron para nada, y se diluyen entre la mediocridad vitoriana, porque, otra vez con muchos jugadores lesionados o tocados, no se reprodujo la actuaci¨®n coral de otras tardes. La orquesta local desafin¨® de principio a fin, como una banda de cart¨®n. Pintan bastos otra vez para Perasovic, que volver¨¢ a estar cuestionado si su equipo no reacciona en los pr¨®ximos compromisos europeos. De momento, el Baskonia s¨®lo est¨¢ a un triunfo de engancharse a lo ocho primeros, pero las percepciones no son demasiado optimistas. El entrenador, que lanz¨® un mensaje pidiendo refuerzos con la alineaci¨®n inicial de Miguel Gonz¨¢lez, que apenas ha tenido minutos en el resto de la competici¨®n, tendr¨¢ que buscar respuestas por su cuenta, al menos por ahora.